jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioSociedad, Política y SostenibilidadCultura & TendenciasMadrid,Barcelona y Bilbao apuestan por la movilidad sostenible para despejar su futuro...
Eléctrica, conectada, autónoma,compartida y con los ODS2030

Madrid,Barcelona y Bilbao apuestan por la movilidad sostenible para despejar su futuro tras COVID19

Redacción
Grandes ayuntamientos como Madrid, Barcelona y Bilbao apuestan por la movilidad sostenible y en colaboración de transportes públicos y soluciones y plataformas privadas para despejar la incertidumbre abierta en su futuro por la pandemia de COVID19. La movilidad del futuro en las grandes urbes será eléctrica, conectada, autónoma y compartida, pues tiene impacto positivo sobre 13 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible ODS 2030 de la ONU, según los colegios de economistas españoles.

En la presentación de este monográfico Hacia una nueva movilidad en las ciudades, realizada por el decano-presidente del Colegio de Economistas de Madrid, Pascual Fernández, y el presidente del Consejo General de Economistas, Valenti Pich, hablaron también el alclade presidente de Madrid, José Luís Martínez Almeida, y Julio Gómez-Pomar, Coordinador del este monográfico y Chairman del IE Center for Transport Economics & Infrastructure Management.

El alcalde de Madrid, segunda capital de una Unión Europea con mayor población, resaltó que esta es también la de mayor esperanza de vida junto con Tokio, porque según él reúene un conjunto de factores como sanidad, servicios públicos, infraestrucrureas, ocio, etc , para poder encabezar ese ranking. Añadió que cada día se registran en ella desplazamientos de 10 millones de personas, y si el teletrabajo se implara un solo día se reduciría en dos millones. Abagó por mantener el prestigio de transporte público (el post COVID no debe suponer aumento en el vehiculo privado) ya que es absolutamente seguro y no se corre ningun riesgo adicional

La relación directa e inmediata entre el control de la pandemia y la restricción de la movilidad está forzando a incluir una nueva dimensión en el transporte: la salud; la prevención del contagio reduciendo al máximo su probabilidad mediante medidas de control sanitario y de distanciamiento social, según Julio Gómez-Pomar. Pero esta nueva condición, no solo no va a sustituir los vectores que definen la necesaria transformación de movilidad: crecimiento de las ciudades, sostenibilidad social y medioambiental, tecnología y nuevas oportunidades de negocio, que son las cuatro dimensiones que hemos identificado como relevantes en los estudios de movilidad realizados desde el IE Center for Transport Economics & Infrastructure Managenment, sino que se va a incorporar de ahora en adelante como un atributo indispensable en su evolución. En el presente monográfico, el primer bloque de análisis ofrece una visión general, el segundo una visión tecnológica, y el tercero experiencias concretas de las ciudades de Madrid, Bilbao y Barcelona.

He quí un resumen de los contenidos de este monográfico: 

El modelo de movilidad urbana sigue tensionado por crecientes niveles de congestión, contaminación y siniestralidad (Eugenia P. Fanjul y otros)

 

Hacia un modelo social y sostenible de movilidad urbana en España. Mª Eugenia P. Fanjul, Eugenio Prieto, Javier González y Sergi Tomàs, Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, socios los tres primeros en Kearney y el cuarto consultor; Federico Riopérez y Enrique Barrientos, Ingenieros Industriales consultores en Kearney, y Andrew Markowitz, Licenciado en Políticas y Director de Comunicaciones en Kearney: Las nuevas tecnologías y soluciones de movilidad revolucionan la forma en que personas y mercancías se desplazan por las ciudades. Pero debido a su falta de madurez y parcialidad no están siendo capaces de dar respuesta a las crecientes necesidades y problemáticas de movilidad urbana, e incluso añaden más presión. El modelo continúa tensionado, con crecientes niveles de congestión, contaminación y siniestralidad. Con frecuencia los retos de movilidad se abordan con medidas parciales, a veces de carácter restrictivo, en su mayoría emprendidas de forma unilateral, bien por el sector público o bien por el privado, sin ser capaces de resolver el problema en su conjunto. Nos enfrentamos a un paradigma de movilidad que exige estrecha colaboración público-privada para afrontar el problema de forma holística un Plan Integral de Movilidad Urbana Social y Sostenible con garantías de futuro que: 1) involucre a todos los agentes del ecosistema, 2) satisfaga tanto las necesidades de ciudadanos como de mercancías, 3) integre a los sistemas de transporte públicos y privados y a nuevas soluciones de movilidad, y 4) optimice el uso de las infraestructuras existentes y planifique el desarrollo de nuevas infraestructuras e infoestructuras conectadas que maximicen la rapidez, fluidez, seguridad y sostenibilidad de la movilidad. Ello requiere nuevos conceptos, nuevas capacidades e importantes inversiones en infraestructuras, tecnología e innovación. Entre otras soluciones, habrá que recurrir más al pago por uso y a la colaboración público-privada, no sólo para financiar la mejora del transporte público y la inversión en infraestructuras urbanas, sino también para incorporar las capacidades de innovación y de transformación tecnológica que le permita mayor excelencia en la gestión inteligente y dinámica. Es necesario también un marco regulatorio coherente y adaptado a las nuevas tecnologías y formas de movilidad.

 

La pandemia reabre lo que implica movernos: Es un momento como pocos para reimaginar los entornos urbanos (G. Gordillo y J. Castillo)

La (nueva) movilidad y la ciudad. Gerardo Gordillo Becerra y José Castillo, Planificador de transporte, Gerente I+D división movilidad y Urbanista, Director General y Profesor invitado Escuela de Arquitectura IE: Según datos de Naciones Unida, se estima que para 2030 el 60% de la población del planeta vivirá en ciudades. Esto es crucial cuando además consideramos que, en la actualidad, a pesar de ocupar el 3% de la superficie de la tierra, las ciudades consumen entre el 60% y 80% de la energía producida y contribuyen con el 70% a las emisiones de carbono. Pero la pandemia de SARS-CoV-2 presente ha abierto múltiples cuestionamientos sobre lo que implica movernos. Al explorar las implicaciones derivadas de la estrecha relación entre el desarrollo de las ciudades y la movilidad de sus habitantes hay que contextualizar la dinámica entre el desarrollo tecnológico como facilitador de viajes y el uso del espacio urbano, ampliando los marcos teóricos a disciplinas como la geografía y la sociología, que permiten entender mejor cómo el viaje es un elemento que no puede describirse solamente como el hecho de ir del punto A al punto B, sino como un acto generador de interacciones y, por consecuencia, de potencialidades de cada uno de los cuatro tipos de movilidad: corporal, de mercancías, virtual y comunicativa. La cercanía es una de las principales cualidades de las ciudades; que tradicionalmente se entiende en el sentido físico, pero con ayuda de tecnologías de información y comunicación dan pie a la manifestación de nuevas formas de movilidad y obligan a evaluar nuevas oportunidades y amenazas para la vida urbana. Hoy millones de personas en las ciudades del mundo deben hacer esfuerzos notables por aislarse y romper, físicamente, las interacciones en el espacio, sustituyendo muchas de ellas por acoplamientos virtuales y de movilidad comunicativa. Esto probablemente conducirá a una reevaluación colectiva de cuándo son realmente necesarias las interacciones físicas y cuándo viajar por el solo hecho de hacerlo, así sea alrededor del barrio, se vuelve algo deseable. El siglo XXI es para algunos autores el siglo de las ciudades. Esto abre un momento como pocos para reimaginar nuestros entornos urbanos, sus relaciones con la naturaleza y nosotros mismos, así como para transformar el entendimiento de nuestras movilidades.

Tanto la sanidad pública como la privada tendrán que contemplar una más que previsible reducción de la accidentalidad (Juan Alfaro Grand)

  

La movilidad y su relación con otros sectores económicos. Juan Alfaro Grand, Director de Transporte y Movilidad, Deloitte: El ecosistema de movilidad que se está conformando va a influir sobre otros numerosos sectores económicos, tanto por su número y diversidad como por el profundo impacto en la transformación en los modelos de negocio. La movilidad del futuro se verá afectada por múltiples cambios procedentes de distintos ámbitos. Entre algunos de ellos habrá grandes catalizadores, como la propiedad de los vehículos, su capacidad para ser conducidos de manera autónoma y la intermodalidad, junto con la sostenibilidad medioambiental. La transición hacia ese nuevo ecosistema de movilidad tendrá impacto no solo en algunos de los sectores históricamente ligados a la movilidad en sí misma, como la industria de la automoción o el transporte, sino en otros a priori completamente ajenos, como por ejemplo la energía o los seguros, aunque también la salud o las administraciones públicas. La construcción de nuevas infraestructuras de transporte y la actualización de las existentes para cumplir con los requerimientos de la nueva movilidad será una de las cuestiones clave, que hará que el sector de la construcción se mueva hacia soluciones constructivas que faciliten cuestiones como la conectividad y la recarga de los distintos vehículos que transiten sobre ella, con independencia de la energía que utilicen para moverse. Ello será posible, además de por la evolución tecnológica de las empresas, por la utilización de nuevos materiales en desarrollo que lo hagan posible. Otra serie de sectores, como por ejemplo los de información, finanzas o sanitario, también tendrán que evolucionar para ajustarse a las nuevas variables. Tanto la sanidad pública como la privada tendrán que contemplar una más que previsible reducción de la accidentalidad vinculada a los vehículos autónomos, que nuevamente hará cambiar la estructura de costes de la provisión de dichos servicios sanitarios.

La tecnología debe ser el gran habilitador para lograr una movilidad segura y sostenible que ayude a conseguir todos los retos (Jorge Ordás)

 

Retos y oportunidades de la movilidad urbana del futuro. Jorge Ordás Alonso, Subdirector General de Gestión de Movilidad y Tecnología, Dirección G. de Tráfico: Las ciudades no paran de crecer, lo que dificulta más ofrecer servicios de movilidad de calidad. Se deben establecer políticas que pongan al peatón en el centro, que garanticen la movilidad como un derecho, que permitan reducir las emisiones, hacer un mejor uso del espacio en función de los medios de transporte a incentivar y que garanticen la protección del vulnerable, etc. Para ello hay que documentar el diagnóstico de situación y futuro en dimensiones como población, espacio, tecnología, calidad de vida y seguridad del vulnerable… Las ciudades ya han emprendido el camino hacia la pacificación. Nadie quiere ponerle un precio a la vida. Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT, 2018), el 63% de los 64.407 accidentes de tráfico se produjeron en las ciudades y acabaron con 4.484 heridos hospitalizados y con 489 muertos (27% del total de 1.806 personas que perdieron la vida en las carreteras). Que el 63% de los accidentes dé lugar al 27% de los muertos es cuestión directamente vinculada con el calmado del tráfico. El reto será construir carriles bici segregados y continuos, un aparcamiento garantizado que no sea obstáculo para el peatón, y una granularidad suficiente para permitir culminar el trayecto a pie. Los carriles podrán ser utilizados tanto por bicicletas y EPAC como por nuevos vehículos personales. La tecnología debe ser el gran habilitador de una movilidad segura y sostenible que ayude a conseguir todos los retos, al hacer por ejemplo un seguimiento anónimo de vehículos para conocer las pautas de movilidad, consumir los datos ofrecidos por la plataforma DGT 3.0 y eliminar así sorpresas. El ciudadano conocerá en todo momento qué carreteras están cerradas, dónde hay una obra, dónde se ha producido un accidente o cuál es el aparcamiento más cercano con plazas libres y otra mucha información de valor. También conocerá si la política medioambiental permite el acceso o no de su vehículo a la ciudad. La suma del Internet de las Cosas (IoT) con la evolución de las comunicaciones celulares, que pronto convertirá el 5G en realidad, incrementará la calidad de estos servicios de conectividad que ya se pueden prestar con inferiores anchos de banda y más altas latencias. Nos permitirá impulsar los modelos colaborativos, compartir información de calidad en tiempo real y adaptar las políticas a las evidencias detectadas.

No hay problema tecnológico, sino de atraer a todos a cooperar en el sistema de movilidad como servicio (MaaS) (Aida Joaquín Acosta)

 

Nuevas tendencias de las tecnologías en movilidad urbana. Aida Joaquín Acosta, Ingeniera en Informática, Licenciada en Derecho y Subdirectora General del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana: Las tecnologías emergentes, como inteligencia artificial, Big Data, impresoras 3D, Internet de las cosas, han facilitado la transición hacia la 4ª Revolución Industrial. En ella convergen y se combinan, transformando los sistemas sociales y productivos, impactando decisivamente en la movilidad automatizada, conectada, electrificada y compartida. Así, en el transporte, están generando cambios de paradigmas en la forma de entenderlo y en las pautas de movilidad de las personas, facilitando la entrada de nuevos actores. Transitaremos primero del paradigma del transporte al de movilidad y, después, de la movilidad a la accesibilidad. Es lo que persiguen los ciudadanos respecto de los servicios y posibilidades que ofrecen las ciudades. Ello ampliará los objetivos de las políticas de movilidad (generalmente, reducir tiempos e incrementar la movilidad), hacia mejorar el acceso a oportunidades (como la educación, sanidad, trabajo, etc.), reduciendo la necesidad de viajes personales. Esta tendencia traerá muchos beneficios, pues automatizará la conducción y mejorará la seguridad, sustituyendo al humano al volante, cuyos errores representan el 94% de los casos. Presentan así oportunidades para afrontar los desafíos de seguridad vial, incrementar la demanda de movilidad, congestión, sostenibilidad medioambiental y la accesibilidad, entre otros. Pero tampoco está exenta de riesgos, al generar una serie de retos como la ciberseguridad o privacidad, que hasta ahora solo se daban en sectores como la tecnología de información y las comunicaciones. Habrá que aprovechar las oportunidades para que las políticas públicas activas maximicen los beneficios y minimicen sus riesgos. No hay problema en las tecnologías, ya disponibles, sino en aproximarnos a la denominada Mobility as a Services (MaaS), que persigue integrar y dar acceso a diferentes servicios de transporte (transporte público, car-sharing, bike-sharing, taxi, alquiler de vehículos, […]) en una única oferta de movilidad digital, activa, y un sistema de transporte público eficiente en la base. Su dificultad será atraer a todos los participantes al sistema MaaS y lograr un compromiso de cooperación institucional, para compartir datos y poder integrar emisión de billetes y pago de los servicios. 

Las autoridades deben facilitar una transición ordenada y recursos públicos para la innovación con políticas moderadas (Íñigo de la Serna) 

La nueva movilidad: de la Smart City a la Industria 4.0. Íñigo de la Serna, Socio de Seeliger y Conde, Exministro de Fomento: La gestión de la movilidad urbana constituye uno de los desafíos más importantes de la sociedad actual. El protagonismo de esta gestión ha ido traspasándose desde los ayuntamientos a la industria a medida que los primeros se veían incapaces de adaptar sus estructuras, su normativa y su capacidad de control a los ritmos de transformación que la tecnología imponía. Ese liderazgo del sector privado, sumado a un profundo cambio en los hábitos sociales, ha provocado la aparición de modos de transporte vinculados a nuevos modelos de negocio, muchos de los cuales no figuran en los planes de movilidad sostenible existentes, lo que no favorece la toma de decisiones políticas planificada en base a criterios técnicos. Las Smart Cities deben impulsar los ecosistemas de cocreación, para canalizar precisamente la capacidad de las empresas y de los emprendedores, mucho más ágiles a la hora de aprovechar el enorme potencial que ofrece la tecnología, verdadero motor del cambio. El rol de los gobiernos locales ha de ser el de crear un marco administrativo y regulatorio, con neutralidad tecnológica, que favorezca la innovación y ordene su desarrollo situando al ciudadano en el centro de sus decisiones, que en movilidad se centran más en el cómo que en el para qué (Acordamos, por ejemplo, objetivos de contaminación en la lucha contra el cambio climático, pero sin otorgar libertad a las empresas y ciudadanos para alcanzarlos utilizando los avances tecnológicos disponibles). Esas decisiones políticas se están orientando a la prohibición de espacios o de vehículos que utilicen determinados combustibles fósiles, con una visión muchas veces reduccionista que no tiene en cuenta los avances en la disminución de emisiones contaminantes que algunos motores ya han conseguido o el cálculo del consumo energético del ciclo completo de producción de aquellos vehículos que se consideran poco contaminantes. Es fundamental que las autoridades faciliten una transición ordenada del sector, con recursos públicos para la innovación y con políticas moderadas, sin dogmatismos ni intervencionismos que lo único que consiguen es generar incertidumbre en el consumidor y, por extensión, un grave daño económico al sector. Las administraciones no deben dedicar grandes esfuerzos técnicos y económicos para la innovación desde el sector público, salvo en aspectos relativos a su propia gestión administrativa.

La movilidad del futuro, eléctrica, conectada, autónoma y compartida, tiene impacto positivo sobre 13 de los 17 ODS 2030 (Dionisio González)

 

La nueva movilidad en las ciudades: el papel del transporte público como columna vertebral. Dionisio González, Director de Advocacy y Outreach, Unión Internacional de Transporte Público: El paisaje urbano ha evolucionado a lo largo de la historia como respuesta a los cambios sociales, económicos y medioambientales. En la actualidad, el cambio climático y los problemas de salud debidos a la mala calidad del aire son preocupaciones importantes. Los núcleos urbanos son responsables del 70% de las emisiones mundiales, lo que ha impulsado a las ciudades a replantear la forma en que se organiza la movilidad. Se han adoptado iniciativas para desincentivar el uso del automóvil individual, dando un mayor protagonismo al transporte público, recuperando el espacio ocupado por los coches y apostando por infraestructuras para la movilidad activa. La revolución digital ha aportado cambios radicales a nuestras economías, conductas de desplazamientos para la movilidad de mercancías y pasajeros, y ha animado a nuevos actores a entrar en el mercado de la movilidad. Las ciudades tienen que adaptarse y encontrar soluciones para integrar estos nuevos servicios de movilidad de forma eficiente y sostenible. La salida de la pandemia que se está viviendo en todo el mundo ofrece oportunidades para construir ciudades más sostenibles que contribuyan a facilitar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La movilidad del futuro, eléctrica, conectada, autónoma y compartida es un aliado fundamental. Su impacto directo y positivo sobre trece de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible así lo demuestra. Los desafíos planteados por el crecimiento de la población urbana, la mala calidad del aire, el cambio climático, etc., requieren revisar la forma en que las ciudades se planifican y desarrollan, incluyendo el desplazamiento de las personas, con el transporte público como columna vertebral. Es imprescindible dar prioridad a inversiones en infraestructuras y servicios de transporte público, sistemas de gran capacidad y muy eficientes desde el punto de vista del espacio. Las administraciones deben apostar por estrategias urbanas sostenibles en el marco de una transición energética decidida y realista, donde el transporte público sea la columna vertebral de la movilidad en nuestras ciudades, asumiendo los retos y aprovechando las ventajas de la creciente digitalización, para el mejor servicio a los ciudadanos. Es necesario que la industria, generalmente innovadora, se anticipe a las necesidades, de forma creativa mediante el diseño de soluciones y plataformas integradas de movilidad eficientes. La aparición de nuevos actores de movilidad puede ser un buen complemento al transporte público. La transformación digital y la colaboración público-privada, a través de soluciones como la movilidad como servicio, son dos de las palancas que más pueden contribuir a avanzar en esa dirección. Las urgencias de la crisis sanitaria no deben hacernos perder de vista los grandes retos de nuestro tiempo: ocho millones de muertes prematuras al año debido a la mala calidad del aire, 1,2 millones de personas fallecidas en accidentes de tráfico cada año y un volumen creciente de emisiones impactando sobre el cambio climático.

Ningún gobierno de la ciudad de Madrid ha trabajado con tanta premura para que se convierta en capital de la movilidad sostenible (Borja Carabante)

 

Madrid ante el reto de una movilidad sostenible, Borja Carabante, Delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid: La estrategia de Madrid ante el reto de una movilidad sostenible intenta ser respetuosa con el medio ambiente, fomentar el transporte público (el 98% de los vehículos privados son diésel o gasolina), acoger la innovación y las nuevas tecnologías y acomodar la micro movilidad, en su planificación y en su acción. Partiendo de un análisis de los datos, las soluciones pasan por reforzar el transporte público, fomentar la intermodalidad y la micro movilidad y sacar de circulación los coches más contaminantes. En los últimos cinco años, Madrid ha sido testigo de una revolución de la movilidad gracias a la irrupción de las nuevas formas de transporte. Madrid, con la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, cumplirá con la normativa del aire respecto a la calidad del aire. Ningún gobierno de la ciudad de Madrid ha trabajado con tanta premura para que nuestra ciudad se convierta en la capital de la movilidad sostenible. Los frutos los recogeremos pronto. El próximo año contaremos con la primera zona cero emisiones en la Puerta del Sol y todos los distritos tendrán paulatinamente su propio área de bajas emisiones en entornos comerciales y de encuentro; dentro de cinco años nadie se planteará mantener un vehículo sin etiqueta ambiental en toda la región gracias a nuestro Plan Madrid 360; la conciencia de los ciudadanos para desplazarse de la manera más eficiente nada tendrá que ver hoy a cómo se habrá transformado la cultura de la movilidad dentro de una década con el empleo de nuevas tecnologías para realizar los desplazamientos menos contaminantes y en el menor tiempo posible, y el empleo de todas las infraestructuras que dejaremos en herencia y que en los próximos meses construiremos, como lo son los aparcamientos disuasorios. Vamos a aprovechar cada oportunidad y a apuntalar la normativa municipal para hacer compatible los desplazamientos de los ciudadanos con la calidad del aire.

Un triple hub (el aéreo, el ferroviario y el aéreo-ferroviario) colocaría a Barcelona en la vanguardia de una movilidad sostenible (Ricard Font i Hereu) 

 

Barcelona, triple hub local, regional y global. Ricard Font i Hereu, Presidente de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC): Sabemos que el mundo de mañana va a estar condicionado por los avances tecnológicos, que nuestro gran reto colectivo es cómohacer frente al cambio climático y que la ciudad va a ser el hábitat del 70% de la población mundial. Barcelona ha sabido gestionar una apuesta compartida por la Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento y Área Metropolitana que ha dado sus frutos. La mejora del modelo de movilidad de Barcelona es clave en su posicionamiento como hub en el sur de Europa y la vertebración de una macrorregión de veintitrés millones de personas. Hay que articular unas políticas de movilidad coherentes, estables, sustentadas en la tecnología, coordinadas con el urbanismo y dotadas de buena financiación, con el objetivo de mejorar la calidad de vida –eliminando la contaminación local y priorizando la lucha contra el cambio climático– y generar nuevas oportunidades. Articular este triple hub (el aéreo, el ferroviario y el aéreo-ferroviario) colocaría a Barcelona en la vanguardia de una movilidad sostenible. El decálogo de vectores directores de actuación se resume en: Tres retos y tres oportunidades: lucha contra cambio climático y contaminación, aprovechar el cambio tecnológico y pensar en escala global; priorizar los corredores de movilidad compartida y micro movilidad a los de movilidad individual en los accesos a ciudades y dentro de las ciudades; mejorar la oferta de transporte público en los corredores que unen entre sí la primera y segunda gran corona de la metrópolis de Barcelona; desarrollar nuevos servicios regionales de velocidad alta; implementar un modelo de estación intermodal que integre y conecte soluciones de micro movilidad, movilidad compartida y operadores de gran capacidad; integrar todos los modos de movilidad y logística de comercio electrónico en estaciones físicas intermodales y en plataformas digitales con open data, para integración libre por parte de plataformas públicas y privadas; priorizar las soluciones de movilidad sostenible en la revisión del urbanismo actual y en las decisiones sobre el futuro urbanismo; desarrollar propuestas de aparcamientos de enlace (Park & Ride) verticales integrados en las estrategias de movilidad; mejora del sistema de financiación de las soluciones, y aprovechar la ventana de oportunidad que supone la crisis debida a la pandemia de Covid-19 para favorecer las decisiones valientes.

 

El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) ayudará a conseguir un Bilbao más saludable, más igualitaria y amable (Juan Mari Aburto) 

Bilbao, un modelo de movilidad urbana sostenible. Juan Mari Aburto, Alcalde de Bilbao: El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) es el resultado de un ambicioso trabajo que responde al modelo de ciudad que queremos para Bilbao. Un documento de estrategia, que planifica las actuaciones a realizar en materia de movilidad sostenible con el horizonte 2030, y que nos va a ayudar a conseguir un modelo de ciudad más saludable, más igualitaria y amable. Nos importa la movilidad. Pero por encima de ello, nos importa la calidad del aire y la reducción de la polución acústica. Nos importa reducir la siniestralidad y mejorar la accesibilidad. Queremos unir barrios y mejorar la comunicación entre ellos. Nos importan las personas. Y son ellas las que se sitúan como protagonistas en este PMUS. Bilbao es por ello una ciudad comprometida internacionalmente con el impulso de la movilidad sostenible para la consecución de los ODS. Desde 2004 forma parte de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la mayor organización de gobiernos locales y regionales a nivel internacional e interlocutor oficial entre los gobiernos locales y las Naciones Unidas, donde lidera el desarrollo de algunas acciones para avanzar en esta cuestión clave del desarrollo sostenible, compartiendo experiencias y debatiendo las problemáticas de movilidad a nivel global, así como las oportunidades que esta representa. Dentro de las acciones realizadas en el marco de CGLU caben destacar dos acciones: la Declaración de Bilbao de compromiso con la movilidad urbana sostenible y la adhesión en 2019 a la Comunidad de Champions en Movilidad, a la que fue invitada en reconocimiento a su liderazgo y visión para el desarrollo de proyectos de transporte público que garanticen ciudades más accesibles, eficientes y seguras.

 

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad