Los estudiantes franceses de 51.000 colegios y 71.000 institutos tendrán prohibido por esta ley usar teléfonos móviles en cualquier lugar de la escuela, como anticipó Ibercamous a principios de junio. Esto es resultado del esfuerzo del Gobierno de Macron para la "desintoxicación" de los jóvenes, Busca impulsar una generación sin adicción a las pantallas, como prometió en la campaña electoral.La nueva ley se llama "Ley Detox", ya ha sido aprobada por la Asamblea Nacional ,y tendrá efecto a partir de septiembre de este 2018.
La prohibición de usar teléfonos móviles se extiende a cualquier lugar de la escuela por la nueva ley aprobada para la "desintoxicación" de los jóvenes, con la que buscan impulsar una generación sin adicción a las pantallas. Las cifras estadísticas disponibles indican que más del 90% de los niños entre 12 y 17 años tienen un teléfono móvil y acuden con él al colegio. El presidente Emmanuel Macron prometió durante su campaña electoral prohibir los smartphones para los niños en guarderías, escuelas primarias y secundarias.
La nueva ley dispone que ningún estudiante, bajo ninguna circunstancia, podrá hacer uso de un dispositivo móvil ya sea en clase, patios, durante el recreo o descansos, ni en ningún otro lugar de la escuela. Durante el debate parlamentario, los partidos de oposición plantearon dudas importantes porque no se dieron detalles de cómo harán los colegios para hacer cumplir esta ley, pues final se decidió que cada institución implementaría sus propios métodos y reglas.
Los legisladores del partido 'La République En Marche', al que donde pertenece el presidente Macron, mencionaron que con esta ley, los jóvenes ahora poseían el "derecho a desconectarse" durante el día escolar. Algunos miembros de este partido incluso intentaron ir un paso más allá, al proponer que la prohibición aplicará también a los profesores y todos los adultos del plantel, lo que ayudaría a dar el ejemplo a los estudiantes.
La idea inicial era que los niños llegarán sin smartphones al colegio, mientras que los adultos deberían dejarlos en un sitio por determinar dentro del mismo colegio. Jean-Michel Blanquer, ministro de educación, quitó a los adultos del debate y mencionó que esto no era necesario.Asimismo, Blanquer propuso que todos los colegios tuvieron casilleros para que los estudiantes dejaran ahí sus móviles al llegar al colegio, tal y como se hace hoy día con los ministros antes de las reuniones del gabinete. Ante esto, la mayoría de los colegios no estuvieron de acuerdo, ya que el colocar casilleros para cada uno de sus estudiantes "sería costoso, poco práctico y difícil de controlar".
El objetivo de esta ley es que las personas reflexionen sobre el uso de smartphones en la sociedad, incluidos los adultos, ya que aseguran que los niños se han vuelto extremadamente adictos a los móviles y no pueden concentrarse en sus estudios. Respecto a esto, algunos grupos de derechos humanos buscan que se dé marcha atrás a esta ley, advirtiendo que las escuelas no tienen el derecho legal de prohibir teléfonos.