Según explica la institución, la fotografía se obtuvo durante un proceso de inspección de estructuras de test formadas por tres capas de metal entre las que se deposita una fina capa adhesiva. Dichas estructuras tienen un tamaño de apenas 20-25 micrómetros, menos incluso que el diámetro de un cabello humano (que es aproximadamente de 100 micrómetros). En este caso, la apariencia de lechuga se ha originado, de forma inesperada, por parte de esa capa adhesiva que no ha sido correctamente procesada.
Los autores de la imagen son los jóvenes investigadores Jordi Llobet Sixto, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona, (perteneciente al Centro Nacional de Microelectrónica, del CSIC) y la investigadora Laura Borrachina Saralegui, de la empresa Baobab Microsystems. La imagen se ha obtenido con un microscopio electrónico de barrido (SEM, por sus siglas en inglés)