Y para dejar claro que su oferta no son solo palabras, ha anunciado que a principios de este año impulsará la votación de una ley "traducir lo más rápido posible esta reforma en la realidad".
El dirigente francés ha reconocido que el 2013 ha sido un año "difícil porque la crisis se ha revelado más fuerte y más profunda de lo previsto" y "el estado del país" ha necesitado un incremento de los impuestos que –ha admitido– han alcanzado un nivel "muy alto". "El paro ha seguido a un nivel elevado, aunque la tendencia estos últimos meses mejora", ha dicho como única referencia a la meta que se había fijado para el 2013 de invertir la curva ascendente del desempleo. Para el 2014 ha apuntado que "solo (tiene) una prioridad, un objetivo, un compromiso: el empleo".
Plan para reducir el gasto público
Hollande también ha avanzado que en el 2014 tiene previsto asumir una serie de "decisiones fuertes", tres de las cuales ha considerado "esenciales". Se trata en primer lugar de "reducir el gasto público" porque a su juicio se puede "hacer más gastando menos" en las administraciones públicas, pero también en la Seguridad Social, donde hay que "acabar con los excesos y con los abusos". Las otras dos grandes decisiones de este nuevo año son simplificar los procedimientos administrativos y "la transición energética".
El jefe del Estado francés se ha felicitado porque en el 2013 "Europa ha conseguido superar por fin la tormenta financiera que atravesaba desde el 2008" y ha expresado su deseo de que las elecciones europeas del próximo mayo sean "la ocasión para promover una mayoría política centrada en el empleo y en la solidaridad, y no en la austeridad ni en el egoísmo nacional".