En un mundo y un tiempo tan convulso, ¿cuál es su definición de éxito?
Cada uno de nosotros tiene la suya propia y, en el fondo, sabe cómo alcanzar sus propias metas. Pero es imposible llegar a esa línea, a la bandera de cuadros, si no ponemos y mantenemos el foco en el momento preciso”.
Usted se refiere con mucha frecuencia al valor de la constancia…
Es un punto de partida casi inevitable. No hay mejor receta para el crecimiento, personal y profesional, que la perseverancia, la paciencia… y la prudencia. Si estos ingredientes se unen a la ambición, entonces cada uno de nosotros puede llegar a ser imparable
¿Cómo nace su vocación de coach?
Probablemente de mi inclinación a ayudar a personas que tienen bloqueos emocionales y no pueden avanzar, que pierden el tiempo y se les agota la vida entre las manos hasta que encuentran su camino y su sentido.
Ha incidido mucho en el concepto de ‘liderazgo transformacional’…
Tengo el pleno convencimiento de que, si sabemos buscarlo, está en cada uno de nosotros. Si trabajamos la autoestima, la autoconfianza, podemos entonces sacar al líder que cada uno de nosotros lleva dentro, y que puede ser una palanca de cambio en nuestro interior y en nuestro entorno.
¿Hay cierta tendencia, quizá más de la conveniente, a la frustración?
Nos estamos encontrando un mundo donde los cambios no dependen de nosotros y tenemos dos opciones: frustrarnos o aceptarlos y adaptarnos. Hemos de tener claro hacia dónde queremos ir, tirar de coraje y de pasión, y creer en nosotros por difíciles que sean los objetivos que pretendamos.
¿Por qué está tan convencido de que necesitamos menos jefes y más líderes?
Lo estoy. Plenamente. Vivimos en una sociedad, no sólo en el ámbito empresarial, que necesita más líderes y menos jefes, más autoconfianza y menos creencias limitantes: no corren tiempos propicios para el ego-plus y sí para quienes apuestan más por el compromiso que por la obligación.
¿Es nuestra tarea pendiente aprender a trabajar en equipo?
Probablemente, desde luego una en la que hay mucho camino por delante, por mejorar. Es imposible analizar el momento que nos ha tocado afrontar sin detenernos en los efectos del trabajo en equipo, en los resultados magníficos que se obtienen cuando nos rodeamos de personas versátiles, que no temen el emprendimiento, que se animan, que se atreven a pedir consejos y ayuda. Es la hora, más que nunca, de ser valientes y de liberar barreras; de escuchar activa y empáticamente, de hacer piña.
Mar Souto Romero
Pertenece al consejo editorial de Ibercampus
Dirige querer comprender en 107.4 FM
Profesora universidad acreditada por Aneca.
Entrevista realizada por el periodista Alfonso Merlos para Ibercampus.