jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioGobernanza económicaDigitalizaciónLa crisis de los microchips hunde el stock de los concesionarios y...
Tras una década marcada por la transformación tecnológica

La crisis de los microchips hunde el stock de los concesionarios y cuestiona el futuro del sector

Redacción
La denominada "crisis de los microchips" es un ejemplo de lo que puede provocar la sobredemanda de elementos tecnológicos en los sectores que han acelerado su transformación digital y que, como en el caso de la automación, son críticos para la industria de países como España.

Los últimos datos de la Encuesta Coyuntural sobre Stocks y Existencias del INE correspondientes al segundo trimestre de 2021 confirman una realidad que, a la vuelta del verano, se ha convertido en drama para miles de concesionarios y talleres.  

Y es que la caída del stock de estos comercios registró a partir de abril una caída que, en términos interanuales, ya supera la de los peores momentos del confinamiento de hace un año.

La razón de esta situación es la falta de componentes de alta tecnología en un mercado saturado por una demanda que los productores no pueden satisfacer.

La pandemia provocó una explosión del consumo de productos tecnológicos, desde teléfonos a ordenadores y otros equipos, por parte tanto de particulares como de empresas ante la que la industria del automóvil, cada vez de más dependiente de los mismos componentes, pierde la batalla por el acceso a las materias primas.  

En el segundo y tercer trimestre del año pasado ya vivimos esta situación, pero algo más difuminada por los confinamientos, las restricciones al tráfico internacional de viajeros y mercancías y el cierre temporal de comercios en nuestro país.

Pero este año, las nuevas oleadas de la pandemia no se han traducido en medidas similares y, aun así, la caída se ha ido acentuando.  

Eso sí, para el automóvil. Si comparamos la variación interanual del índice del nivel de existencias de mercaderías en los concesionarios y talleres con la del resto del comercio (al por mayor o por menor) apreciamos que la caída sufrida por la actividad vinculada a la automoción no es comparable.

Hay que tener en cuenta que ese comercio también incluye componentes tecnológicos, aunque el INE no los ofrezca de manera desagregada.  

¿Se veía venir?

También se aprecia que a partir de 2019 se venía produciendo una desaceleración que sólo en la segunda mitad de 2019 parecía anotarse una cierta recuperación. Aquí entra en juego el freno al crecimiento económico detectado antes de la pandemia, como se aprecia en el resto del comercio.

¿Pero también una cada vez mayor competencia por los componentes tecnológicos?

La transformación tecnológica ha sido un dinamizador clave en la industria del automóvil durante la última década. La competencia por ofrecer nuevos vehículos más inteligentes y eficientes energéticamente también ha tenido un eco en su comercio y contribuyó, entre otros factores, a compensar la caída de la actividad provocada por la crisis financiera.  

Esto se ve más claro al analizar el índice de stock que se remonta a 2013. Pese a los descensos interanuales entre 2018 y 2019, la subida seguía siendo imparable y muy superior al resto del comercio, incluso en la primera mitad de 2020, cuando se frena en seco.

Y la situación no sólo no se corrige en 2021, pese al rebote en los primeros meses, sino que se agrava en el segundo trimestre. Siendo el tercer trimestre un periodo tradicionalmente marcado por un descenso en el stock de concesionario, nada hace pensar que los datos mejoren, como apuntan las informaciones difundidas por el sector.

La clave es si se podrá encauzar la actividad en el cuarto trimestre de este año y el primer trimestre de 2022, algo en lo que las voces de los expertos y patronales son unánimemente pesimistas.         
 

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad