La VII Cumbre de las Américas que se realizará en Panamá los próximos 10 y 11 de abril, abrirá la oportunidad del diálogo entre las 35 delegaciones americanas, aunque enmarcado en un contexto frágil, por los diferentes tensiones que se han suscitado recientemente en la región.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos al gobierno venezolano de Maduro, por su reiterativa violación a los derechos humanos y la crisis política que se vive en el país, ha generado el descontento por parte de los países latinoamericanos frente a las acciones coercitivas unilaterales del gobierno de Obama, al declarar a Venezuela una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. Con el anuncio del paquete de sanciones, en las que se incluyen la remoción de las visas y el bloqueo económico a funcionarios y exfuncionarios del gobierno de Maduro, los presidentes Rafael Correa y Evo Morales, han tildado de irrespetuosa e imperialista esta actitud y pretenden generar un ambiente antiimperialista en la Cumbre. El expresidente español Felipe González defiende a opositores a Maduro, por lo que España no estará ausente.
Por otro lado, la participación de Cuba por solicitud de todos los países latinoamericanos que se pronunciaron en Cartagena de Indias en la pasada Cumbre en 2012, abre la posibilidad de un diálogo heterogéneo sin las restricciones propias del contexto de la Guerra Fría que se vivió en la región, al restablecerse los diálogos y relación entre Estados Unidos y el gobierno de la isla. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por ambas partes en las negociaciones por levantar el bloqueo a la Isla, aún no se han visto resultados tangibles. De acuerdo con Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado y jefa de la delegación estadounidense que está negociando con Cuba, quedan pendientes el establecimiento de las correspondientes delegaciones diplomáticas y la remoción de Cuba de la lista de Estados que promueven el terrorismo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Panamá, en la página oficial de la Cumbre, indicó que se introducirán una serie de innovaciones al encuentro hemisférico, como la realización de un foro académico que reunirá a los rectores de las Universidades más destacadas del continente, y la implementación de un nuevo enfoque metodológico en el desarrollo del tema y los acuerdos.
Se espera que en la Cumbre se aborden también temas pendientes como la lucha contra las drogas, seguridad regional y desarrollo económico. Sin embargo, por la fragilidad de las relaciones que existen entre algunos países de Latinoamérica y Estados Unidos, frente a, podrá enturbiar el diálogo y centrarlo en los temas políticos que circundan las agendas de los países del ALBA, como salud, educación, energía, ambiente, participación, gobernabilidad, migración y seguridad. Integran esta Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, además de Venezuela y Cuba, Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, S. Vicente y Granadinas.