El historiador Nick Pelling, autor del estudio, sostiene que el primer telescopio podría ser obra de un óptico español que responde al nombre de Juan Roget, quien vivió en la ciudad catalana de Gerona (noreste de España) a finales del siglo XVI y principios del XVII.
Pelling basa su teoría en otra investigación divulgada en 1959 por el optometrista español José María Simón de Guilleuma (1886-1965), quien rastreó las primeras menciones del artilugio en testamentos realizados en Cataluña a finales del siglo XVI.
Tradicionalmente, la invención del telescopio se ha atribuido al fabricante de lentes holandés Hans Lipperhey (1579-1619). Este dio a conocer su ingenio -un rudimentario tubo con lentes cóncavas y convexas- en el otoño de 1608, en plena Guerra de Flandes (1568-1646), que enfrentó a varias provincias protestantes rebeldes contra su soberano, el rey español Felipe II (1527-1598).
El 2 de octubre de 1608, Lipperhey solicitó la patente del aparato, pero días después las autoridades informaron de un «hombre joven que había demostrado lo mismo con un instrumento similar». Otro fabricante de lentes neerlandés, Jacob Metius de Alkmaar (1571-1628), también hizo gestiones para patentar un telescopio.
La idea no tardó en difundirse por Holanda y Europa, donde Galileo Galilei (1564-1642) perfeccionaría más tarde el revolucionario invento, y escapó al control de las autoridades, que acabaron negando la patente a Lipperhey y a Metius de Alkmaar.
En Italia, varios inventores reclamaron la gloria de haber creado el telescopio, mientras el milanés Girolamo Sirturi escribió en un libro de 1618 que el «primer inventor» del aparato era un «hombre viejo y atrofiado» que conoció en Gerona y se llamaba Roget.
Ante esa legión de supuestos creadores, Pelling cree que los «aspirantes holandeses» a la paternidad del telescopio «mintieron y disimularon hasta cierto punto», al tiempo que abraza la pista de Sirturi, explorada también por Guilleuma, como la más plausible.
Guilleuma, casi un desconocido entre los historiadores del telescopio y con el que el experto británico se topó inopinadamente durante una búsqueda en Internet, encontró en un registro oficial referencias a la muerte de la esposa del gerundense, Juana. El optometrista averiguó que Roget, fallecido entre 1617 y 1624, procedía de una familia de fabricantes de lentes de Barcelona, detalles que coinciden con los esgrimidos por Sirtori.
Guilleuma fue aún más lejos e investigó la existencia de «ulleras» (término español que antaño significaba monóculo y después se usó para nombrar al telescopio) en testamentos de habitantes de Barcelona que pudieron comprar el artefacto de Roget. La referencia más antigua data del 10 de abril de 1593, cuando un tal Don Pedro De Carolona legó «una ullera larga guarnida de latón» a su esposa, Doña María de Cardona y Eril.
Pelling, empero, admite que ese artefacto bien podría haber sido una gran lente sujeta a un palo largo. Sin embargo, Guilleuma descubrió también que, entre los efectos de un marchante catalán llamado Jaime Galvany subastados el 5 de septiembre de 1608, figuraba «una ullera de larga vista» que, según el historiador, sí que «suena al telescopio de Roget».
En opinión de Pelling, Juan Roget y sus clientes quizás no se dieron cuenta del potencial científico y comercial de la invención. El experto británico, que asegura haber mantenido contactos con la familia de Guilleuma y espera poder examinar documentos del optometrista que aún no han visto la luz, considera que esas pruebas pueden cambiar la historia del telescopio. Y Pelling deja en el aire un interrogante: «¿Habrán mirado los astrónomos al cielo con ojos españoles en los últimos 400 años?».
Resumen histórico de la invención del telescopio
Las pistas citadas por Wikipedia sobre la invención española del telescopio por parte de Roget son las que siguen:
1618.- Jerónimo Sirturi saca a la luz la obra de los Roget en su obra: Telescopium: sive ars perficiendi novum illud Galilaei visorium instrumentum ad sydera in tres partes divisa (Telescopio, o la técnica y sentido de la nueva visión de Galileo de las estrellas, en tres volúmenes).7
1926.- La Enciclopedia Espasa explica, en las entradas Roget y Telescopio, como Jerónimo Sirturi, discípulo de Galileo, cuando tuvo en sus manos un telescopio, pensó que encontraría gran utilidad llevándolo a España. Emprendió su viaje y, apenas había atravesado los Pirineos, se encontró con que un español echó por tierra sus intentos de presentar los instrumentos con los que pensaba sorprender a los sabios españoles. El mismo cuenta este encuentro en su libro en latín, he aquí una traducción parcial:
- «..Tomé pues, el camino de España … y al llegar a Gerona se me acercó un cierto arquitecto curioso pidiéndome que le permitiera ver mi telescopio. Disgustado por la importunidad de aquel hombre, me negué al principio, pero insistió de tal manera, que me hizo pensar si estaría dedicado también a este arte. La sospecha no me engañó porque después de haber observado hasta la saciedad un árbol distante, me manifestó el deseo de reconocer y manejar las lentes, accedí a su pretensión, seguro de que, aunque quisiera imitar el instrumento, su edad avanzada no correspondería a las fuerzas de su ánimo.
Frederic Maignet, en su libro «Apuntes sobre los cuatro grandes astrónomos«, también escribe lo siguiente:
«..Preciso es decir que este magnífico instrumento, que debería marcar época en la historia de la astronomía, era conocido como objeto de curiosidad en el siglo XVI. Un español llamado Roget los había construido con toda perfección, y el mérito de Galileo sólo consistió en aplicarlo a las observaciones astronómicas».
La misma relación hace Robert Collin en su libro «Resumen de historia«.
1958.- Simón de Guilleuma investiga la familia Roget mencionada en el libro de Sirturi y aporta pruebas documentales de que, antes de 1593, en talleres barceloneses se habían construido “anteojos de larga vista”.89
1979.- El Dr. José María López Piñero retoma los artículos de la Enciclopedia Espasa, y los amplía al hacer públicos los estudios de Guilleuma sobre los Roget y los ullerers catalanes establecidos a partir del siglo XIV en su libro: Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII.10
2008.- Nick Pelling saca a los medios la importancia primigenia de los telescopios de los Roget en un artículo de octubre de 2008 en la revista History Today.611