El investigador del CSIC y colaborador del estudio, Sergio Pastor, que trabaja en el Instituto de Física Corpuscular (centro mixto del CSIC y la Universidad de Valencia), señala la importancia del hallazgo: “Comparando las direcciones de procedencia de las 27 partículas con las posiciones conocidas de 381 núcleos galácticos activos, creemos que la mayoría pueden provenir de los núcleos activos más cercanos, que se encuentran a menos de 200 millones de años luz de la Tierra, como es el caso
Estos rayos cósmicos, las partículas más energéticas que existen, son protones y núcleos atómicos que surcan el Universo con una velocidad similar a la de
Hasta el momento, los investigadores han registrado 81 partículas con energías superiores a 40 trillones de electrovoltios. “Incluso después de recorrer 200 millones de años luz, la enorme energía de estas partículas subatómicas permite determinar, con pocos grados de incertidumbre, la dirección de la que procede el rayo cósmico”, explica el investigador del CSIC. De estas partículas, 27 tienen energías superiores a 57 trillones de electronvoltios y, según los autores, no proceden de la misma dirección.
El observatorio Pierre Auger
El Observatorio Pierre Auger está formado por una red de 1.600 detectores de partículas que cubren una superficie de
La investigación internacional, en la que han participado científicos de 17 países, ha sido desarrollada a partir de una idea del premio Nobel de Física James Cronin, de la Universidad de Chicago (EEUU), y de Alan Watson, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), director de la investigación.
La colaboración española la conforman investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela,
Los investigadores del CSIC han estudiado los eventos originados por partículas cósmicas que inciden en la atmósfera con mucha inclinación. En concreto, han analizado los eventos causados por neutrinos cósmicos de alta energía, que son partículas elementales neutras muy difíciles de detectar.
Fuente: Andalucía Investiga