jueves,18 agosto 2022
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100.000 millones de $ perdidos en 2012 por el calentamiento

El plan de energía límpia de Obama aspira al 30% de renovables en 2030, con más vigor que Europa

Redacción
La Casa Blanca lanzó ese lunes un nuevo e importante plan para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y combatir así el calentamiento global, con objetivos como el de alcanzar el 30% de renovables en la producción de energía el año 2030, similar en esos números al europeo. El plan que dejará como legado político el presidente Obama trata de ahorrar decenas de miles de vidas y costes como los 100.000 millones de pérdidas atribuidos a las temperaturas extremas en el año 2012.

Bajo el lema “el cambio climático ya no es un problema de las generaciones futuras”, el presidente estadounidense alertó sobre el peligroso aumento de las emisiones de dióxido de carbono en los últimos años. Un fenómeno que provoca “temperaturas más elevadas, el aumento del nivel del mar, tormentas más fuertes, mayores sequías e incendios cada vez más frecuentes”, asegura.

Los números publicados por la Casa Blanca para ilustrar estos mensajes indican que 2014 fue el año más cálido registrado a nivel mundial, y 2015 está en camino de romper ese récord. A nivel mundial, los 10 años más calientes se registraron todos desde 1998. Solo en desastres naturales ocurridos en 2012 este clima extremo provocó pérdidas de unos 100.000 millones de euros de dólares a la economia norteamericana, de ellos 30.000 millones por efectos de las sequías provocadas por las olas de calor, 65.000 millones por el huracán Sandy (decimoctavo y más mortífero ciclón tropical de la temporada de huracanes 2012), otros 11.100 millones por diversos incidentes provocados por la severidad del tiempo, 1.000 millones en incendios forestales, y otros 2.300 millones por el huracan Isaac. 

Obama y la Casa Blanca resaltaron que Estados Unidos  está liderando los esfuerzos mundiales para abordar la amenaza del cambio climático, y valoraron los anuncios como elpasadomás grande en la lucha contra el cambio climático mediante la generación de energías limpias y al establecer por primera vez normas contra la contra las emisiones de carbono de las centrales eléctricas.

Aunque la Unión Europea ha anunciado que en el 2030 las emisiones de los 28 países deberán reducirse un 40% respecto al nivel que tenían en 1990 y que en ese año las energías renovables alcanzarían el 30%, en la práctica desde principios del 2014 las Comisión europea abandonó los objetivos nacionales de renovables y solo señala un porcentaje que debe alcanzar toda la UE en 2030.

A diferencia de esa laxitud europea, el  plan de energía limpia anunciado por Obama establece estándares alcanzables para reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 32% desde los niveles de 2005 para el año 2030. Al establecer estos objetivos y permitite a los estados crear planes adaptados para cumplir con ellas, el plan fija los siguientes tres tipos de ojetivos:

Objetivos hasta el 2030

Proteger la salud de las familias estadounidenses: Prevenir hasta 3.600 muertes prematuras, 1.700 ataques cardíacos no fatales, 90.000 ataques de asma en los niños, 300.000 jornadas de trabajo y escolares perdidas.

Ahorrar a la familia estadounidense promedio: Casi 85 dólares al año en sus facturas de energía en 2030,  ahorrar energía suficiente para alimentar a 30 millones de hogares en el año 2030, evitar a los consumidores 155.000 millones desde 2.020 hasta 2.030.

Impulsar la economía norteamericana para alcanzar en la generación de energía un 30% de renovable en el año 2030, la  creación de decenas de miles de puestos de trabajo, y seguir con la reducción de los costos de la energía renovable

En su discurso, que puede verse desde Ibercampus  por el siguiente vídeo, Obama defendió como solución a los graves problemas del cambio climático impulsar este nuevo plan, que será “el paso más importante que haya dado EE.UU en la lucha contra el calentamiento global”. 

“El cambio climático no es un problema para otra generación. Ya no”, habia dicho  Barack Obama el pasado sábado al anunciar una nueva normativa “para combatir el cambio climático”. La reducción de las emisiones de carbonos, que formaba parte de las propuestas del demócrata desde el inicio de su presidencia, fue sustancialmente apartada en 2010, cuando la reforma de la sanidad pública se convirtió en el tema candente de la política en Estados Unidos. Ahora Obama quiere volver a los orígenes, y aboga por niveles un 2% superiores a la propuesta anterior formulada por la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense (EPA, en sus siglas en inglés).

Las diez claves del plan

Vínculos con la reforma sanitaria. La Casa Blanca resalta en sus mensajes que, además de amenazas económicas, el calentamiento supone riesgos para la salud pública asociados con el clima extremo. "Los niños, los ancianos y los pobres son los más vulnerables a una serie de efectos en la salud relacionados con el clima, incluidos los relacionados con el estrés por calor, la contaminación del aire, los fenómenos meteorológicos extremos y las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los insectos".

Elevación de objetivos. El plan contra el cambio climático de Obama eleva el objetivo preexiste de reducción de las emisiones desde un 30% al 32% para 2030.

Paso más grande e importante. Obama afirmó que la versión final del “Plan de Energía Limpia” representa “el paso más grande y más importante tomado nunca para combatir el cambio climático”.

Premios y castigos para cada Estado. Cada Estado norteamericano tiene que presentar una versión inicial para limitar la contaminación de cara al año 2016, así como las versiones finales de su plan para 2018. Los Estados que comiencen a tomar medidas para reducir la contaminación en 2020 serán premiados con créditos de reducción de carbono –esencialmente, licencias de contaminación que los Estados podrán comprar y vender, a cambio de interponer límites a sus emisiones (el llamado sistema cap and trade).

La adinistración federal impondrá sus criterios. Las normas preven que algunos Estados puedan negarse a presentar proyectos. En este caso, será la administración central la que dará a conocer las medidas específicas de actuación.

Previsibles oposiciones al plan.Las resistencias llegarán de la oposición republicana, de la industria del carbón y de los Estados más dependientes de esa fuente. El exgobernador de Florida, Jeb Bush, dijo que el plan de Obama es “irresponsable", porque dejará un número incalculable de personas sin trabajo y aumentará los precios de la energía en todo el mundo.Los expertos estiman que al menos 25 Estados (como Wyoming y West Virginia, cuyas economías dependen en gran medida de la minería del carbón o la electricidad a carbón barato) interpondrán una demanda conjunta contra el proyecto del Presidente y que las disputas acabarán ante el Tribunal Supremo, según informa el The New York Times.

Diferentes visiones sobre el coste.Los opositores a dichas reglas han estimado que el cumplimiento costará miles de millones de dólares, elevará las tarifas eléctricas de los ciudadanos y desacelerará la economía estadounidense. El Gobierno sostiene que habrá un ahorro para las familias de 85 dólares por año.

EE UU y China, casi  45% de las emisiones de CO₂.El pasado noviembre, los presidentes de ambos países anunciaron un doble compromiso: EE UU se comprometía a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 28% para 2025, mientras que China dejaría de aumentarlas tras cinco años a la fecha estadounidense. En 1997, durante las negociaciones para la firma del Protocolo de Kioto, países como China, Brasil o México fueron eximidos de aplicar unas normas que implicarían un freno a sus posibilidades de crecimiento. Hoy, sin embargo, las emisiones per cápita de China son de 7,9 toneladas de CO₂, una cifra que está incluso por encima de las emisiones de los europeos (7,4 Tm per cápita –las emisiones per cápita de un estadounidense son 16,4 Tm).China es la primera productora mundial de dióxido de carbono y otros gases responsables del efecto invernadero, el 25% del total mundial, según un estudio publicado el pasado junio por dos institutos dependientes de la London School of Economics y recogido por EL PAIS. 

El cambio climático como “problema serio”.Según una encuesta del Pew Research Center realizada en mayo 2015, el 42% de los estadounidenses cree que el calentamiento global es un problema “muy grave”, por encima del 33% de 2013. De los 39 países encuestados por el centro, un 42% de los europeos declaran estar preocupados por el cambio climático; mientras que los latinoamericanos sensibilizados sobre el tema son un 61%. En general, el sondeo señala que el calentamiento global es la principal preocupación de la población mundial (46%), incluso por encima de la inestabilidad económica (42%); el terrorismo yihadista (41%) y el programa nuclear iraní (31%).

De Kioto a la Conferencia Mundial del Clima de París.El Protocolo de Kioto entró en vigor en febrero de 2005. Su objetivo era reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático. Estados Unidos, el principal emisor, rechazó incorporarse al protocolo firmado por 30 países industrializados, entre ellos España. En marzo de 2015 Estados Unidos formalizó con la ONU un acuerdo según el cual se comprometía a reducir sus emisiones de efecto invernadero para 2025 entre un 26% y un 28% respecto a los niveles de 2005. El último acto para la firma de un pacto global sobre la reducción de las emisiones de carbonos será la Conferencia Mundial del Clima de París del 15 de diciembre de 2015, que pretende cerrar un acuerdo vinculante que evite que el calentamiento global sobrepase los dos grados centígrados.

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