Dicho estudio, elaborado por la Universidad de Cantabria en colaboración con el ministerio de Educación y la Conferencia de Rectores, sostiene que el número de titulaciones que ofrecen en las universidades españolas asciende a un total de 2.200 y está sobredimensionado, ya que sólo hay 140 carreras distintas que se repiten muchísimo a lo largo del territorio nacional. De hecho, el documento señala que el 75 por ciento de la población vive a menos de 25 kilómetros de un centro universitario.
En el caso de la Politécnica de Cartagena, que actualmente ha aumentado el número de titulaciones hasta 22, las carreras con menos alumnos son dos de las tres especialidades de la Ingenierías de Minas, en concreto, las de Mineralurgia y Metalurgia y la de Explotación de Minas, aunque por el contrario, la especialidad de Recursos energéticos y combustibles tiene una mayor demanda, según informó el vicerrector de Relaciones Externas, Antonio Viedma.
Asimismo, señaló que otra de las titulaciones con menos ingresos de alumnos es la de Ingeniería Agronómica, aunque comentó que muchos optan por hacer Ingeniería Técnica Agrícola y pasar después a la carrera superior, de modo que Ingeniería Agronómica cuenta en cuarto y quinto con cerca de quinientos alumnos, muchos más que en el primer curso, explicó Viedma.
Por el contrario, entre las titulaciones más demandadas en la Politécnica de Cartagena se encuentran las de Arquitectura Técnica, Ingeniería Técnica Industrial, en su especialidad de Mecánica, e Ingeniería en Telecomunicaciones.
Además, se da la paradoja de que en algunas titulaciones el número de plazas que se ofrecen es considerablemente inferior a 125, como es el caso del segundo ciclo de Ingeniería Industrial, con un límite de 65 plazas, o el de Ingeniería de Organización Industrial, cuyo cupo de plazas es de 75.
Asimismo, otras titulaciones fijan precisamente en 125 el número máximo de plazas que ofrecen a los alumnos, como sucede con Arquitectura Técnica o Ingeniería de Telecomunicaciones,
Tras la presentación de los datos del informe, llamó a la reflexión a las universidades y afirmó que habrá que adoptar "decisiones trascendentes", aunque aclaró que no quiere se tome como una amenaza.
