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Las empresas más contaminantes lo disimulan con propaganda

Máximo histórico en las emisiones de CO2 pese a la pandemia, con eliminación de rastros en España

Redacción / actualizada el 14 de Mayo 2020
La concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó en mayo de 2020, tras un trimestre de pandemia, «un máximo histórico acumulado» de 417 partes por millón (ppm), cantidad que según Greenpeace «no se registraba desde hace tres millones de años».Esta organización asegura que,pese a la crisis sanitaria mundial, los niveles de concentración de CO2 fueron «2,3 ppm superiores» a los que se registraron en mayo 2019. En España las mayores empresas dicen que debe evitarse propaganda pero eliminan rastros

"A estas alturas del año, y a pesar de la pandemia de estos últimos meses, ya hemos consumido los recursos naturales que teníamos para todo el 2020 y hemos superado la capacidad del planeta para reponerlos. Nos comemos cada doce meses 1,6 planetas, es decir, estamos viviendo de las rentas e hipotecando el futuro", decía María García de la Fuente – Presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), en una tribuna publicada el pasado Día Mundial del Medio Ambiente en Ibercampus.es y en otros medios.

Sin embargo, uno de los principales frentes para evitar ese deterioro es el informativo, según reconocen las propias empresas, aunque fuentes de Greenpeace dicen que no se lo aplican, pues algunas son las primeras en eliminar rastros porque quieren aparecer no como mayores contaminantes, sino como corporaciones éticamente responsables (ver recuadro final adjunto). Pero las grandes multinaciones apuestan claramente por mejorar la información sobre riesgos e impactos, aunque sea la de las demás, pues el Foro Ecónomico Mundial (WEF en sus siglas en ingles)  situaba los riesgos ecológicos entre los perores por su impacto y probabilidad, según indica la ilustracion superior.

La información aportada debe evitar el enfoque comunicativo y propagandístico y tender hacia una perspectiva real de rendición de cuentas bajo los principios de transparencia, receptividad y conformidad, así como de exposición clara de objetivos a alcanzar en el corto, medio y largo plazo, destacaban a principios de año las multinacionales de la "Marca España" en su análisis del cumplimiento de la Ley 11/2018, de 28 de diciembre, sobre Información no Financiera y Diversidad.

Por sectores, las empresas que presentaban más información y, por tanto, se acercan un poco más al cumplimiento de la Ley 11/2018, eran las pertenecientes al sector eléctrico (Iberdrola y Endesa) seguido del sector de Petróleo y Gas (Naturgy, Repsol y Cepsa). Estas cuatro empresas se encuentran entre las corporaciones que, por su actividad, contribuyen de mayor manera al cambio climático o se encuentran entre las diez principales empresas emisoras de gases de efecto invernadero en España en 2018.

Por el contrariol, los peores sectores empresariales en cuanto a cumplimiento de la Ley 11/2018 son el de las grandes empresas cárnicas (Casa Tarradellas, Campofrío y El Pozo), seguido del sector aéreo (Iberia y Air Europa). Siete empresas no superan los 20 puntos: Iberia (IAG), Air Europa, Cortefiel (Tendam), Mango, El Pozo (Grupo Fuertes), Campofrío (SIGMA) y Casa Tarradellas, ya que la cantidad y calidad de la información que aportan es poco significativa. Las dos mayores entidades financieras españolas, el Santander y el BBVA, se encuentran por debajo de los 25 puntos sobre 100.

La clasificación por grado de cumplimiento de la información no financiera o de sostenibilidad era encabezada por Naturgy, Iberdrola, Endesa Eléctrico, Cepsa, ACS y Repsol, seguidas por Inditex, FCC, Mapfre, Caixabank, Eroski, Ferrovial, El Corte Inglés, Mercadona, BBVA, Santander, Tendam/Cortefiel, Mango, Iberia, Air europa, Grupo fuertes/ El Pozo, Campofrío y Casa Tarradellas.

La responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, asegura que España «ha sido el país de Europa donde más aumentaron las emisiones de CO2 entre 1990 y el 2017» y señala el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que actualmente se tramita en el Congreso, representa una «oportunidad única» para tratar de frenarlo.

Según Greenpeace, mayo es el mes del año en el que se alcanza el máximo anual de concentración de CO2 en la atmósfera, antes de que la vegetación en el hemisferio norte empiece a absorber grandes cantidades de ese gas de forma natural. Sin embargo, afirman que esta concentración «es cada año superior a los anteriores» debido fundamentalmente al aumento de las emisiones de CO2 por las actividades humanas, especialmente por la quema de combustibles fósiles y la pérdida de la cubierta vegetal.

Para lograr descensos en la concentración de dióxido de carbono, Greenpeace propone «cambios estructurales profundos que permanezcan en el tiempo», como reducir las emisiones de carbono hasta llegar a cero y proteger y restaurar la cubierta vegetal, reservorio natural de carbono.

Esta ley, a juicio de la organización ecologista, debería establecer la reducción de las emisiones de CO2 del 55 % en 2030 respecto a 1990 y alcanzar el cero neto en el año 2040, así como eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles y a todos los sectores que perjudican el clima.

Además consideran que se debería establecer el marco legislativo para la reducción de gases de efecto invernadero en sectores clave como el financiero, agroalimentario, turismo, gestión de residuos o industria y subrayan la necesidad de dar prioridad a la conservación y restauración de los ecosistemas y la biodiversidad para frenar el incremento de las emisiones contaminantes.

Desaparecen rastros de impacto de las empresas más contaminantes españolas 
Las veinte empresas españolas con mayores emisiones de CO2 sumaban un total del 79,53% de las emisiones procedentes de fuentes fijas, incluidas en el Registro Nacional de Emisiones (Renade), que son la producción de energía, industria del petróleo y otras instalaciones industriales, según el informe Responsabilidad de las Grandes Empresas energéticas e industriales de España en el Cambio Climático, publicado en 2017 por el Observatorio de la Sostenibilidad y que luego desapareció de su web, y hasta el punto de que buscando por "grandes empresas" no aparece ni rastro del mismo.

El estudio señala que España emitió en 2015 un total de 337 millones de toneladas totales de GEI (gases de efecto invernadero), de las que la industria y la energía emitieron 137,1 millones de toneladas de CO2 verificadas por el Renade. En general, las emisiones crecieron un 3,3% en total en España respecto a 2014, mientras que "prácticamente todos los países de la UE descendían".

Así, los sectores fijos representan el 40,4% (137,1 millones de toneladas) del total de las emisiones de CO2 españolas. Mientras, el 59,6% de las emisiones correspondieron a fuentes de emisión difusas, tales como el transporte, los hogares, los servicios o la agricultura.

Además, el informe destaca que las emisiones de los sectores fijos se concentran en un núcleo de 10 empresas, que emiten el 69,4% o lo que es lo mismo, 95,2 millones de toneladas, de las emisiones de gases de efecto invernadero totales.

Se trata de Endesa, con 33,3 millones de toneladas de CO2; Repsol (incluye Petronor), con 13 millones de toneladas; Gas natural Fenosa, con 12,9 millones de toneladas de CO2; Hidrocantábrico, 10,6 millones de toneladas de CO2; ArcelorMittal, 6,4 millones de toneladas de CO2; E.On, 5,3 millones de toneladas de CO2; Cepsa, 4,8 toneladas de CO2; Cemex, 3,4 millones de toneladas de CO2; Iberdrola, 2,6 millones de toneladas de CO2 y Cementos Portland, 2,4 millones de toneladas de CO2.

Solamente Endesa emite el 10% de todas las emisiones de España, tanto las fijas como las difusas y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos. A esta le siguen Gas Natural Fenosa y Repsol, que suponen un 4 por ciento aproximado cada una del total emitido en España.

En total, los sectores fijos con mayores emisiones se deben a la producción energética, las industrias con grandes procesos de combustión, el tratamiento y transformación de hidrocarburos, la industria del cemento y la transformación química.

La generación de carbón supone 50 millones de toneladas equivalentes de CO2 y supone el 72,3% de la generación total de energía, que produce en su conjunto la mitad de las emisiones fijas totales nacionales, que son casi 70 millones de toneladas de CO2.

En cuanto a la producción de cemento y cal, generan 17 millones de toneladas, el 12,5% del total, algo más que las de las refinerías de petróleo y coque (14 millones de toneladas de CO2, el 10,5%). Las industrias que dependen de grandes procesos de combustión emiten el 8,5% del total, casi 12 millones de toneladas de CO2; el resto de la industria contribuye con el 18% restante (casi 25 millones de toneladas de CO2).

Por regiones, Andalucía es la que más contamina

Por comunidades autónomas, la más emisora es Andalucía, con el 19% del total de las emisiones de las fuentes fijas de España. A esta le siguen Asturias (16%), Galicia (11%), Cataluña (10%) y Castilla y León (9%), precisamente las zonas donde están instaladas las grandes centrales de carbón excepto en Cataluña, donde la incidencia de las emisiones se debe al importante sector industrial y refinero.

Por el contrario, las comunidades autónomas que menos CO2 emiten son Navarra, Madrid, Extremadura, Cantabria y La Rioja, justo aquellas cuya economía está menos basada en el carbón.

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