jueves,18 agosto 2022
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Francisco y Fidel se intercambian libros de religión

El Papa pide en Cuba servir a personas, no ideologías

Redacción
Desde la habanera Plaza de la Revolución, en su primera misa masiva en Cuba, el país latinoamericano con menos católicos junto a Uruguay y Honduras, el Papa pidió este domingo servir a personas, no ideologías. Advirtió contra la ambición personal y el individualismo en esta época de transición, además de rezar por el éxito en las negociaciones de paz entre Colombia y sus Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC). Francisco visitó luego a Fidel Castro, con quien intercambió libros de religión.

Medios de todo el mundo siguen los movimientos del Pontífice argentino durante su recorrido por la isla caribeña, pues simboliza el deshielo en las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, del que Francisco fue uno de los principales impulsores. Por eso lo primero que hizo nada más llegar al aeropuerto de Martí el sábado y ser recibido por el presidente Raúl Castro fue  pedir a EEUU y Cuba reforzar más sus lazos como ejemplo de ´reconciliación´.

La visita se produce un mes después de que el vicepresidente Kerry se convirtiera el pasado mes de agosto en el primer jefe de la diplomacia estadounidense en viajar a Cuba en 70 años, desde 1945. Los Estados Unidos y el Vaticano han respaldado así el nuevo giro de apertura y transición en Cuba, como ya hicieron con la España de Franco en los años cincuenta, antes de que llegara con el pleno reconocimiento y acceso a las organizaciones internacionales el plan de Estabilización y Apertura al Exterior.

Sin embargo, a diferencia de aquella España y de su liderazgo del catolicismo iberoamericano, los católicos suman actualmente en Cuba menos de la mitad de la población; diversas estimaciones los sitúan entre el 40% y 45%. Pero desde este fin se semana hasta el martes 23 de septiembre los cubanos reciben por vez tercera en 20 años a un Papa, tras las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Francisco ha querido pasar por el país antes de acudir a los EE.UU, cuyos hispanos también destacan entre los latinoamericanos que menos siguen el catolicismo, con un 55%.

De Cuba, que se declaró oficialmente atea desde la Revolución hasta los años noventa, ni siquiera existen estadísticas comparables, como las que realizan los sondeos de la firma norteamericana Pew, cuya última investigación (finales del 2014) señala que, “debido a limitaciones en el trabajo de campo y a susceptibilidades relacionadas con la realización de una encuesta sobre religión, no se pudo incluir a Cuba. Es el único país de habla hispana de América Latina que no fue posible encuestar” (Religión en América Latina. Cambio generalizado en una región históricamente católica). Paraguay, México, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú son los países con mayor presencia de católicos, según puede verse en el siguiente cuadro:

Ahora, no obstante, el Gobierno cubano ha promovido incluso ante la visita del Papa la apertura de señales Wi-Fi para animar a los cubanos a enviar mensajes de bienvenida al Pontífice. También la publicación Cuba Debate distribuyó una imagen del encuentro de media hora con el expresidente Fidel Castro, que el Vaticano describió como "amigable e informal". Fue en la casa de Castro en La Habana.  "El Papa fue con un pequeño grupo a la residencia del comandante", dijo un portavoz del Vaticano, para añadir que abordaron algunos temas de actualidad internacional, como los daños al medio ambiente.

Fidel Castro aprovechó para preguntar a Francisco sobre "grandes cuestiones sobre el mundo de hoy" precisó el portavoz vaticano. Unos 10 familiares de Fidel Castro estuvieron presentes. El Pontífice le regaló dos libros de Alessandro Pronzato, experto en catequesis y en la Biblia y divulgador teológico, uno de ellos titulado Evangelios molestos y otro sobre la relación entre humor y religión, además de diversos ejemplares de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium y su famosa encíclica sobre temas medioambientales Laudato si. El expresidente por su parte le obsequió con el libro Fidel y la religión, la entrevista que el teólogo brasileño Frei Betto le hizo a Fidel Castro en 1985, con la dedicatoria: "Para el papa Francisco en ocasión de su fraternal visita a Cuba. Con admiración y respeto del pueblo cubano".

Antes de este encuentro, el Pontífice celebró una misa masiva en la Plaza de la Revolución, en La Habana, pidiéndoles "servir a la gente, no a las ideas". Invitó a defender a los miembros más frágiles de la sociedad,  y apeló a poner por delante de cualquier ideología la protección de los más necesitados. "El servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas", continuó el Papa argentino delante de Raúl Castro y cerca de la gran imagen del líder revolucionario Ernesto Che Guevara sobre la fachada del edificio del Ministerio del Interior.

"La importancia de un pueblo, de una nación, la importancia de una persona siempre se basa en cómo sirve la fragilidad de sus hermanos", continuó Jorge Bergoglio, que dedicó su alocución a recordar a los cristianos que "todos estamos invitados (…) a hacernos cargo los unos de los otros por amor". No obstante, el Papa alertó contra la tentación de querer beneficiar "a los ´míos´ en nombre de lo ´nuestro´", porque, dijo, eso puede generar una "dinámica de exclusión.

Misa en Plaza de la Revolución

Desde la Plaza de la Revolución en La Habana, sede de las negociaciones de paz para Colombia, dijo que no puede haber "otro fracaso" en el camino de la paz y la reconciliación en ese país, que vive un conflicto armado interno desde hace medio siglo. "Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación.

Las negociaciones de paz de La Habana, iniciadas en noviembre de 2012, buscan poner fin a un conflicto armado que ha causado unos 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales. El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han desarrollado negociaciones de paz anteriormente, la última vez a fines de los años 1990 y comienzos de los 2000, pero terminaron en fracaso y se reanudaron las hostilidades.

Tres horas antes de su llegada, la plaza ya estaba llena. El Gobierno cubano esperaba 100.000 o más personas. El cardenal Sean O´Malley, arzobispo de Boston, y el cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, estaban sentados cerca de Francisco, junto con el cardenal Peter Turkson de Ghana, quien fue un asesor clave de la reciente encíclica del papa sobre el medio ambiente. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el presidente cubano, Raúl Castro, también asistieron a la misa.

Claves de la visita

Además de promover el catolicismo en Cuba sin ceder ante el comunismo ("La ideología marxista está mal", dijo hace dos años el Pontífice al periódico italiano La Stampa, "pero he conocido a muchos marxistas que son personas buenas", el Papa se prepara así para el salto a los Estados Unidos tras cubrir otras tres claves de la visita: reforzar su imagen de “ mediador" entre ambos gobiernos, facilitar la labor de la Iglesia Católica y reducir la represión política de los opositores. 

Actualmente, el cardenal de la iglesia cubana Jaime Ortega da entrevistas a la televisión estatal y el presidente Raúl Castro anuncia que este Papa le cae tan bien que podría “volver a rezar y regresar a la Iglesia”.  Desde 1998 con la visita del polaco Juan Pablo II, la relación entre Cuba y el Vaticano ha tenido altibajos, aunque ningún Papa ha sido tan aceptado por el gobierno castrista y el pueblo cubano como Francisco. La presencia pública de la Iglesia es cada vez mayor. Grupos que abogan por los derechos humanos en Cuba, como la Unión Patriótica de Cuba, han pedido al Papa en previas cartas interceder a favor de los presos políticos (unas 60 personas, según la Comisión de Derechos Humanos de Cuba), después de que a principios de mes el gobierno cubano anunció el indulto previo a la visita del papa de 3.,522 presos.

Futuro del cristianismo en Iberoamérica

Tras el citado estudio de Pew, esta firma ha dicho hace unos meses que los cristianos seguirán siendo el grupo religioso más grande en América Latina y el Caribe en las próximas décadas, experimentando incluso un crecimiento del 25 % de 2010 a 2050, de 531 millones a los 666 previstos para entonces.

No obstante, la investigación también apunta a que el mayor incremento porcentual se producirá entre aquellos que se dicen aconfesionales, al alcanzar una subida del 44 %, pasando de 45 millones en 2010 a 65 millones en 2050. Por otra parte, las predicciones del estudio afirman que las religiones populares se incrementarán en la región 43 %, pasando de los 10 millones de miembros a los 14 millones.

El informe, titulado "El futuro de las religiones del mundo: Población y Proyecciones de Crecimiento 2010-2050", difundido en español por la Guardia Civil, estima que los cristianos seguirán en cabeza y pasarán de 2.170 a 2.920 millones, aunque con un crecimiento mucho mayor de los musulmanes (desde 1.600 a 2.760 millones).

Esta investigación no calcula el tamaño de los "subgrupos religiosos", pero advierte de que en gran parte de América Latina se ha producido un considerable cambio del catolicismo al protestantismo. El texto, que se apoya en los datos de crecimiento poblacional, explica que la tasa de fertilidad de las mujeres aconfesionales en toda la región es de 2,3 hijos por mujer en el período 2010 a 2015, más alta que la tasa de cualquier otro grupo religioso.

"La relativamente alta fertilidad de los aconfesionales contribuye al crecimiento esperado del grupo como parte de la población regional. La tasa de fecundidad de los cristianos en la región es 2,2, igual a la tasa media regional", apunta.

La población religiosamente no confesional en América Latina y el Caribe crecerá también en parte por el cambio en las creencias. En un escenario de proyección sin conversiones religiosas, el porcentaje de aconfesionales en 2050 (8 %) sería casi el mismo que en 2010 (7,7 %). Sin embargo, agrega la investigación, si se tienen en cuenta los patrones de conversión religiosa, la proporción de aconfesionales en América Latina será aproximadamente del 9 % a mediados de siglo.

Asimismo, las conversiones también afectarán de manera positiva a las religiones populares como el candomblé, la umbanda o el espiritismo las cuales, según el estudio, también verán incrementada su proporción en unas décadas.

En Estados Unidos, el número de cristianos se reducirá de más de las tres cuartas partes de la población en 2010 a dos tercios en 2050, y el judaísmo ya no será la religión no cristiana más grande, sino que los musulmanes serán más numerosos en el país.

En términos generales, durante las próximas cuatro décadas, los cristianos seguirán siendo el mayor grupo religioso en el mundo, pero el islam va a crecer más rápido que cualquier otra gran religión. Si las tendencias actuales continúan, para el año 2050 el número de musulmanes será casi igual al número de cristianos en todo el mundo, concluye el estudio.

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