Las acciones que se están tomando son positivas y ayudarán en el futuro, con un mercado laboral más flexible y empresas más competitivas. Pero el desempleo no se resuelve porque se han tomado ya en la crisis. Cuando llegue el crecimiento veremos que surtirán efecto. Se han tomado tarde, pero al menos ya se ha hecho.
Se están dando dos situaciones. En España y en el Sur de Europa hay un ciclo económico muy malo y cuando no se crece es difícil crear empleo. Después de grandes años, España tiene un alto nivel de paro porque era un mercado muy rígido y poco flexible para adaptarse a los ciclos antes de que lleguen las crisis. Como en Francia e Italia, esto está cambiando, pero en la recesión. Habría que haberlo hecho antes. Si no, el cambio de ciclo no te da un retorno a las medidas.
Pero por otra parte, asistimos a tres cambios importantes. De un lado, las empresas estudian cómo hacer más con menos usando la tecnología, lo que cambia las habilidades que se requieren. De otro, las economías emergentes crecen rápidamente y compiten con nuestros países. Y también cambios demográficos porque se retiran muchos trabajadores y no hay suficientes que se incorporen al mercado con las habilidades adecuadas para sustituirlos.
En España hay mucho paro juvenil que corre el riesgo de convertirse en estructural al estar muchos años sin trabajar. El tiempo juega en su contra porque cuando el mercado se recupere competirán con nuevas promociones, más actualizadas.
Porque algunas carreras no son las que se precisan en el mercado de trabajo. Una cosa es graduarse y otra estar preparados para el mundo laboral. Para evitar el enorme paro juvenil español los gobiernos tienen que promover e incentivar la contratación de jóvenes con desgravaciones o rebajas en las cuotas de la Seguridad Social a las empresas. Fomentar los contratos de formación en los que se les prepara sobre cuestiones muy específicas. Y habilitar sistemas para que los jóvenes se vayan incorporando a las empresas desde los estudios, para que quien salga de las universidades se integre rápidamente en el mercado y adquiera experiencia: las prácticas, los becarios, como en Suiza, con un 4% de paro, y en Alemania, con un 6%.
Sí, el nivel de flexibilidad en las organizaciones tiene que crecer porque vivimos en un mundo de incertidumbre y hay que adaptarse rápidamente a los cambios. No va a pasar de forma repentina, aunque las reformas lo van a facilitar, pero esto significará más autoempleo, más trabajos a tiempo parcial, por proyectos cortos, etcétera. Esto será más común, pero tampoco se va a dar la vuelta a la tortilla. Los individuos pasarán a tomar el control de su destino, por ejemplo, trabajando como freelance para tres empresas a la vez. Pero para ello deben tener las habilidades correctas y experiencia. Si es así, elegirán cómo, dónde y cuándo trabajarán. Estarán en una compañía mientras crean que les aporta desarrollo y capacitación, pero cuando vean que el mercado cambia y se quedan obsoletos se irán. En España, con un 26% de paro, no sucede esto. Pero pasará en el futuro.
¿Le parecen bien los ‘minijobs’?
Si le presguntas a los trabajadores si quieren un minijob o un empleo convencional a tiempo completo elegirán esta última opción. Pero si le dices a un desempleado si prefiere estar años sin trabajar o hacerlo menos horas y por menor salario elegirá esto último. Pienso que es mucho mejor estar activos y conectados con las empresas y el mercado laboral, siempre que se lesgisle para garantizar que no haya abusos.
Habrá ese riesgo, o que no esté comprometido con la compañía que es casi peor. La clave en el futuro será el talento. Las empresas y los países que tengan el mejor serán los que alcancen mayores éxitos. Ahora es cuando hay que cuidarlo y ocuparse de él.
Es positivo para ellos, porque adquieren experiencia, conocimiento y mejoran su vida. Pero también lo es para el país porque la mayoría terminará regresando con nuevas habilidades y con experiencia.
Jonas Prising cree que para cubrir las profesiones del futuro serán necesarios sobre todo profesionales formados en Ciencias, en tecnología, en ingenierías y en Matemáticas, “porque la tecnología será la base de casi todo. España, Europa e incluso Estados Unidos no lo estamos haciendo bien en este sentido, no somos fuertes en estas disciplinas”.