jueves,18 agosto 2022
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Evacuado el Hospital Carlos III para alojar a os infectados

La prensa española critica el alarmismo en la comunicación sobre el ébola

Redacción
Los editoriales de os principales diarios españoles coinciden en criticar el alarmismo de la política de comunicación contra el riesgo del virus ébola, mientras los enfermos del Hospital Carlos III eran desalojados y trasladados a otro centro sanitario para atender al sacerdote infectado y otras personas. Los sindicatos resaltaron los "nervios" entre el personal. El virus se ha cobrado 932 vidas en África Occidental, donde ha infectado a más de 1.700 personas, según el último balance de la OMS.

El Ministerio de Sanidad preparó un operativo especial para recibir al Airbus A310 medicalizado que el Ejército del Aire envió ayer a Liberia para repatriar al sacerdote Miguel Pajares, infectado por el ébola, y a la religiosa Juliana Bonoha Bohé, nacida en Guinea pero con nacionalidad española. Pajares ha sido ingresado en el Hospital Carlos III de Madrid con las máximas medidas de seguridad, para lo que se ha desalojado al hospital de los enfermos que estaban ingresados y se han habilitado en la sexta planta del edificio tres habitaciones individuales de aislamiento con presión negativa, un sistema de ventilación para evitar la transmisión del virus. La religiosa también será ingresada en el centro, si bien no presenta síntomas de la enfermedad.

Todos los diarios impresos ofrecen en primera página la repatriación del sacerdote. "Sanidad deja vacío un hospital de Madrid para el infectado de ébola", titula EL PAÍS. "El religioso con ébola y la monja, repatriados en el avión de Rajoy", es el titular de EL MUNDO. Para ABC, "España cumple con su deber". LA RAZÓN apunta que "el Carlos III aislará a los dos españoles repatriados por ébola".

La presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, declaró el estado de emergencia en el país para hacer frente al brote de ébola, y dijo que la epidemia representa una amenaza para la seguridad del Estado, que ya se ha cobrado más de mil muertos. Mientras el número de casos aumenta en Liberia, ayer Arabia Saudí informó del primer caso sospechoso de ébola, que, de confirmarse, sería el primero en Asia.

La OMS cuestionó la idoneidad de emplear fármacos no utilizados con anterioridad para tratar el virus. Los enfermos a los que Estados Unidos suministró un tratamiento experimental mejoran de los síntomas. El presidente estadounidense, Barack Obama, insistió ayer en que no hay suficiente información para decidir si este tratamiento es eficaz y añadió que los esfuerzos deben concentrarse en contener la epidemia.

Editoriales de la prensa

La rápida repatriación del sacerdote enfermo contrasta con la descoordinación administrativa (EL PAÍS): "Menos de 24 horas han tardado los ministerios de Sanidad y Defensa en poner en marcha la repatriación del sacerdote Miguel Pajares, enfermo de ébola y aislado en un hospital de Liberia. Es verdad que el diagnóstico se preveía desde tres días antes (…), pero eso no quita mérito a la rápida respuesta. Estados Unidos tardó tres días en repatriar al primero de sus enfermos". "Que Pajares vuelva a España para intentar reponerse es una buena noticia". "Sanidad insiste en que el riesgo del traslado es mínimo: se sabe qué tiene y cómo debe tratarse. Así, el peligro de contagio es casi nulo". "Esta eficacia fue empañada, sin embargo, por la torpe política informativa de las autoridades". "El caso de Pajares es importante y grave, aunque no es una crisis ni muchísimo menos. Debería servir para que los ministerios y las comunidades demuestren que pueden trabajar juntos, y no para escenificar sus errores de comunicación. Después del aceite de colza, la gripe A, las vacas locas y otras alertas, ya deberían saber que la información adecuada es una herramienta sanitaria crucial".

Alarmismo infundado por el ébola ante una actuación correcta y justa (EL MUNDO):"La noticia de la repatriación del religioso Miguel Pajares, a quien se le diagnosticó el ébola en un hospital de Liberia, desató ayer la alarma entra la ciudadanía española, que expresó su nerviosismo y malestar en las redes sociales y en los medios de comunicación. A fomentar esa intranquilidad contribuyeron las manifestaciones de personas que deberían estar bien informadas y que, cuando menos de forma imprudente, sembraron inquietud". "El Gobierno español ha hecho lo correcto al repatriar al misionero Miguel Pajares". "El aislamiento de un paciente de estas características no es complicado y España es un país con una Sanidad de primer nivel, con personal e instalaciones preparadas. Por eso sorprende que el Gobierno tardara al principio en reaccionar, dando la sensación de que ninguno de los ministros implicados en la repatriación (Sanidad, Exteriores y Defensa) quería asumir en solitario la responsabilidad de esa actuación. Hubo momentos de confusión y falta de información". "La repatriación de Miguel Pajares es un acto de humanidad y de justicia con quien, durante años y en el anonimato, ha estado salvando vidas en zonas olvidadas del planeta a sabiendas de que, al hacerlo, arriesgaba la suya propia. Pajares representa lo mejor de lo que es capaz la sociedad española".

La obligación moral de un rescate (ABC): "La operación de rescate organizada por el Gobierno para repatriar al sacerdote español contagiado por el ébola tiene por encima de cualquier consideración médica, una naturaleza humanitaria que responde a las exigencias éticas de un país como España". "No cabe detenerse en cuestiones económicas o en complicados protocolos de seguridad, excusas que no hacen sino encubrir el egoísmo de una sociedad permanentemente atemorizada por alertas de toda condición". "Se puede cuestionar a estas alturas la oportunidad de ingresar a Miguel Pajares en uno u otro hospital, más o menos expuesto al tránsito de pacientes, pero no una operación de rescate que quizá no sea la última y que era un deber moral para España".

No es sólo un drama africano (EL PERIÓDICO): Los temores al ébola "van exportándose fuera del continente africano como lo demuestran los ´nervios´ suscitados ayer en España sobre el centro donde debía ser tratado Miguel Pajares y que fueron alimentados por el silencio incomprensible de la titular del Ministerio de Sanidad. No sin cierto e injustificado alarmismo, surgieron voces -sobre todo del personal sanitario, más expuesto al contagio- que pusieron en duda las garantías de los grandes centros hospitalarios españoles para asegurar el aislamiento del misionero infectado y evitar, en el peor de los caso, que el virus huya al exterior". "Como no podía ser de otra manera, la directora de Salud salió al paso y afirmó de forma tajante que la seguridad ´está totalmente garantizada´". "El drama africano del ébola debe ser una preocupación solidaria de todos".

El Gobierno actúa con eficacia (LA RAZÓN): La repatriación del misionero Miguel Pajares es "una decisión acertada y su ejecución no admite reproche. Es de justicia reconocer el trabajo eficiente y la coordinación de los ministerios de Defensa, Exteriores y Sanidad". "También es de justicia reconocer la rapidez y eficiencia con que han reaccionado los responsables y el personal del centro sanitario para adecuarlo a las exigencias médicas del paciente. Por más que en situaciones como éstas siempre aparezcan oportunistas mezquinos que pretendan sacar rédito político o sindical, lo cierto es que la inmensa mayoría de los ciudadanos aplaude que los poderes públicos se hayan volcado con el padre Pajares, cuya entrega y sacrificio por los enfermos de Liberia le han llevado a pagar un altísimo tributo".

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