Hay que bajar hasta los puestos 201-300 para hallar las primeras universidades españolas. Ente esas cien están –citadas por orden alfabético– la Autónoma y la Complutense de Madrid, la Universidad de Barcelona y la Universidad de Valencia.
Entre las posiciones 301 y 400 se sitúan la Autónoma de Barcelona, la Politécnica de Valencia y la Pompeu Fabra de Barcelona. Por último, la Universidad de Granada, la de Santiago de Compostela y la de Zaragoza se encuentran entre el puesto 401 y el 500.
Estados Unidos es el país que lidera esta lista, publicada desde 2003 por el Centro de Universidades de Calidad Mundial de la Universidad Jiao Tong de Shangai, con ocho de los diez primeros puestos –Harvard, Berkeley, Stanford, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, California, Princeton, Columbia y Chicago–; cuenta además con 17 de las 20 mejores universidades y con 54 de las 100 primeras.
Las universidades británicas mejor situadas son Cambridge –en el quinto puesto, uno más abajo que el año pasado– y Oxford, que se mantiene en la décima posición. En total, Gran Bretaña cuenta con 38 universidades entre las mejores 500 a nivel mundial, dos menos que en la evaluación anterior.
La lista –inicialmente creada para conocer la situación de las universidades chinas– indica que las asiáticas están escalando posiciones, pues entre las 500 mejores aparecen 106 de la región Asia-Pacífico.
Por su parte, la Universidad de San Pablo (USP, Brasil), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) son las únicas latinoamericanas citadas entre las 200 mejores, en el ránking de Shanghái.
La idea de esta lista, difundida desde 2003, surgió cuando Pekín decidió dotarse de universidades de talla internacional y había que definir los criterios para que una universidad tuviera rango mundial.
