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La energética destruyó 2,2 millones,la financiera otros3,72

España tiene 6 millones de ocupados menos que al empezar 2019, mayor pérdida que en otras crisis

Redacción/ Actualizado el 31 de julio de 2020 con cifras de PIB
La Encuesta de Población Activa del 2º trimestre de 2020 ha sido interpretada como la peor desde que hay registros, aunque realmente los cambios introducidos por la pandemia de COVID impiden valorar adecuadamente todas sus cifras. Pero en perspectiva histórica desde el primer trimestre de 2019 se han perdido 6 millones de empleos efectivos y 6,8 desde su máximo previo a la crisis financiera, durante la cual se destruyeron 3,72 millones de empleos, frente a 2,2 en la energética, de 1974 a 1984.

Tras las estadisticas españolas, Eurostat publicó las estadísticas de paro de toda a Unión Europea, tan inverosímiles como las españolas según los expertos del consejo editorial de Ibercampus.es debido al escaso impacto en sus metologías durante la pandemia de COVID (confinamientos, ERTEs, etc): cuando los indicadores de PIB reflejan desplomes próximos o superiores al 20% en el segundo trimestre (este viernes el INE confirmó una caída interanual española del 22,1%), el desempleo europeo ni siquiera se ha disparado un punto, hasta el 7,8% en junio, si bien España marca hasta el 15,6%. No obstante, la tasa española de paro juvenil, que desde hace décadas duplica en España a la media europea, refleja un mayor diferencial, pues subió de nuevo en junio al 40,8% desde el 39,1% de mayo, siendo de nuevo la más elevada de toda la UE (16.8% de UE, 17.0% en toda la zona euro, por delante del 33,6% de Grecia en abril. En cifras absolutas, España registraba 514.000 jóvenes desempleados en junio, un incremento de 19.000 respecto del mes anterior y de 8.000 en un año, lo que reafirma la citada presunción de inverosimilitud..

Las cifras publicadas este martes por el INE español indican que la población de 16 años y más suma 39,56 millones de personas de media en el segundo trimestre del 2020, de ellas consideradas activas 21,97 millones (casi 1,02 millones menos que en el trimestre anterior), ocupadas 18,60 milones (1,07 millones menos), paradas casi 3,39 millones (solo 55.000 más que en el primer trimestr) e inactivas casi 17,59 millones. Sin embargo, han sido tantas las perturbaciones introducidas por la desaceleración económica del 2019, y principalmente de la pandemia de COVID declarada a mediados de marzo de 2020, que las variaciones de detalle se difuminan, por lo que parece más adecuado ofrecer una perspectiva histórica, en la que sí se aprecian significativas conclusiones.

En efecto, la década de crisis industrial iniciada por la carestía de la energía en una de las economías del mundo más dependiente de este factor redujo el número de ocupados en 2,2 millones, desde los 13,2 millones registrados en 1974 (al empezar la subida de precios del petróleo por parte de la OPEP, que coincidió con las incertidumbres de la transición política española), hasta los 11 millones de 1984. Ello supuso la introducción en España de la masificación del paro y su conversión en el mayor problema estructural de un capital humano peor formado que el de otros países, al subir desde cifras casi inapreciables (solo las derivadas del cambio de trabajo)  hasta niveles del  21%, que décadas después sería suerado al acercarse al 27% en los peores momentos de la crisis financiera iniciada en 2007.

Posteriormente, al margen de variaciones del total de la población y de cambios estadísticos y recesiones menores  como la de principios de los años noventa, la gran crisis financiera provocó un mayor golpe al empleo: 3,72 millones de ocupado.Entonces el total del empleo pasó desde su máximo de 20,75 mllones de ocupados en el tercer trimestre de 2007 hasta el mínimo de 17,03 millones en el primer trimeste de 2013, nivel desde el que luego recuperó su mayor nuevo máximo en el ciclo de recuperacion al subir hasta los 19,96 millones del cuarto trimestre de 2019

No obstante, el balance laboral del 2019 lo convirtió en el peor  año desde la recuperación iniciada el 2013, sobre todo para los jóvenes. Pese a ello, el año se había iiniciado con un primer Gobierno de Pedro Sánchez acentuando su triunfalismo sobre el balance laboral y eludiendo las alertas internacionales sobre el alcance de la recesión.Esa actitud llamó la atención ya en el verano de 2018, cuando Ibercampus.es titulaba que el Gobierno de Sánchez valora las estadísticas laborales con similar triunfalismo al de Rajoy.

Ahora, pese a todos los cambios que alteran la adecuada lectura de la última estadística de la EPA, entre ellas los ERTE al dar seguridad de rentas a más de cuatro millones de personas y ser considerados sus trabajadores como "ocupados", desde el máximo de 20,75 millones de ocupados efectivos en el tercer trimestre de 2007 se han perdido 6,85 millones de empleos, pues el número de ocupados que efectivamente han trabajado en el segundo trimestre de 2020 se reduce a 13.901.000 (el 35,14% de la población de 16 y más años). Si estos 13,9 millones de empeos efectivos se compararan con la máxima ocupación alcanzada por el periodo de expansión económica que se inicia en 2013 y acaba a principios de 2019 (al registrarse e la EPA del primer trimestre de año pasado 19,96 millones de ocupados), la destrucción total de empleo ha sido de 6 millones en este último año y medio, iniciado por la desaceleración económica luego acentuada exponencialmente por los efectos del COVID. 

Esa destrucción efectiva de empleo en la economía española ha sido pues mayor en perspectiva histórica que los casi cinco millones de empleos creados de 2001 a 2007. En el primer trimeste de 2001 los ocupados eran 15,86 millones y pasaron a 20,75 millones en el tercer trimestre de 2007. Pero el Gobierno del 2001 (presidido por un José María Aznar crecido por la mayoría absoluta de su segundo mandato, cuando al primero llegó al oder con menos votos que Felipe González),  al ver que el paro apenas bajaba del 14% ,introdujo los criterios mñas restrictivos jamas registrados en la EPA, por lo que estadísticamente pasó de golpe de 2,35 millones a 1,89 millones de personas.

Esos cambios metodológicos, unidos a regulaciones como la de los ERTE distorsiona la lectura e interpretación de las cifras de la EPA del segundo trimeste 2020, cuando las horas efectivas de trabajo realizadas han disminuido un 22,59% respecto al primer trimestre. Por ello, el propio INE recurre para a la Estadística de Flujos para dar una perspectiva más completa sobre la suerte de  2.142.000 personas, indicando que refleja que 1.034.200 ocupados y 1.107.600 parados del primer trimestre han pasado a la inactividad en el segundo.

Asimismo, hubo 1.628.500 personas que no han podido buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar. Con ello, no han cumplido todas las condiciones que la definición OIT exige para ser clasificado como parado. Esta cifra supone un incremento de 843.000 personas respecto del trimestre anterior.

Entre las interpretaciones de esta EPA cabe destacar de nuevo la publicada en su perfil de LInkedin por Javier Esteban, miembro del consejo editorial de Ibercampus.es 

Casi todos los medios de prensa indican este miércoles que la paralización de buena parte de la economía entre abril y junio, como consecuencia de las medidas sanitarias aprobadas por la pandemia del coronavirus, causó la destrucción de 1.074.000 empleos, el peor trimestre de la serie histórica, que deja la cifra total de ocupados en 18,6 millones de personas. Pero advierten que los ERTE han evitado una mayor destrucción de la ocupación y crecimiento del paro, mientras la ministra Calviño dice haber evitado el «escenario disruptivo de una caída del 25 por ciento del PIB». En una presentación remitida a los medios horas después de publicarse la EPA, afirma que «la respuesta económica y social ha supuesto movilizar el 20,3% del PIB en apoyo presupuestario y de liquidez», con medidas como el fondo Covid para las comunidades autónomas, los ERTE, las líneas ICO o la ampliación de los plazos tributarios. Este esfuerzo público sitúa a España entre los países que han dedicado más recursos en relación con el PIB solo por detrás de Alemania, Estados Unidos, el Reino Unido y Dinamarca, con datos hasta el 15 de junio, según el Gobierno.

Principales resultados de la encuesta según el INE

 El número de ocupados disminuye en 1.074.000 personas en el segundo trimestre de 2020 respecto al trimestre anterior (un –5,46%) y se sitúa en 18.607.200. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del –6,73%. En variación anual el empleo ha bajado en 1.197.700 personas (–6,05%).

La ocupación disminuye este trimestre en 22.000 personas en el sector público y en 1.052.000 en el privado. Respecto del mismo trimestre de 2019, el empleo se ha incrementado en 31.500 personas en el sector público y ha bajado en 1.229.100 en el privado.

 Los asalariados disminuyen este trimestre en 1.033.300. Los que tienen contrato indefinido se reducen en 361.400 y los de contrato temporal en 671.900. En variación anual, el número de asalariados baja en 1.161.400, de ellos 232.300 con contrato indefinido y 929.100 con contrato temporal. El número de trabajadores por cuenta propia desciende en 36.100 este trimestre y en 34.600 en los 12 últimos meses.

La ocupación disminuye este trimestre en todos los sectores: Agricultura (–21.400), Industria (–127.000), Construcción (–108.700) y Servicios (–816.900). En el último año el empleo baja también en los cuatro sectores. En los Servicios hay 922.200 ocupados menos, en la Industria –122.300, en la Construcción –107.300 y en la Agricultura –45.900.

La bajada de la ocupación es general en todas las comunidades autónomas, excepto en Illes Balears, donde crece en 9,200 este trimestre. Los mayores descensos se dan en Cataluña (–223.700), Andalucía (–198.100) y Comunidad de Madrid (–184.400). En el último año, las comunidades autónomas que más reducen su ocupación son Andalucía (–226.800), Cataluña (–203.600) y Comunitat Valenciana (–140.600).

El número de parados sube este trimestre en 55.000 personas (1,66%) y se sitúa en 3.368.000. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del 6,03%. En los 12 últimos meses el paro ha aumentado en 137.300 personas (4,25%).

 La tasa de paro se sitúa en el 15,33%, lo que supone 92 centésimas más que en el trimestre anterior. En el último año esta tasa ha aumentado en 1,30 puntos.

 Por comunidades, las mayores bajadas trimestrales del paro se dan en Andalucía (–48.200), Castilla–La Mancha (–20.900) y Extremadura (–15.000). Y los mayores incrementos en Cataluña (61.300 parados más), Comunidad de Madrid (54.500) y Comunitat Valenciana (42.500). En términos anuales, las mayores reducciones del número de parados se producen en Andalucía (47.000 menos), Canarias (–13.300) y Castilla–La Mancha (–5.000). Por su parte, Comunidad de Madrid (62.900 parados más) Comunitat Valenciana (43.100) y Cataluña (41.700) presentan las mayores subidas anuales del paro.

El número de activos desciende este trimestre en 1.019.000, hasta 21.975.200. La tasa de actividad baja 2,64 puntos y se sitúa en el 55,54%. En el último año la población activa ha disminuido en 1.060.400 personas y la tasa de actividad se ha reducido 3,20 puntos.

Estos son los efectos del COVID que destaca el INE

 La ocupación ha bajado en 1.074.000 personas en el segundo trimestre. Hay que tener en cuenta que esta cifra no incluye a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con suspensión de empleo que, según la metodología de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se aplica en la EPA, se consideran ocupados.

 En cambio, la suspensión o reducción de jornada de los trabajadores afectados por ERTE, junto con otros tipos de ausencias al trabajo (como paro parcial por razones técnicas o económicas, o enfermedad, accidente o incapacidad temporal), sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas, que han disminuido un 22,59% respecto al primer trimestre. Con ello, el número de ocupados que efectivamente han trabajado en el segundo trimestre se reduce a 13.901.000 (el 35,14% de la población de 16 y más años).

El 16,20% de los ocupados (3.015.200) trabajaron desde su propio domicilio más de la mitad de los días, frente al 4,81% observado en 2019.

 Por su parte, el paro ha aumentado en 55.000 personas. La tasa de paro se sitúa en el 15,33%. Hay que tener en cuenta que no todos los que han perdido su empleo han pasado a clasificarse como parados según la definición de la OIT. Una parte considerable ha pasado a la inactividad, categoría que ha aumentado en 1.062.800 personas.

 Este incremento de la inactividad se debe fundamentalmente a que el confinamiento y el cierre de empresas han impedido a 1.628.500 personas buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar. Por ello, no han podido cumplir todas las condiciones que la definición OIT exige para ser clasificado como parado y han quedado clasificados como inactivos.

 Una visión más pormenorizada de las transiciones observadas entre ocupación, paro e inactividad se obtiene con la Estadística de Flujos, que refleja que 1.034.200 ocupados y 1.107.600 parados del primer trimestre han pasado a la inactividad en el segundo. No se ha producido una reducción del empleo y del paro del mismo orden debido a la existencia de movimientos en sentido contrario que han compensado parcialmente el descenso de la actividad. Entre ellos cabe señalar que 454.800 parados y 409.600 inactivos del primer trimestre han encontrado empleo en el segundo.

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