jueves,18 agosto 2022
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Jonas Prising: «El paro juvenil en España puede hacerse estructural»

Redacción
Recogemos una interesante entrevista del diario Expansión a un directivo de ManpowerGroup sobre el empleo en los jóvenes
Gestiona más de la mitad del negocio de ManpowerGroup. Cree que España ha hecho los deberes, pero tarde, y analiza cómo será el trabajo en el futuro.

 

De sus decisiones dependen buena parte de los 12.000 millones de dólares (9.300 millones de euros) que factura ManpowerGroup en los mercados de su responsabilidad: América y el Sur de Europa, más de la mitad del negocio de la corporación especializada en servicios de recursos humanos. El grupo factura 22.000 millones de dólares (17.000 millones de euros), más de 270 millones en España. Formado en la Stockholm School of Economics, Insead, Stanford y Yale, habla cinco idiomas, lleva 30 años fuera de su Suecia natal y ahora tiene base en los cuarteles centrales de Milwaukee.

 

¿Qué le parecen las medidas tomadas hasta ahora en España para corregir la destrucción de empleo?

Las acciones que se están tomando son positivas y ayudarán en el futuro, con un mercado laboral más flexible y empresas más competitivas. Pero el desempleo no se resuelve porque se han tomado ya en la crisis. Cuando llegue el crecimiento veremos que surtirán efecto. Se han tomado tarde, pero al menos ya se ha hecho.

“Si le preguntas a un desempleado si quiere un ‘minijob’ te dirá que lo prefiere a estar años sin volver a trabajar”.

 

Entonces, ¿qué evolución podemos esperar?

Se están dando dos situaciones. En España y en el Sur de Europa hay un ciclo económico muy malo y cuando no se crece es difícil crear empleo. Después de grandes años, España tiene un alto nivel de paro porque era un mercado muy rígido y poco flexible para adaptarse a los ciclos antes de que lleguen las crisis. Como en Francia e Italia, esto está cambiando, pero en la recesión. Habría que haberlo hecho antes. Si no, el cambio de ciclo no te da un retorno a las medidas.

Pero por otra parte, asistimos a tres cambios importantes. De un lado, las empresas estudian cómo hacer más con menos usando la tecnología, lo que cambia las habilidades que se requieren. De otro, las economías emergentes crecen rápidamente y compiten con nuestros países. Y también cambios demográficos porque se retiran muchos trabajadores y no hay suficientes que se incorporen al mercado con las habilidades adecuadas para sustituirlos.

En España hay mucho paro juvenil que corre el riesgo de convertirse en estructural al estar muchos años sin trabajar. El tiempo juega en su contra porque cuando el mercado se recupere competirán con nuevas promociones, más actualizadas.

 

Pero España tiene un índice de universitarios a la altura de Estados Unidos y los países desarrollados. ¿Por qué cree que no entra gente nueva al mercado con las habilidades que se demandan?

Porque algunas carreras no son las que se precisan en el mercado de trabajo. Una cosa es graduarse y otra estar preparados para el mundo laboral. Para evitar el enorme paro juvenil español los gobiernos tienen que promover e incentivar la contratación de jóvenes con desgravaciones o rebajas en las cuotas de la Seguridad Social a las empresas. Fomentar los contratos de formación en los que se les prepara sobre cuestiones muy específicas. Y habilitar sistemas para que los jóvenes se vayan incorporando a las empresas desde los estudios, para que quien salga de las universidades se integre rápidamente en el mercado y adquiera experiencia: las prácticas, los becarios, como en Suiza, con un 4% de paro, y en Alemania, con un 6%.

“Las empresas y los países que tengan el mejor talento serán los que alcancen mayores éxitos”.

 

¿Pasa el futuro entonces por la flexibidad? ¿En qué sentido?

Sí, el nivel de flexibilidad en las organizaciones tiene que crecer porque vivimos en un mundo de incertidumbre y hay que adaptarse rápidamente a los cambios. No va a pasar de forma repentina, aunque las reformas lo van a facilitar, pero esto significará más autoempleo, más trabajos a tiempo parcial, por proyectos cortos, etcétera. Esto será más común, pero tampoco se va a dar la vuelta a la tortilla. Los individuos pasarán a tomar el control de su destino, por ejemplo, trabajando como freelance para tres empresas a la vez. Pero para ello deben tener las habilidades correctas y experiencia. Si es así, elegirán cómo, dónde y cuándo trabajarán. Estarán en una compañía mientras crean que les aporta desarrollo y capacitación, pero cuando vean que el mercado cambia y se quedan obsoletos se irán. En España, con un 26% de paro, no sucede esto. Pero pasará en el futuro.

¿Le parecen bien los ‘minijobs’?

Si le presguntas a los trabajadores si quieren un minijob o un empleo convencional a tiempo completo elegirán esta última opción. Pero si le dices a un desempleado si prefiere estar años sin trabajar o hacerlo menos horas y por menor salario elegirá esto último. Pienso que es mucho mejor estar activos y conectados con las empresas y el mercado laboral, siempre que se lesgisle para garantizar que no haya abusos.

 

¿Cree que habrá una fuga de talento de las empresas tras la crisis?

Habrá ese riesgo, o que no esté comprometido con la compañía que es casi peor. La clave en el futuro será el talento. Las empresas y los países que tengan el mejor serán los que alcancen mayores éxitos. Ahora es cuando hay que cuidarlo y ocuparse de él.

 

¿Se enriquece el país o es una pérdida de talento que los jóvenes se marchen al extranjero?

Es positivo para ellos, porque adquieren experiencia, conocimiento y mejoran su vida. Pero también lo es para el país porque la mayoría terminará regresando con nuevas habilidades y con experiencia.

 

El futuro pasa por las Ciencias, la tecnología y las Matemáticas.

Jonas Prising cree que para cubrir las profesiones del futuro serán necesarios sobre todo profesionales formados en Ciencias, en tecnología, en ingenierías y en Matemáticas, “porque la tecnología será la base de casi todo. España, Europa e incluso Estados Unidos no lo estamos haciendo bien en este sentido, no somos fuertes en estas disciplinas”.

 

Pero no dibuja este sueco que lleva 30 años fuera de su país un futuro lleno de técnicos y máquinas. “Las habilidades ‘soft’ serán más importantes porque las TIC te dan la información al instante. La pregunta es cómo conectarla con el conocimiento, cómo colaborar con otros, cómo comunicarla”. En este contexto, el papel de los mandos de las empresas cobrará aún mayor importancia, explica el presidente de ManpowerGroup para las Américas y el Sur de Europa: “Los ‘manager’ tendrán un rol muy distinto, serán como un ‘coach’. No tendrán que transmitir lo que hay que hacer, sino ser una guía para los jóvenes para que den lo mejor de sí mismos con toda esa información y conocimiento. Antes eran dueños del conocimiento y lo transmitían. Ahora los ‘junior’ ya tienen ese conocimiento”.
 

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