Así, la segunda vuelta del 7 de mayo enfrentará al liberalismo europeísta y globalizador contra el nacionalismo proteccionista y enemigo del euro, tras confirmarse el derrumbe del viejo sistema político de alternancia entre 'gaullistas' y socialistas. Los votos de extrema derecha y extrema izquierda superan el 40%, cuando se necesitan al menos el 50% de los votos para ganar la final.
La candidata ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional, con casi 7,7 millones de votos (el 21,4% cuando se había escrutado el 97%), , y el socioliberal Emmanuel Macron, exministro de Economía del socialista Hollande, con algo más de 8,5 millones (el 23,9%), ganaron la primera vuelta en unas elecciones en que la abstención quedó reducida este domingo a apenas el 30%.
Los otros dos candidatos de los partidos que hasta ahora se turnaban en el poder sacaron también más de 7 millones de votos, por lo que de seguir sus recomendaciones es Macron sumaría el 7 de mayo más del 60% de las preferencias. Se trata del centroderechista François Fillon, de Los Republicanos, con un 19,9%, y al radical de izquierdas Jean-Luc Mélenchon, que se llevó el 19,6%, según los resultados obtenidos del escrutinio del 97de votos de los 47 millones del total del censo electoral.
Macron aspira a convertirse, a sus 39 años, en el presidente más joven de la V República, mientras que la líder del Frente Nacional intentará ser la primer mujer en alcanzar la jefatura del Estado. Los otros cinco candidatos sumaron menos de cinco millones de votos.

Macron: “Hemos cambiado la cara de la vida política francesa
El candidato del movimiento En Marche, nombre que juega con las siglas de su líder, aseguró tras conocer los resultados: “Hemos cambiado la cara de la vida política francesa” . El ambiente en el cuartel general de Macron, en la parisina Puerta de Versalles, era de euforia absoluta cuando se dieron a conocer los sondeos de las televisiones francesas, con gritos de “¡Macron, presidente!”.
Le Pen, por su parte, llamó a “liberar al pueblo francés”, ya que, a su juicio, “está en juego la supervivencia de Francia”. En un discurso grandilocuente en su feudo electoral de Hénin-Beaumont, en el norte del país, consideró que “el gran desafío en estas elecciones es la globalización salvaje” y opinó que con su acceso a la segunda ronda, su partido, ha “dado el primer paso para que los franceses lleguen al Elíseo”.
En quinto lugar, a mucha distancia de los cuatro primeros, se confirmaría la debacle electoral del candidato socialista Benoît Hamon, con entre un 6 % y un 7 % de los votos, acosado incluso en ese lugar por el soberanista Nicolas Dupont-Aignan (sobre el 5 %).
Le Pen: “El gran desafío es la globalización salvaje”
Hamon, tras reconocer el “fracaso”, e incluso “muerte”, de la izquierda francesa, fue el primer candidato a salir a pedir el voto para Macron en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas del 7 de mayo para “frenar” a la ultraderechista Marine Le Pen.
El aspirante socialista fue el gran derrotado de la jornada al no haber obtenido más de un 6 % ó 7 % de los votos según las primeras estimaciones hechas sobre voto real, tras el cierre de los colegios electorales.
Fillon: Le Pen “llevaría al país a la quiebra y a Europa al caos”
El conservador Fillon se responsabilizó de su fracaso y también se sumó a pedir el voto para el socioliberal. El ex primer ministro aseguró que el Frente Nacional de Le Pen “es conocido por su violencia y su intolerancia” y su programa “llevaría al país a la quiebra y a Europa al caos”. “El extremismo solo aporta infelicidad y ruina”, aseguró el candidato conservador, tercero según las estimaciones de voto.