Nash nació en 1928 en un pequeño pueblo de Virginia (Estados Unidos) y desde niño mostró un inusitado interés por las ciencias. Aunque en un principio se decantó por la química, el apoyo de uno de sus profesores al ver su talento matemático hizo que se decidiera finalmente por esta carrera. Acabó la licenciatura en tres años y fue profesor de la Universidad de Princeton, en donde sigue trabajando e investigando. Con 22 años, el joven Nash leyó en la Universidad de Princeton una tesis de tan sólo 27 folios, que casi medio siglo después le valdría el premio Nobel. "No me interesaba si el reconocimiento me llegaba pronto o tarde", aseguró ayer.
A finales de los años 50 le diagnosticaron una esquizofrenia paranoide, una enfermedad que sufrió durante treinta años.
Su aportación a la Teoría de Juegos fue el llamado Equilibrio de Nash: cuando los agentes de un juego no cooperan entre sí, existe un equilibrio por el cual el éxito de la estrategia que siga cada jugador depende de las estrategias que sigan los demás. Su descubrimiento se puede aplicar no sólo a la economía, sino a múltiples ámbitos, como la evolución de las especies biológicas o los comportamientos de los candidatos en elecciones. Por eso Nash piensa que las matemáticas "son el lenguaje universal".
Nash comparó la globalización con el calentamiento global y la proliferación de armas nucleares, todos problemas "difíciles de parar". Los avances "son rápidamente copiados" por cada país y resulta imposible conservar
Su fama de niño introvertido con dificultades para relacionarse con los demás, le sigue hasta hoy. "Tuve algunos buenos profesores, pero mi principal influencia fue
Fuente: El País