jueves,18 agosto 2022
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La salud pública, a la luz de la historia: (1) Los inicios

Pensamiento mágico-religioso, astros y dioses,cuando la prioridad no era sobrevivir a las epidemias

Redacción
La pandemia de COVID 19 ronda los 16 millones de infectados y avanza hacia los 700.000 muertos en 188 países, cuyos gobiernos apenas cooperan, mientras las tecnologías de la información del digitalismo encuentran esos y otros frenos institucionales incluso para detectar y rastrear los contactos. Por eso Ibercampus.es sugiere con esta lectura que ciencia, política, tecnología y economía superarían esas incapacidades globales si entendieran mejor que los contactos han sido clave en toda epidemia

Para ello, con el imperativo de enfocar los graves problemas actuales desde la comprensión de los sistemas adaptativos complejos (SAC) de la naturaleza que recomienda el consejo editorial de ibercampus.es, reproducimos a través de las 5 piezas resumidas en el recuadro de abajo la historia de la salud pública que aparece en el primer tomo de "Complejidad y Salud" (Universidad El Bosque),  gracias a la colaboración de la autora, la profesora Laura Julieta Vivas, quien aporta sus principales pinceladas desde la prehistoria y la antigüedad hasta nuestros días, tiempo en que ha habido un movimiento en zigzag, si cabe, entre salud, enfermedad, medio ambiente, espiritualidad, ciencia y tecnología.

Este capítulo no pretende ofrecer una visión histórica rigurosa, sino, tan solo, unas pinceladas, a la manera del puntillismo, acerca de lo que ha sucedido con la salud en general y la Salud Pública, en particular, a lo largo de la historia de Occidente. Este es exactamente el mérito y la limitación de este capítulo. Por ello, el lenguaje y el estilo, la metodología y las referencias no pretenden ser estrictamente científicas, sino que se erigen como un esbozo; un ensayo para reflexiones posteriores.

La historia de la Salud Pública es dinámica y se genera de forma constante. La aparición paulatina de las enfermedades ha proporcionado el estímulo para gran parte de la actividad en la Salud Pública alrededor del mundo. En algunos casos, superar una enfermedad ha eliminado una barrera al comercio u otro objetivo deseado, por lo cual es importante señalar que los avances en la Salud Pública, a lo largo de la historia, generalmente han tenido un impacto que pone en evidenciar el esfuerzo internacional encaminado a comprender y curar enfermedades con consecuencias involuntarias en las poblaciones y que, de acuerdo al momento histórico, se han tenido que desarrollar estrategias y herramientas enfocadas en el mantenimiento de la salud.

Este capítulo presenta una retrospectiva histórica y tiene como objetivo fundamental el abordaje del desarrollo del pensamiento de la salud pública desde sus inicios antes del mundo greco-romano, hasta la contemporaneidad, pasando por la Edad Media y la Modernidad. Hace hincapié en el abordaje de los conceptos de prevención de la enfermedad, prolongación de la vida, promoción de la salud física y mental, saneamiento, higiene personal, control de las enfermedades y organización de los servicios de salud, para llegar a la concepción de Salud Pública y comprender la importancia de la Medicina Social. Todo ello ubicado dentro del contexto social, político, económico y cultural de cada época respectiva. La recomendación para este capítulo es una invitación explícita al estudio de la Salud Pública a lo largo de la historia de la humanidad, en particular a lo relacionado con las interacciones humanas y cómo estas involucran la toma de decisiones en temas de salud colectiva, específicamente en el tratamiento de los múltiples problemas de la vida social, el reconocimiento de la importancia de la acción comunitaria en la promoción de la salud y la prevención y tratamiento de enfermedades.

Los inicios

Queda dicho: la salud no es un concepto estático. Por el contrario, ha variado de acuerdo con la época histórica, con la cultura y con las tradiciones. Hace más de diez mil años, los humanos vivían y viajaban en pequeños grupos y sus principales actividades eran la caza y la recolección. Se sabe que tuvieron una corta vida, pero no a causa de epidemias; su problema principal era encontrar suficiente comida y de esta manera sobrevivir. Su dieta mixta probablemente fue bastante equilibrada y completa. Como vivían en pequeños grupos y se mudaban con frecuencia, tenían pocos problemas con la acumulación de desechos, agua o alimentos contaminados.

Cuando nuestros antepasados prehistóricos reemplazaron el modo de vida de cazadores-recolectores con un modelo agrícola y de domesticación de animales para mantener el suministro regular de alimentos y permitir la expansión de la población, se generó de igual manera un nuevo régimen de enfermedades para las sociedades humanas. Los animales domesticados proporcionaron no solo comida y trabajo, también portaban enfermedades que podían transmitirse a los humanos, con lo cual se aumentó la oportunidad de la proliferación de las formas microparasitarias. El asentamiento agrícola reconstruyó el ecosistema y la puerta se abrió par la hiperinfestación. Por ejemplo, los asentamientos humanos ofrecieron una mayor oportunidad para el contacto constante con parásitos intestinales transportados a través de las heces humanas, mientras que una banda de cazadores en constante movimiento estaba mucho menos en riesgo de tales infecciones. El asentamiento, la domesticación de animales y plantas y la urbanización, alteraron para siempre el ambiente de enfermedad de la especie humana (Cohen, 1989). La gran dependencia de escasos cultivos por lo general propiciaba carencia de proteínas, minerales y vitaminas. Se ha especulado mucho sobre las enfermedades de las primeras sociedades agrícolas; se asume que los asentamientos en Mesopotamia, y aquellos que rodean el río Indo y la región costera peruana estuvieron plagados de enfermedades tropicales clásicas, como la malaria y la esquistosomiasis (Cohen, 1989).

Poco se sabe sobre los regímenes de enfermedad de la prehistoria, pero antiguos protocolos de salud y limpieza, junto con reliquias de antigua ingeniería civil y sanitaria, indican que la limpieza y la higiene estaban estrechamente vinculadas a muchas culturas tempranas. Los sistemas médicos antiguos eran principalmente empíricos y dependían en gran medida de las explicaciones místicas y religiosas de la enfermedad, así como métodos filosóficos y espirituales para la curación.

Al comienzo del proceso civilizatorio, la enfermedad era considerada como un castigo divino. Esta concepción habría de cambiar con el ascenso de Egipto y de Mesopotamia; la salud pasó a ser un tema de higiene personal y pública

En China, se defendía la preservación de la salud a través del ejercicio, respiración profunda y templanza. El vino era prohibido. Vinculaban la salud física con el bienestar moral y la serenidad espiritual, lo que condujo a la armonía cósmica. En la India antigua, de igual manera, los regímenes de salud se basaban en una mezcla de productos dietéticos, físicos y ejercicios espirituales, junto con el cuidado diario del cuerpo, con la atención puesta principalmente en la boca, la lengua, los dientes, el cabello y las uñas.

Cada Díos representaba una fuerza y principios vivos en la mitología girega y romana, que su nombre  aún actual a los planetas

Durante mucho tiempo, al comienzo del proceso civilizatorio, la enfermedad era considerada como un castigo divino. Esta concepción habría de cambiar con el ascenso de Egipto y de Mesopotamia; la salud pasó a ser un tema de higiene personal y pública. No obstante, en Egipto aún se tenía la creencia de que la enfermedad es el resultado de un desequilibrio entre la existencia temporal y espiritual y que la salud puede ser restaurada mediante oraciones, magia, rituales o mediante el uso de una extensa farmacopea de curas empíricas. Se creía que el cuerpo estaba controlado por un sistema de vasos que transportaban sangre, orina, esperma y lágrimas que, como el sistema de canales de Egipto, debía mantenerse limpio y libre de cualquier obstrucción. Las purgas se usaron como medicina preventiva. La limpieza corporal, tanto interna como externa, estaba dirigida a alcanzar la pureza espiritual, de modo que las regulaciones sobre la comida, la ropa limpia, el baño y las relaciones sexuales eran en gran parte rituales (Risse, 1986).

En las culturas de salud de Mesopotamia, incluyendo Babilonia, se dio prioridad a los códigos hebreos, de pureza espiritual y de prevención de enfermedades. El objetivo fundamental de estas costumbres de higiene era purificar el cuerpo delante de Dios. Los rabinos-médicos del período talmúdico formularon reglas elaboradas para el control de enfermedades basadas en la creencia de que algunas enfermedades eran transmisibles a través de alimen tos, descargas corporales, ropa, bebidas, agua y aire. Se creía que las plagas se propagaban a través de agua contaminada. Pero los hebreos y los babilonios también asociaron las epidemias a ratas, moscas, jejenes y otras criaturas, aunque la importancia de los animales fue entendida probablemente como mágica. Así, por ejemplo, la lepra, muy frecuente en la época, tuvo en la creencia mágica su explicación. Los individuos eran aislados durante las epidemias, y sus casas y pertenencias eran fumigadas y desinfectadas.

Los rituales de limpieza incluían que ningún pozo debía cavarse cerca de un cementerio o un basurero, y el agua debía ser hervida siempre antes de beberla. La comida tenía que estar limpia, fresca y bien cocinada. La Ley Mosaica de los hebreos planteó uno de los primeros códigos sanitarios de la humanidad en el que se esbozan las reglas estrictas sobre higiene personal, alimentación, comportamiento sexual y profilaxis de las enfermedades transmisibles. El código talmúdico siguió influyendo en el desarrollo de la Salud Pública en toda Europa, especialmente en las comunidades judías y musulmanas. Los médicos de este periodo jugaron un papel crucial en la transferencia de las tradiciones de la Medicina clásica durante la Edad Media.

En el mundo antiguo, el ambiente era tanto natural como sobrenatural. Igual que en la Medicina mesopotámica, la Medicina antigua mexicana y peruana confiaron a la astrología y a la hechicería el diagnóstico de las enfermedades y para su cura, terapias mágicas basadas en rituales. Tanto los aztecas como los incas tenían un concepto sobrenatural de los vientos de las enfermedades: los dioses del viento a veces traían la peste. Ambos sistemas observaron que la naturaleza epidémica de la enfermedad es estacional, y era asociado en ocasiones a la aparición de plaga en los cultivos. Los incas establecieron una ceremonia anual de salud que incluía la limpieza de todas las casas.

Desde los tiempos más antiguos de la historia registrada, todas las sociedades han sido afectados por las contingencias de enfermedad y salud. Desde la antigüedad, las sociedades humanas utilizaron diversos medios para evitar los peligros de la enfermedad; muchos de estos medios estaban cargados de simbolismo espiritual.

 

Desglose de esta referencia científica de "Complejidad y Salud". Primer tomo, Universidad El Bosque: 

La salud pública, a la luz de la historia:

1) Los inicios. Astros y dioses cuando la prioridad era encontrar suficiente comida, no sobrevivir a las epidemias

2) El mundo greco-romano. Adiós a la medicina sacerdotal: Apolo, dios de la cura, fue reemplazado por Asclepio, héroe médico

3) Edad Media. Un milenio de oscuridad y Muerte Negra: aislar e incluso desterrar a infectados

4) Iluminación,revolución e ilustración. Renacimiento y revoluciones plagadas de infecciones, pero más saludables

5) Los ciudadanos democráticos. Extendida la salud en la ciudadanía democrática hasta lograr erradicar el virus de la viruela

Estas cinco piezas han sido sacadas por Ibercampus.es del primer capítulo de la obra cuyo índice aparece a continuación, titulada:

Salud pública y complejidad. Historia, conceptos, ejes

Colección Complejidad y Salud, Vol. 1 

© Editorial Universidad El Bosque 

Rectora: María Clara Rangel Galvis

Presentación

cap. 1 Historia de la Salud Pública

Laura Julieta Vivas

cap. 2 ¿Por qué es imposible la política pública en salud como la conocemos?

Luis Alejandro Gómez Barrera

cap. 3 Epigenética y Salud Pública

Santiago Galvis Villamizar

cap. 4 Salud entre determinismo y complejidad biológica: de la aserción genética molecular a la complejidad Eco/Evo/Devo

José Vicente Bonilla

cap. 5 Las Ciencias de la Complejidad y la salud organísmica amplían la comprensión de la vida humana

Chantal Aristizábal

cap. 6 Salud y/como grados de libertad

Carlos Eduardo Maldonado

Los autores

Índice onomástico

© Carlos Eduardo Maldonado (Comp.)

© Laura Julieta Vivas

© Luis Alejandro Gómez Barrera

© Santiago Galvis Villamizar

© José Vicente Bonilla

© Chantal Aristizábal Tobler

Facultad de Medicina

Primera edición, abril de 2019

ISBN: 978-958-739-153-4 (Impreso)

ISBN: 978-958-739-154-1 (Digital)

Editor: Miller Alejandro Gallego Cataño

Dirección gráfica y diseño: María Camila Prieto Abello

Corrección de estilo: Andrés Velez

Hecho en Bogotá D.C., Colombia

Vicerrectoría de Investigaciones

Editorial Universidad El Bosque

Av. Cra 9 n.° 131A-02, Bloque O, 4.° piso

+57 (1) 648 9000, ext. 1395

editorial@unbosque.edu.co

www.uelbosque.edu.co/investigaciones/editorial

Impresión: LB Impresos

Abril de 2019

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