jueves,18 agosto 2022
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Era una de las 9 ideas erróneas más difundidas

El deporte alivia las fibromialgias femeninas, según una investigación de 7 universidades y 1 centro

Redacción
Una investigadora de la UPM lidera un estudio que analiza los beneficios de sustituir el tiempo sedentario por intervalos de actividad física en mujeres con fibromialgia.Demuestra que las pacientes que sustituyen 30 minutos de su tiempo sedentario por actividad física ligera muestran mejorías en su estado físico.Los beneficios son mayores si se sustituyen por 30 minutos de actividad física moderada.Que las pacientes afectadas no deben hacer ejercicio era una de las 9 ideas erróneas difundidas

La fibromialgia, explica la Universidad Politécnica de Madrid al dar la noticia de la investigación,  es una enfermedad que se caracteriza por una mayor sensibilidad a los estímulos dolorosos. Junto al dolor crónico, esta dolencia implica a menudo una serie de síntomas físicos y psicológicos como, por ejemplo, un aumento de la fatiga física y una disminución del bienestar.

Cristina Maestre, doctora e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha liderado el estudio que analiza los beneficios de la sustitución del tiempo sedentario por intervalos de actividad física ligera, moderada o vigorosa en población diagnosticada con fibromialgia.

El objetivo, describe la investigadora, fue “analizar las asociaciones entre la asignación del tiempo dedicado a actividades sedentarias y físicas, y los componentes de la condición física en mujeres con fibromialgia”.

Desarrollado en colaboración con investigadores de las universidades de Granada, Almería, Cádiz, Ulster (Irlanda del Norte) y el Centro Médico Universitario de Rotterdam (Países Bajos), el estudio demuestra que la sustitución teórica de 30 minutos al día de tiempo sedentario (sentado, ver televisión, etc)  por 30 minutos de actividad física ligera puede estar asociada con una mejoría en la fuerza muscular del miembro superior del cuerpo y en la capacidad cardiorrespiratoria.

Además, si se sustituye ese tiempo por 30 minutos al día de actividad física moderada, se pueden obtener “beneficios adicionales en los componentes de la condición física y permitir mayores efectos sobre el estado físico, que repercutirán de manera positiva en la capacidad de llevar a cabo las tareas de la vida diaria”, afirma Cristina Maestre.

Actividad física en pacientes con fibromialgia

Aunque los hallazgos sugieren que la actividad física moderada es la más beneficiosa para mejorar la condición física, no significa que se recomiende a todas las personas con fibromialgia. De hecho, sólo el reemplazo del tiempo sedentario por actividad física liviana produce mejorías significativas en los resultados.

“Los pacientes con fibromialgia”, explica la investigadora de la UPM, “a menudo valoran las actividades intensas como aterradoras, lo que a su vez puede provocar ansiedad y una sensación de estar siendo obligadas más allá de la propia capacidad o voluntad”. Por tanto, en el estudio se aconseja un enfoque gradual en el que las personas dediquen pequeños intervalos continuos de tiempo (30 minutos continuos) o partidos (15 minutos- 15 minutos) a la actividad física ligera y, cuando se sientan seguras, progresen a actividades de intensidad moderada.

Los investigadores concluyen que, en lugar de los programas estándar de actividad física de talla única, los objetivos y la progresión de los programas podrían basarse mejor en enfoques personalizados y se podría considerar la conveniencia de complementar la actividad física con otras modalidades terapéuticas.

 

La fibromialgia, en torno a la cual circulan 9 ideas erróneas según CuídatePlus,  es una enfermedad reumática caracterizada por dolor generalizado del aparato locomotor que se acompaña de cansancio intenso, disminución de la capacidad funcional, alteraciones cognitivas y del sueño, síntomas funcionales en diversos órganos y mal estado de ánimo.
Las incógnitas sobre esta patología persisten, a pesar de que, tal y como recuerda Carlos Bastida, responsable del Grupo de Trabajo de Aparato Locomotor de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “está identificada como entidad desde 1904”.
La gran pregunta sin respuesta es por qué se produce la fibromialgia, ya que, hoy por hoy, sigue siendo una enfermedad de causa desconocida. Sin embargo, cada vez son más las pistas con las que cuentan los especialistas. “Sabemos que existen muchos factores de tipo traumático, psicológico, infeccioso o emocional capaces de desencadenar la aparición de una fibromialgia”, expone Javier Rivera, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y reumatólogo del Hospital Universitario Gregorio Marañón, de Madrid. “También sabemos que en estos enfermos se produce una sensibilización del sistema nervioso central con activación de determinados núcleos cerebrales, hipoactividad de otros y numerosas alteraciones de los neurotransmisores cerebrales que explican bien los síntomas de la enfermedad”.
Asimismo, se ha ampliado el conocimiento de los posibles factores genéticos implicados gracias a la identificación de “varios polimorfismos genéticos asociados, lo cual justifica la presencia de familias con varios miembros afectados por la enfermedad y, por lo tanto, con mayor predisposición a padecerla”, agrega el reumatólogo.
Prejuicios en torno a la fibromialgia
Uno de los obstáculos a los que se enfrentan quienes tratan a los afectados es que actualmente no existe ninguna prueba de imagen o de laboratorio que sirva para diagnosticar la fibromialgia, aunque hay abiertas varias líneas de investigación.
Por eso, todavía hay quien sigue dudando de su existencia. Los expertos rebaten las principales creencias erróneas sobre la fibromialgia:
1- La fibromialgia no es una enfermedad real
“Es tan real como que es una de las enfermedades con peores índices de calidad de vida, si se compara con otras enfermedades, tanto reumatológicas como generales”, afirma Rivera. Bastida añade que “está considerada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1992”.
2- Se trata de un trastorno psicológico o psiquiátrico
No es un trastorno mental, sino “una enfermedad producida por una alteración de los neurotransmisores del sistema nervioso, que van a provocar una serie de manifestaciones clínicas: dolor generalizado, síntomas de ansiedad y depresiónintestino irritable, trastornos del sueño, rigidez articular y que además perciben dolor con estímulos no dolorosos y mayor dolor de lo normal con estímulos dolorosos”, apunta el médico de familia.
Lo que sí sucede a menudo es que durante el curso de la enfermedad aparecen trastornos psicológicos y depresión, producidos por la carga que supone vivir con una enfermedad crónica de estas características.
3- Hay una dieta específica para la fibromialgia
No existe ninguna evidencia de que algunos alimentos o aditivos empeoren o mejoren los síntomas de la fibromialgia. Lo que sí es cierto, según Bastida, “es que adelgazar puede ayudar a las personas con sobrepeso a disminuir la sintomatología, por lo que es necesario seguir una dieta equilibrada y evitar tóxicos como el tabaco o el alcohol”.
Para Rivera, “la mejor dieta que puede hacer un paciente con fibromialgia es la dieta mediterránea, es decir, la que hemos hecho en nuestro país toda la vida”.
4- La hipnosis y la meditación ayudan a combatir los síntomas de esta enfermedad
La terapia cognitivo-conductual y el ejercicio aeróbico moderado son, en palabras de Bastida, “los únicos tratamientos no farmacológicos que han mostrado su eficacia para mejorar la sintomatología”.
Rivera matiza que las técnicas de relajación pueden tener efectos beneficiosos en las manifestaciones clínicas de estos pacientes, pero considera que es “un error pensar que unas pocas sesiones de relajación son suficientes para combatir los síntomas; utilizar técnicas de relajación debe formar parte de la vida diaria de estos pacientes y no solo de forma ocasional o a temporadas”.
5- Es una enfermedad que no tiene tratamiento
Por los ensayos clínicos realizados en personas con fibromialgia se sabe que los diferentes tratamientos consiguen una mejoría en un tercio de los pacientes y también en un tercio de la intensidad de los síntomas. En la práctica clínica diaria, la mejoría se produce hasta en un 40% de los pacientes.
Además, se ha comprobado que el tratamiento y el seguimiento de estos pacientes evitan la progresión de la enfermedad hacia formas más graves.
El tratamiento se basa en el empleo de fármacos antidepresivos, algunos anticonvulsivantes y analgésicos para ayudar a mejorar el sueño, combatir la fatiga y la depresión, los espasmos musculares y el dolor. Además, se pauta ejercicio físico aeróbico de forma gradual y se realizan terapias psicológicas para enseñar al paciente a afrontar su enfermedad.
6- Afecta solo a mujeres y personas mayores
Esta enfermedad afecta a hombres y mujeres, aunque es mucho más frecuente en ellas. El reumatólogo explica cómo ha evolucionado el diagnóstico por sexos en los últimos años: “Teníamos la idea de que la fibromialgia afectaba casi exclusivamente a mujeres de edad media, rondando los 50 años. Sin embargo, con la introducción de los nuevos criterios de clasificación hemos comprobado un aumento del 25% de los diagnósticos, especialmente en hombres. También afecta a personas por encima de los 65 años y a niños por debajo de los 18 años, pero en ambos casos el diagnóstico de fibromialgia suele estar enmascarado por la presencia de otras enfermedades”.
7- Es una enfermedad autoinmune
No hay datos que hagan pensar en el origen autoinmune de esta enfermedad. “Últimamente han aparecido algunos trabajos que sugieren un proceso inflamatorio intracerebral por activación de las células gliales, pero sigue sin haber datos compatibles con autoinmunidad”, resalta Rivera.
8- No tiene buen pronóstico
La fibromialgia es una enfermedad crónica que no comporta un riesgo vital. “Existen cambios en su sintomatología, pudiendo mejorar o empeorar”, reseña Bastida. “El pronóstico va a depender en gran medida del tratamiento, especialmente del no farmacológico”, agrega.
Rivera tiene claro que un paciente con fibromialgia “diagnosticado a tiempo, puesto en tratamiento y vigilado periódicamente puede conseguir una buena calidad de vida”.
9- Los afectados no pueden hacer ejercicio
La realización de ejercicio físico de de forma regular es, según el representante de la SER, “el tratamiento con mejores índices de mejoría para estos pacientes”. El portavoz de la SEMG apostilla que el ejercicio aeróbico debe pautarse “de una manera progresiva, gradual y constante”. Natación, baile, paseos, caminar, bicicleta y ejercicios en agua caliente son algunos de las actividades que pueden ayudar a mejorar la sintomatología. Todo dependerá de las condiciones físicas de cada paciente.

 

 

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