Pasar un año estudiando en el extranjero es la mejor opción para adquirir el dominio de la lengua, sobre todo, por la edad con la que se sale a estudiar y por la duración de los programas. Según la Asociación Española de Promotores de Cursos de Idiomas en el Extranjero (Aseproce) se estima que saldrán este año alrededor de 3.500 niños, de entre 12 y 18 años, que quieren hacer un curso escolar equivalente a Enseñanza Secundaria Obligatoria o Bachillerato fuera de España.
Estados Unidos y Canadá son los destinos favoritos por los que optan por un año académico en el extranjero, mientras que Europa ha bajado en preferencia para los que deciden estudiar fuera de España. “Estados Unidos se consolida como destino preferido de los españoles, sus precios competitivos lo hacen muy atractivo y a esto hay que añadir el aliciente de vivir en una cultura totalmente distinta y muy promocionada por el cine, la televisión y otros medios de comunicación”, dice la Secretaria General de Aseproce, Marta Galea.
Además, los programas de año escolar están experimentando un gran crecimiento en los últimos años, según datos de Agrupación Educativa de Cursos Académicos en el Extranjero (AECAE). El año pasado se incrementó la demanda de este tipo de programa en un 20% respecto al año anterior, y este año ha crecido en un 25 %.
Estos cursos son, según los profesionales de la enseñanza, la opción más idónea para adquirir el dominio de una lengua y es que los estudios son plenamente convalidables en España. “Al pasar un año escolar en el extranjero los chicos asimilan más fácilmente la gramática y la pronunciación”, aseguran desde Aseproce, “además, la duración del curso y la situación de plena inmersión en el idioma del país de destino hace que regresen con un dominio total del idioma”, puntualizan.
Los chicos pueden optar por estudiar en colegios públicos y privados durante una estancia media de 9 a 11 meses, y el 95% prefiere vivir con una familia nativa en vez de en régimen de internado. La mayor parte de los estudiantes, (95%) se sigue decantando por países de habla inglesa, aunque los de habla alemana y francesa han experimentado un ligero crecimiento, como consecuencia de la situación económica por la que atraviesa España.
Una de las ventajas de cursar estudios en el extranjero es que los escolares mejoran su nivel de aprobados y hay una mayor posibilidad de éxito académico, sobre todo, aumenta la nota media obtenida en el prueba de inglés de Selectividad que es de un 9.
Además, los estudiantes adquieren una serie de capacidades como aprender a desenvolverse en un entorno que no es el suyo; afrontar retos; adquirir un mayor grado de autonomía y responsabilidad; y mejorar la autoestima y la confianza en sí misma.
“Pasar un año en el extranjero supone una experiencia magnífica y feliz, más allá de aprender y dominar una segunda lengua”, aseguró Marta Galea. Al menos, el 97% de los que han pasado por esta experiencia la califica de “muy positiva”.
