jueves,18 agosto 2022
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Usa DNI electrónico y certificados FNMT el 1% de españoles

La mala identidad electrónica española frena el avance digital hasta en finanzas y administraciones

Redacción
La ventaja competitiva que tenia España en identidad electrónica está quedando relegada frente a modelos como el italiano o el alemán por falta de visión, pese a que esos sistemas son más ineficientes y se encuentran en retroceso por su alto coste y complejidad. Lo dice la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), según la cual ello impide al Estado funcionar en tiempo real y liberar un impacto de hasta un 13,6% del PIB o emerger el fraude de 254.000 millones de economia sumergida.

La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) ha analizado en su informe ‘AEFI Voice’ la situación de la identidad digital en España, horas después de que nuestra Administración Pública Electrónica se presentará como la segunda de la Unión Europea (UE) en el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI de la Comisión Europea. donde España retrocede y casi la mitad de los españoles todavía carece de competencias digitales básicas y un 9% nunca ha utilizado Internet con datos previos al COVID-19, tras cuya pandemia se ha acelerado la transformación digital en todos los países.

Actualmente según AEFI existen dos proyectos de ley en tramitación relacionados con este ámbito que resulta clave en el escenario posCovid. Uno es sobre servicios electrónicos de confianza. El otro, sobre medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al Covid-19.Según explican desde AEFI, la nueva legislación busca agilizar trámites en el ámbito público y privado, con la emisión de certificados electrónicos cualificados. Este elemento permitiría un ahorro y una mejora de la eficiencia sustancial para la administración, así como “aflorar una parte considerable de la economía sumergida, liberando casi un 14% del PIB”.

1. eIDAS, pendiente de desarrollo en España.El eIDAS (reglamento europeo que establece un marco jurídico común para los servicios de confianza y los medios de identificación electrónica) se aprobó en 2016, pero como se apunta en el informe de AEFI, todavía no se aplica en su totalidad en España. Supone para la identidad lo que fue el euro para la moneda en 1999: la homogeneización de un asunto fundamental para crear un Mercado Único Digital. Se trata del germen del DNI europeo, con el que más de 500 millones de ciudadanos y miles de empresas podrán realizar transacciones electrónicas seguras que antes requerían presencia física.

2. España, una anomalía en Europa. El Real Decreto-Ley 11/2020, de 31 de marzo, por el que se adoptaron medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al Covid-19, autorizó la emisión de certificados electrónicos cualificados por parte de los Prestadores Cualificados de Servicios de Confianza, de forma totalmente online. Sin embargo, unas puntualizaciones restrictivas, realizadas por la Subdirección General para la Sociedad Digital, limitaban el efecto de esta autorización, acotando sus usos y ordenando la revocación de los certificados, una vez finalizara el estado de alarma.

3. La digitalización de la Administración, una asignatura pendiente. España no supera el 20% de madurez en la digitalización de la Administración Pública, si se tiene en cuenta el grado de avance de los trámites digitales y el uso por la parte de los ciudadanos. El DNI electrónico y los certificados FNMT tienen, según destaca AEFI, un uso casi residual (menos del 1%), “debido a la dificultad de uso y de acceso”, por lo que su utilización se circunscribe “principalmente a trámites obligatorios para autónomos y empresas con la Agencia Tributaria”.Por otro lado, hay sectores regulados como el financiero o el de las telecomunicaciones que ya pueden adquirir clientes online en cualquier momento y parte del mundo y la Administración Pública lo necesitará en el escenario posCovid, “para apoyar la reactivación de la economía y facilitar el acceso a los ciudadanos a sus servicios. Se estima que el Mercado Único Digital podrá generar más de 30 billones de euros en el mercado europeo en los próximos 5 años, convirtiéndose en el principal impulsor de la competencia en sectores clave de la economía, incluida la Administración Pública”.

4. España, no aprovecha su ventaja competitiva en soluciones de identificación. Pese al retraso en la aplicación de la normativa comunitaria eiDAS, AEFI recuerda que España fue un país pionero en la implantación de soluciones que permitían la identificación a distancia aceptadas e impulsadas por el SEPBLA que, durante el año 2019 en España, permitieron identificar a mas de un millón de usuarios en el mercado financiero. “No obstante, esta ventaja competitiva que permite nuestra normativa está quedando relegada frente a modelos como el italiano o el alemán por falta de visión, pese a que dichos sistemas son mas ineficientes y se encuentran en retroceso por su alto coste y complejidad. En este sentido, algunos Prestadores de Servicios de Confianza españoles están ya están notando los efectos de esta falta de visión, siendo adquiridos por prestadores homólogos de otros países que no cuentan con tantas ataduras en el reto digital”.5. El reto de desarrollar una identidad digital. "La identidad digital, sencilla de obtener y fácil de usar, a pleno rendimiento, permitiría que el Estado pudiera funcionar en tiempo real y liberar un impacto de hasta un 13,6% del PIB, según un estudio elaborado por McKinsey, y lograría que emergiera gran parte del fraude de la economía sumergida en España”, señala el informe, que los técnicos de Hacienda cifran en 254.000 millones de euros al año. “Además, la identidad digital es clave en la introducción de la moneda y pagos electrónicos, para eliminar el dinero en papel, lo que podría suponer un ahorro de 600 millones anuales”.

Ibercampus.es, contra el fraude fiscal y empresarial, la manipulación y el tráfico ilegal de datos

Una economía más sostenible y digitalizada, autónoma y circular, no fundamentada en la aceleración y el crecimiento, sino en valores como los defendidos por el reciente manifiesto del consejo editorial de Ibercamous.es, dentro del nuevo espacio y tiempo digital del teletrabajo, el e-learning y el e-comercio , debe dar prioridad a la lucha contra el fraude fiscal y empresarial, la manipulación y el tráfico ilegal de datos de los ciudadanos para prevenir el cibercrimen y garantizar la privacidad ante los abusos de los nuevos oligopolios bigtech. Esta crisis debe servir para impulsar cambios estructurales en ese sentido, liderados desde los poderes públicos y que afronten los desafíos de la inteligencia artificial, la robótica u otros ámbitos de automatización, compensados con mejor formación para el empleo y formas coordinadas hacia una Renta Básica Universal y una deuda pública que no frene la inserción de las jóvenes.También mayor exigencia en los informes de información no financiera de las empresas y administraciones públicas y sus centros docentes, a fin de demostrar realmente que cumplen cada uno de sus actuales 183 targets. Para ello, los estados deben recuperar y defender la identidad digital de cada persona física y jurídica, así como garantizar que sirva para medir sus impactos en el cumplimiento legal y los ODS 2030, con participación de los institutos nacionales de estadística y posibilidad de que esas estadísticas  de RSC ( incluidas las de reclamaciones de consumidores y usuarios) sean sometidas a evaluación colaborativa y participativa de la sociedad, mediante el recurso a tecnologías como el blockchain.

España pierde posiciones en digitalizacion, sobre todo de pymes y de su capital humano, según el DESI 2020 de la Comisión Europea

Con 87,3 puntos, España supera la puntuación media europea (72 puntos) y se sitúa tan solo a dos puntos del país que tiene la mejor Administración Electrónica de la Unión Europea. La peor puntuación se ha obtenido en la digitalización de las empresas, especialmente de las pymes, y en las capacidades digitales básicas.

El DESI es un índice que mide el nivel de competitividad de cada uno de los países de la Unión Europea en el ámbito digital, a través de cinco componentes: conectividad, capital humano, uso de Internet, digitalización de empresas y servicios públicos digitales. Este índice ofrece un seguimiento de los avances realizados por los estados miembros en materia de digitalización.

En términos generales, España cae una posición en el ranking del DESI con respecto al año pasado y ocupa el 11º puesto de los 28 Estados miembros. España supera la media europea (52,6 puntos) y vuelve a situarse por delante de sus países vecinos y las grandes economías europeas, como Italia, Francia y Alemania. La puntuación global de España es de 57,5 puntos (el índice compuesto se puntúa de 0 a 100, siendo 100 el valor máximo posible).

En conectividad, España mantiene su 5ª posición, con 60,8 puntos, muy por encima de la media europea (50,1 puntos). Esto es gracias, sobre todo, a la implantación de la banda ancha móvil, la cobertura 4G y el despliegue de redes de fibra óptica (FTTP).

Pero en la integración de las tecnologías digitales en las empresas, España ocupa el puesto número 13 entre los países de la UE, puntuación media de la UE (alrededor del 41%).El 43% de las empresas españolas cuenta con un sistema electrónico de intercambio de información; el 11% accede a análisis de macrodatos; el 16% utiliza la nube y casi un tercio tiene, al menos, dos cuentas en redes sociales para promocionar sus productos y servicios. El 19% de las pymes vende en línea, pero solo el 7% de todas las pymes realizan ventas transfronterizas a otros países de la UE.

Suspenso en habilidades digitales del capital humano

Lo peor con todo es que España está por debajo de la media de la UE en los indicadores de capital humano. Aunque ha mejorado su puntuación, casi la mitad de la población española todavía carece de competencias digitales básicas y un 9% nunca ha utilizado Internet. Además, el número de especialistas en TIC sigue siendo ínfimo (3,9%), a pesar de ir aumentando poco a poco cada año.

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