jueves,18 agosto 2022
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Promete devolver poder al pueblo y congela ayuda hipotecaria

La presidencia de EEUU no modera a Trump y avergüenza al mundo civilizado

Redacción
Las previsiones de moderación de un Trump ya presidente no se confirman. Populismo, nacionalismo, agresividad, cinismo y falsedad dominaron en sus primeras palabras, entre otras de "devolver el poder al pueblo" cuando sus actos iniciales tuvieron entre un cuarto o sexto menos público que Obama. Las primeras medidas de su administración han sido congelar las ayudas de hipotecas a lo pobres y cambiar la política climática.Alzas de tipos de interés y vueltas a la desregulación son ya esperadas.

La prensa impresa española muestra unánime su sorpresa por el hecho de que la presidencia norteamericana no modere a un presidente que se dirigió como tal a la Nación como en un mitin electoral, sin llegar a mostrar la vergüenza ajena del mundo civilizado por la erosión de los valores de esa civilización. Donald Trump se convirtió este viernes en el 45º presidente de los Estados Unidos con el lema "América primero"y un discurso tras la jura de su cargo aue comprometió devolver el poder al "pueblo", para que los "olvidados" dejen de serlo, y aseguró que antepondrá los intereses del país en "todas las decisiones" que tome, cuando sus actos indican lo contrario."Nunca volveréis a ser ignorados. Juntos vamos a hacer que Estados Unidos vuelva a ser fuerte", enfatizó Trump. Minutos antes, a las 12.00 en punto, hora local, juró su cargo en una ceremonia a los pies de la cúpula del Capitolio y sobre dos biblias, una de su propiedad y otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por Barack Obama en sus dos investiduras.

En su discurso, de unos 16 minutos de duración, subrayó que "todas las decisiones sobre comercio, impuestos, inmigración y asuntos exteriores se harán para beneficiar a los trabajadores y a las familias estadounidenses". Trump dijo que seguirá "dos reglas sencillas: comprar productos estadounidenses y contratar a ciudadanos estadounidenses". Esta misma filosofía la aplicará a las relaciones internacionales, ya que indicó que buscará la "amistad" con los demás países, pero siempre bajo la máxima de situar "primero" los intereses de los estadounidenses. En este punto, criticó que durante décadas EEUU ha "subvencionado a los ejércitos de otros países" y ha "defendido las fronteras de otros países" al tiempo que no defendía la suya. "Reforzaremos viejas alianzas y formaremos nuevas. Y uniremos el mundo civilizado contra el terrorismo radical islámico, al que erradicaremos completamente de la faz de la tierra" anticipó el nuevo presidente.

Trump insistió en sus ataques a la clase política, al resaltar que ayer no se transferia simplemente el poder de una administración a otra, o de un partido a otro, sino que era una devolución del poder "al pueblo". Al respecto, señaló que mientras en Washington sus políticos "prosperaban", las familias trabajadoras "tenían poco que celebrar". "Eso cambia aquí y ahora", prometió, y enfatizó: "El 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que el pueblo volvió a ser el gobernante de esta nación". Por último, hizo un llamamiento a la unidad: "compartimos un corazón, un hogar y un glorioso destino". Defendió que todos los estadounidenses, tanto si el color de la piel es "negro, marrón o blanco", comparten "la misma sangre de los patriotas" y resaltó que la nación unida es "totalmente imparable".

La toma de posesión de Trump y el desfile posterior al almuerzo en el Capitolio fue seguido en las calles de Washington por entre 700.000 y 900.000 personas, según las estimaciones, la cuarta o sexta parte menos que con Obama, aunque ahora algunos eran manifestantes en contra.

Más de 200 detenidos en las protestas contra Trump

Los detenidos en los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Washington durante la toma de posesión de Donald Trump se elevan a 217 mientras que seis agentes sufrieron heridas leves, según informó el jefe de policía de la ciudad. Numerosas protestas se sucedieron a lo largo de las ciudades de todo EEUU, que se saldaron con incidentes aislados. Pero una mayor manifestación contra Trump está previsto que se celebre este sábado. Se trata de la Marcha de las Mujeres, que comenzó a organizarse la misma madrugada del triunfo electoral del candidato republicano, y a la que han ido sumándose otros colectivos sociales.

Mientras, una decena de legisladores demócratas advirtieron al nuevo presidente de que le plantarán cara desde el Congreso si trata de dañar a la comunidad inmigrante, a la que prometieron proteger con "uñas y dientes".Durante la jornada, se produjeron reacciones y felicitaciones de distintos mandatarios internacionales tras la jura como presidente de EEUU de Donald Trump. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, abogó por establecer un "diálogo respetuoso" que sitúe a la "soberanía" en el centro de las relaciones entre ambos países.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, felicitó a Trump y subrayó el "sólido compromiso" con la defensa común. Desde Reino Unido, el ministro de Exteriores, Boris Johnson, expresó el deseo de que se mantengan los "sólidos lazos" entra ambos países.En España, el Rey envió un telegrama de felicitación a Trump para darle la enhorabuena en el día de su toma de posesión. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, deseó éxito en su gestión al nuevo presidente y confió en que se mantengan las buenas relaciones que EEUU tiene con España, como "socios y aliados". Rajoy calificó de "magnífica, provechosa y útil" la relación con el presidente saliente, Barack Obama. Por su parte, el responsable de la Política Exterior y Unión Europea de la Comisión Gestora del PSOE, Ricardo Cortés, señaló que el discurso de Trump se aleja de "la cooperación entre países". El secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, hizo un llamamiento a "reconstruir la unidad popular", porque advirtió de que en caso contrario "lo harán las fuerzas xenófobas y reaccionarias". 

Canceladas las ayudas hipotecarias y contra el cambio climático

 Justo 45 minutos después de que Trump proclamara la entrega de Washington a la ciudadanía, la cadena de televisión financiera CNBC informaba de que el Departamento de Vivienda ha decidido cancelar "con carácter inmediato" el incremento de las ayudas para el pago de hipotecas decidido por el Gobierno de Barack Obama, y que iba a entrar en vigor el viernes próximo.

Las ayudas para las hipotecas habían sido incrementadas para compensar la subida de los tipos de interés derivada, precisamente, del hecho de que el mercado prevé más inflación con Donald Trump. Según el equipo de Obama, el objetivo era recortar en medio punto porcentual los intereses de las hipotecas de personas de ingresos medio y bajos, lo que se traduciría en un ahorro medio de 500 dólares (470 euros) anuales.

Dos horas después de la jura del cargo, la web oficial de la Casa Blanca había eliminado absolutamente todas las referencias a la expresión "cambio climático", un término que ocupaba un lugar prominente en el anterior diseño de la página con Barack Obama. El nuevo diseño incluye "el compromiso del presidente de Trump de eliminar políticas dañinas e innecesarias, como el Plan de Acción del Clima y la normativa Aguas de EEUU", dos regulaciones que, como su nombre indica, tienen como objetivo proteger el medio ambiente.

Al mismo tiempo, la web de la Casa Blanca también cambió. Eso era previsible, aunque lo que más inusual era que, en lugar de una foto de carácter institucional de Trump y Pence, la imagen fuera exactamente la misma que la de la web de la campaña electoral de los candidatos republicanos.

"América, primero", titulan los diarios

"América, primero" es el titular dominante en la mayoría de los diarios en primera página. Así lo hacen ABCLA VANGUARDIAEL PERIÓDICO y LA RAZÓN. En parecidos términos, EL MUNDO titula en su primera: "América para los americanos". En páginas interiores, también destaca el lema de Trump: "América, primero". Por su parte, EL PAÍS abre con otra frase del discurso del nuevo presidente: "Vamos a traspasar el poder de Washington al pueblo". En los diarios económicos, CINCO DÍAS ve al mundo "en manos de Trump", mientras que EL ECONOMISTA dice que "Trump promete frenar el 'saqueo' de los países que roban el trabajo".

En el análisis del discursoEL PAÍS dice que reflejó "el populismo más agresivo y el nacionalismo más desacomplejado". Según este diario, fue "un discurso más populista que conservador, y también nacionalista, con acentos victimistas y autárquicos". De igual modo, EL MUNDO señala que en su discurso el nuevo presidente hizo "la misma combinación de populismo y nacionalismo que le ha llevado" a la presidencia. Para este diario se trata de un mensaje que "está en contradicción total con el Partido Republicano", que son "el partido del libre mercado, de la liberalización comercial y del no intervencionismo del Estado en la economía".

Para ABC, Trump revistió su discurso de "patriotismo y populismo" y "redujo a la nada el legado de Obama". En la crónica de su corresponsal en Washington, señala que "Donald Trump va a seguir siendo Donald Trump", y que "ni el boato de la toma de posesión" fue capaz de "elevar la forma y el discurso del promotor inmobiliario". LA RAZÓN dice que "Trump abre una era populista y nacionalista", y subraya que el discurso fue "100%ñ Trump".

LA VANGUARDIA ve en el discurso de Trump "una convocatoria de tono revolucionario", que en realidad "plantea una involución populista contra la globalización mediante un nacionalismo exacerbado, el aislacionismo internacional, el regreso al proteccionismo y un desprecio por la política de imprevisibles consecuencias". Según EL PERIÓDICO, "Trump se inviste héroe del pueblo". Para este diario, "el presidente retoma su tono radical en un discurso populista y patriotero".

CINCO DÍAS considera que se abre "una nueva era en la política en la economía global". EL ECONOMISTA dice que Trump repitió en su discurso "sus consignas populistas y nacionalistas". Expertos, citados por este diario, creen que los propios republicanos harán la oposición a Trump en el Congreso.

Valoraciones editoriales de la prensa impresa española 

La toma de posesión de Trump ratifica el pesimismo sobre su presidencia (EL PAÍS): "El mundo "debe prepararse para atravesar tiempos difíciles llenos de turbulencias y actitudes tan hostiles como imprevisibles". Trump ofreció una visión distorsionada de su país y del mundo y su discurso supone "una abdicación completa por parte de EEUU de su trayectoria y responsabilidades para pasarse al aislacionismo, unilateralismo y proteccionismo". Tras protagonizar "una de las transiciones más tumultuosas que se recuerdan, el ya presidente de EEUU demostró ayer no estar a la altura de la magistratura que aceptó desempeñar ni de la Constitución que prometió defender". Su discurso fue de campaña electoral, "lleno de frases fáciles y vacías, clichés y tópicos que en lugar de disipar los peores temores, los confirman". "Toca ahora, dentro y fuera de EEUU, estar vigilante". Igual que Obama anunció en su despedida que intervendría si Trump se extralimitaba y dañaba derechos o libertades básicos de los estadounidenses, los demás países también deberán fijar con toda claridad cuáles son las líneas rojas que no piensan dejar sobrepasar a Trump".

Con populismo no se puede pilotar un país como EEUU (EL MUNDO): El nuevo presidente "regala los oídos a esos sectores que mayoritariamente le votaron en noviembre. Pero emplea la demagogia y plantea soluciones que se antojan desastrosas". "Sonroja que un empresario de éxito ignore que si EEUU es la primera potencia económica, cultural o militar del mundo, se debe a la capacidad que ha demostrado siempre para sacar rédito de las reglas del libre mercado global que ha contribuido a expandir". El discurso de Trump "suena caduco" y no parece consciente del mundo tan complejo y globalizado en el que vivimos y en el que él está obligado a actuar. "Los grandes desafíos exigen cada vez mayor cooperación multilateral, empezando por esa lucha contra el yihadismo que Trump promete, frívolamente, eliminar de un plumazo". La paradoja es que el nuevo presidente de EEUU está obsesionado con la idea de recuperar la 'grandeza' de su nación, cuando todo apunta a que el país se encamina hacia tiempos especialmente convulsos. La sociedad norteamericana está profundamente dividida. Trump empieza su mandato con una popularidad que apenas alcanza el 40%. "Los primeros pasos en la Presidencia ofrecen muchas dudas de que vaya en la dirección correcta para reducir esa brecha y aumentar el bienestar".

La Casa Blanca no cambia a Trump (ABC):El discurso "parecía dirigido exclusivamente a sus seguidores y no al conjunto de una sociedad profundamente dividida por lo que significa él". "Llega el momento de comprobar si es cierto que quiere completar el muro de la frontera mexicana o anular los tratados de libre comercio, si se atreve a imponer aranceles a diestro y siniestro con el pretexto de defender la industria norteamericana, si quiere desafiar a China o hacer lo posible por contribuir a la desintegración de la UE". Tiene que explicar "cómo pretende crear una coalición del mundo civilizado para luchar contra el terrorismo islámico, pero acercándose más a la autocrática Rusia de Putin, no a la Alianza Atlántica". La apoteosis del triunfo de Trump "es el símbolo del fin de una era y el comienzo de un tiempo nuevo del que todavía desconocemos los contornos precisos".

La hora de los hechos (LA VANGUARDIA): El mismo Trump que se presenta cono protector de las clases desfavorecidas "es el que ha formado un gobierno lleno de lobbistas y millonarios, interesados en la desregulación y la bajada de impuestos. El mismo que se apresta a desmantelar el sistema público de sanidad montado por Obama, mediante el cual consiguieron cobertura veinte millones de personas antes desprotegidas". En la escena internacional, "las sacudidas que puede propiciar la era Trump son también diversas e importantes". Causa temor su política relativa al cambio climático y su "alarmante" acercamiento a Putin, junto a las críticas a la OTAN. Y las consecuencias comerciales de la agenda global de Trump "no le van a la zaga". La llegada de Trump a la Casa Blanca ha causado en la UE "una inquietud comprensible". Su afán proteccionista "amenaza un sistema consolidado de relaciones con Europa". 

Estados Unidos primero, el único programa de Trump (EL PERIÓDICO):"Estados Unidos primero". Este es el único programa de Donald Trump como 45º presidente de su país. Ese eslogan de campaña electoral es "un compendio de proteccionismo, nacionalismo y cinismo". El tono agresivo de su discurso llegó muy alto. El radicalismo de su programa unidireccional tendrá, de aplicarse, consecuencias de gran calado en el mundo. "El aislacionismo que propone entierra un orden mundial en el que se han basado las relaciones entre países desde el fin de la segunda guerra mundial". Lo que lo sustituirá "es una gran incógnita". Muchos comentaristas ya se preguntan abiertamente cuánto durará su mandato.

Discurso de difícil digestión de un mesías en la Casa Blanca (LA RAZÓN):La jura del nuevo presidente de Estados Unidos "no fue la ceremonia de un normal traspaso de poderes de una Administración demócrata a otra republicana, sino que se abre un periodo de excepción". Ayer el mundo entero "no vio la toma de posesión de un nuevo presidente, sino el momento fundacional de otra manera de hacer política- o antipolítica-". El discurso de Trump fue "una verdadera lección de lo que significa el populismo como instrumento político y que resumió en una frase: 'Estamos transfiriendo el poder político de Washington DC y dándoselo a la gente, a vosotros'". Ayer "cambió la mentira por la fantasía", en un discurso de "difícil digestión". Trump es "el síntoma de un malestar evidente". Algo está pasando en la sociedad norteamericana para que acabase venciendo un candidato dispuesto a romper con determinadas normas. "Lo sustancial ahora es la puesta en práctica de las primeras medidas y la reacción que estas puedan tener en el mundo".

América primero, el mundo después (CINCO DÍAS): El nuevo presidente de Estados Unidos, que inicia su mandato bajo la premisa de 'América primero' es "percibido por unos como una oportunidad, por otros como un riesgo y por muchos como una incógnita con capacidad para marcar un antes y un después en el mapa político y económico mundial". Trump "se presenta como un enemigo de la globalización, un partidario del proteccionismo y un líder dispuesto a agitar las relaciones comerciales con China", pero el programa económico con que llega a la Casa Blanca "apuesta por impulsar el crecimiento, con un paquete de estímulos fiscales que incluye la rebaja de impuestos a ciudadanos y empresas y una inyección de un billón de dólares en infraestructuras". A la espera de un alza en el precio del dinero más rápida de lo que se preveía y de medidas de desregularización, "los inversores han respaldado la llegada de la nueva Administración". En cualquier caso, el discurso de la nueva Administración estadounidense "incluye una seria advertencia para una Europa que debe aprender a vivir sin el apoyo del 'amigo americano' y a tomar por sí sola las riendas de su futuro político y económico".

Una etapa llena de incertidumbres (EL ECONOMISTA): Trump demostró con contundencia "que ignora todas las advertencias, de las más variadas instancias políticas e intelectuales, sobre los perjuicios del proteccionismo". Una democracia tan madura como la estadounidense dispone de múltiples contrapesos a la política de sus presidentes". Ahora bien, "no deben minusvalorarse los riesgos potenciales y las incertidumbres, para EEUU y el resto del mundo, que encierra la deriva aislacionista en la que Trump, a tenor de su discurso, busca embarcar a su país"

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