jueves,18 agosto 2022
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Las horas dadas por trabajador bajan de 27,6 a 25,3en 5 años

Recortes de un décimo en la formación profesional de las empresas españolas cuando más se necesita

Redacción
Los recortes educativos de lo público en los últimos años han afectado también a la formación dada por las empresas a sus trabajadores, que bajó de las 27,6 horas en 2010 a 25,3 horas en 2015. Estos datos oficiales complementan la versión dada el pasado jueves por el Ministerio de Empleo, consistente en que los 4,2 millones de trabajadores participantes en cursos ese último año suponen el 52,2%, frente al 45,4% de 2910 y que más del 77 % de las empresas han realizado alguna acción formativa.

Los datos contrastados por Ibercampus.es salen en ambos casos de la Encuesta de Formación Profesional para el Empleo en Empresas 2015, cuyo enlace no aparecía en la información oficial y según la cual participaron 4 millones de trabajadores en 2010 y 4,2 millones en 201. La información resumida por el Ministerio de Empleo en su nota y publicada hasta por la Moncloa omitían también, entre otros, el dato relevante de que "el número medio de horas de cursos por participante ha disminuido de 27,6 a 25,3". En el año 2015 el número de horas dedicadas a cursos de formación fue de 107,3 millones. Esta cifra es algo inferior a la de horas de cursos en 2010, y es que, aunque el número de participantes en cursos ha aumentado de casi 4 millones en 2010 a 4,2 millones en 2015, el número medio de horas de cursos por participante ha disminuido en 2,3 sobre 27,6, casi una décima parte. 

Esa reducción en las horas formativas de cada trabajador participante se confirma cuando hay un mayor consenso general en la importancia de la formación para la economía actual, así como en el menor nivel educativo medio de los trabajadores españoles, cuyas deficiencias respecto a la media de los paises más desarrollados en formación básica, media y superior se acrecientan con la escasa elección de ciclos formativos de formación profesional (FP). En la segunda etapa de la Educación Secundaria, en los países europeos de la OCDE el 53,4% del alumnado cursaba programas profesionales o preprofesionales en 2016, mientras en España dicho porcentaje disminuía hasta el 40,8%. De igual forma la tasa de graduación en los programas de FP en España era del 40,8% frente a la de la UE que ascendía al 53,5% (OCDE, 2012). Actualmente, con los datos del Eurostat 2016, España tiene un 28% de alumnos/as matriculados en FP frente a un 48% que es la media de Unión Europea. 

No obstante la reducción de horas formativas por trabajador, el coste por hora de curso realizado ha aumentado de 29,5 euros en el año 2010 a 34,2 euros en el año 2015. En general, el coste por hora aumenta cuanto mayor es el tamaño de la empresa, variando de 21,5 euros en las de 5 a 9 trabajadores a 39,8 en las de 250 a 499 trabajadores. Además, el coste medio por participante se ha incrementado de 813,9 euros en 2010 a 863,8 euros en 2015. 

En el año 2015 el coste de realización de los cursos es de 3.664,9 millones de euros. Pero un 62,9% de dicho coste son los costes laborales por horas no trabajadas por los participantes en cursos, un 26% son pagos por la provisión de cursos y servicios, un 8% son los costes laborales del personal de la empresa dedicado al diseño y gestión de los cursos de formación, un 2,3% son los gastos de viaje, dietas, etc de los participantes en cursos y un 0,8% son costes de centros, locales y equipos y otros costes. El porcentaje que representa el costado te de realización de los cursos sobre el coste laboral es un 1,5%.ó

La media de horas dedicadas a cursos por participante por tamaño de la empresa oscila entre 27,2 en las empresas de 5 a 9 trabajadores y 24,1 en las empresas de 10 a 49 trabajadores. Las actividades económicas con mayor media de horas de formación en cursos por participante en 2015 son: “actividades financieras, de seguros e inmobiliarias” (41,1), “actividades profesionales, científicas y técnicas” (39,1), “suministro de energía eléctrica, agua, etc.” e “información y comunicaciones” (34), “fabricación de productos informáticos, electrónicos, etc.” (33,8), “refinerías, industria química y fabricación de productos farmacéuticos” (32,1), “industrias extractivas” (30,4) y “venta y reparación de vehículos” (30,3). En el extremo opuesto, las actividades económicas con menor media de horas de formación en cursos por participante son “hostelería” con 15,9 y “actividades administrativas y servicios auxiliares” con 16,5.

En el año 2015 un 80,3% de las horas de cursos se realizan dentro de la jornada laboral, mientras que en el año 2010 ese porcentaje fue del 72,7%.Por tamaño de la empresa, en general el porcentaje de horas de cursos dentro de la jornada laboral aumenta con el tamaño, siendo un 74,2% en el tramo de 5 a 9 trabajadores y un 84,3% en el de 500 o más trabajadores.Por sectores económicos, estos porcentajes son, en el año 2015, un 83% en la industria, un 82,2% en la construcción y un 79,2% en el sector servicios.

El porcentaje de horas dedicadas a cursos de formación dentro de la jornada de trabajo respecto al total de horas trabajadas, en empresas que proporcionan cursos de formación a sus trabajadores, representa un 0,8%, algo superior al 0,7% que resultó en el año 2010.Un 15,7% de las horas de cursos se dedican a cursos de formación obligatorios como prevención de riesgos laborales, manipulación de alimentos, carretillero, etc.

Por tipo de curso, un 35% de las horas se dedican a cursos internos (diseñados y gestionados principalmente por la propia empresa) y un 65% a cursos externos (diseñados y gestionados principalmente por organizaciones que no forman parte de la empresa). La proporción de horas en cursos externos disminuye a medida que aumenta el tamaño de la empresa, siendo un 94,4% en las empresas de 5 a 9 trabajadores y un 42,2% en las empresas de 500 o más trabajadores.En la industria el porcentaje de horas dedicadas a cursos externos es del 66,3%, en la construcción del 88,4% y en el sector servicios del 62,6%.

Un 75,3% de las empresas que proporcionan cursos externos acuden a entidades privadas de formación, un 24,9% a entidades privadas cuya actividad principal no es la formación pero la imparten de forma adicional, un 11,1% a asociaciones empresariales o cámaras de comercio y un 5,8% otros proveedores (otras instituciones públicas de formación, sindicatos y demás asociaciones de trabajadores, etc.). 

Aspectos destacados en la información de Empleo

El número de empresas que han realizado alguna actividad formativa para sus trabajadores fue de 235.689 en el año 2015, lo que supone un 77% del total de empresas, frente al 65% del año 2010. El incremento de la actividad formativa en las empresas se debe, entre otros motivos, a la importancia que la legislación laboral otorga a la formación de los trabajadores a raíz de la reforma laboral de 2012 ante los retos que plantea la globalización, la internacionalización y la digitalización.

​Este dato viene recogido en la Encuesta de Formación Profesional para el Empleo en Empresas 2015, realizado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social durante los años 2016 y 2017 para empresas con cinco o más trabajadores de media. El objetivo de esta encuesta es el conocimiento del número de empresas que realizan actividades formativas destinadas a sus trabajadores, los participantes en dichas actividades y los recursos dedicados a las mismas, así como las características principales, tanto de la propia formación como de las empresas que la proporcionan y los trabajadores que la reciben.

La encuesta ha estado cofinanciada por el FSE y se encuentra incluida en el Programa Anual 2016 del Plan Estadístico Nacional 2013-2016. Además da cumplimiento a la normativa comunitaria de estadísticas relacionadas con la formación profesional para el empleo en empresas.

En el año 2015 el 91,5% de los trabajadores pertenece a empresas que proporcionan formación frente al 84,7% del 2010. El porcentaje de empresas que proporcionan formación depende del tamaño de la empresa, siendo el 99,5% de ellas de 500 o más trabajadores y el 70,6% de 5 a 9 trabajadores. El 86,5% de las empresas que no proporcionan formación a sus trabajadores indican como motivo para no hacerlo que los trabajadores tienen un nivel adecuado de formación.

El estudio señala que en las empresas formadoras por tamaño de la empresa, el porcentaje respecto al total de empresas en cada categoría en 2015 es del 77,3% frente al 65% del año 2010. Y que las que tienen entre 5 y 9 trabajadores el porcentaje también sube al 70,6% en 2015, frente al 56% de 2010.

Sobre las actividades económicas con mayor porcentaje de empresas formadoras, figura la metalurgia que pasa del 68,9% en 2010 a un 88,4% en 2015, la de Comercio al por mayor que pasó del 61,8% en 2010 al 83,2% en 2015, y la fabricación de automóviles que pasa del 78,4% al 89%.

Un 88,5% de las empresas que proporcionan formación reaccionan frente a las necesidades futuras de formación proporcionando la necesaria al personal disponible. Un 42,6% de las empresas que proporcionan formación evalúan los resultados de la mism.

Formación mediante cursos

Respecto al total de empresas formadoras, el 90,2% proporcionan cursos de formación a sus trabajadores. La media de horas dedicadas a cursos por participante por tamaño de la empresa oscila entre 27,2 en las empresas de 5 a 9 trabajadores y 24,1 en las empresas de 10 a 40 trabajadores.

Las empresas de mayor tamaño forman a sus trabajadores en casi todas las competencias en mayor porcentaje que el total de empresas, siendo la diferencia más notable en las competencias de dirección (un 34,3% en las empresas de 500 o más trabajadores, frente a un 7,4% en las de 5 a 9) y en lenguas extranjeras (un 36,6% en las empresas de 500 o más trabajadores frente a un 7,3% en las de 5 a 9).

Por último, el número de participantes en cursos en el año 2015 (trabajadores que han participado en uno o más cursos de formación), ha sido de 4,2 millones, lo que supone el 52,2% de los trabajadores, mientras que en 2010 este porcentaje fue del 45,4%.

El 75,3% de las empresas que proporcionan cursos externos acuden a centros privados de formación, un 24,9% a entidades privadas cuya actividad principal no es la formación pero la imparten de forma adicional, un 11.1% a asociaciones empresariales o cámaras de comercio y un 5,8% otros proveedores (otras instituciones públicas de formación, sindicatos y demás asociaciones de trabajadores, etcétera).

En el año 2015 un 80,3% de las horas de cursos se realizan dentro de la jornada laboral, mientras que en el año 2010 ese porcentaje fue del 72,7%. En el año 2015 el coste de realización de los cursos es de 3.664,9 millones de euros lo que supone un incremento de un 12% de coste frente al de 2010.

La FP dual, también deficiente en España
La Formación Profesional Dual, también deficiente en España a juzga por un reciente estudio de la Fundación Alternativas, es uno de los cambios a introducidos por la LOMCE. Esta modalidad se caracteriza por realizar un régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa, con un número de horas/días de estancia en cada uno de ellos. Según el RD 1529/2012 de 8 de noviembre, la FP Dual se define como “el conjunto de las acciones e iniciativas formativas, mixtas de empleo y formación, que tienen por objeto la cualificación profesional de los trabajadores en un régimen de alternancia de actividad laboral en una empresa con la actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo”. (RD 1529/2012, art. 2).

Además en dicha normativa (art. 3) se especifican las diferentes modalidades de FP Dual:

  • -Formación exclusiva en centro formativo, que consiste en compatibilizar y alternar la formación que se adquiere en el centro de formación y la actividad laboral que se

    lleva a cabo en la empresa.

  • – Formación con participación de la empresa, consistente en que las empresas

    faciliten a los centros de formación los espacios, las instalaciones o los expertos para impartir total o parcialmente determinados módulos profesionales o módulos formativos.

  • –  Formación en empresa autorizada o acreditada y en centro de formación, que consiste en la impartición de determinados módulos profesionales o módulos formativos en la empresa, complementariamente a los que se impartan en el centro de formación 
Formación compartida entre el centro de formación y la empresa, que consiste en coparticipar en distinta proporción en los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa y en el centro de formación. La empresa deberá disponer de autorización de la Administración educativa y/o de la acreditación de la Administración laboral correspondiente para impartir este tipo de formación, y estará adscrita al centro con el que comparta la formación.

Formación exclusiva en la empresa, que consiste en que la formación se imparte en su totalidad en la empresa de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 18.4 (en este caso la empresa se convierte en centro de formación autorizado).

Nos encontramos ante la implantación del modelo alemán de FP que se caracteriza por tener mayor presencia en el mundo laboral a la vez que reduce su tiempo en el sistema educativo. Con este nuevo sistema el estudiante debe tener un mínimo del 33% de las horas de formación en la empresa, además de tener una retribución económica y estar dado de alta en la seguridad social. Otra novedad que aporta la FP Dual es la posibilidad de que los cursos duren tres años en lugar de dos.

Las críticas a este modelo no tardaron en llegar, fundamentalmente a través de los sindicatos que consideran que esta nueva modalidad de FP “se ha convertido en otra de las operaciones de “marketing” para transmitir ala ciudadanía un mensaje de “salida de la crisis”, además de ser un mecanismo para “maquillar” las estadísticas de desempleo (especialmente el juvenil)y facilitar mano de obra casi gratuita a las empresas”.(CCOO, 2015).Además, se considera que el modelo socioeconómico de España no se puede equiparar con el tejido laboral de los países donde se ha desarrollado la FP Dual, como son el caso de Alemania o Suiza.

“Debemos potenciar una formación profesional en competencias, que permita la adaptación a los cambios del modelo productivo y a los distintos entornos, y la transferencia entre distintos puestos de trabajo, a la vez que sirve para promover el desarrollo de nuevas actividades y sectores productivos”. (CCOO, 2015).
Respecto a su implantación, el número de alumnos/as matriculados en FP Dual y el número de empresas que participaron en este modelo de FP va en aumento, los últimos datos aportados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte son del curso 2013/2014 y presentan las siguientes cifras:
  • -El número de alumnos se incrementa en más de un 200% en 2014respecto a 2013.
  • – 375 centros van a desarrollar proyectos de FP dual en 2014, un 218%más que en

    2013.

  • – Las empresas que participan en proyectos de FP dual han pasado de 513 en 2013 a

    1570 en el año 2014. 

  • Entre 2014 y 2015 el número de alumnos matriculados en estos planes de estudios ha seguido creciendo hasta los 16.129 estudiantes.
  • –  Por comunidades autónomas destacamos un importante incremento en las comunidades de Cataluña, Castilla la Mancha y la Comunidad Valenciana, siendo Andalucía y Cataluña aquellas comunidades que donde más estudiantes realizan la modalidad de FP Dual, como se aprecia en el siguiente gráfico. 
A pesar de los datos expuestos únicamente el 2 % del alumnado de Formación Profesional cursa la modalidad dual. Este hecho es debido fundamentalmente a la rápida implantación de la FP Dual que se promueve de diferentes formas en cada comunidad autónoma y que no presenta una suficiente infraestructura para abarcar la demanda deseada. Según el IESE “las trabas administrativas y burocráticas de las Comunidades y el modelo económico español de servicios son las principales trabas para el desarrollo de la FP Dual”. (IESE, 2015). Por lo tanto no se trata de que el alumnado no quiera cursar la FP Dual sino que su implantación está siendo desequilibrada en tanto la oferta y la demanda. 

 

Un ejemplo de este desbarajuste se puede observar, por ejemplo, en el sueldo a percibir. Según versa el artículo 9 del RD 1529/2012, de 8 de noviembre, “La retribución de los trabajadores contratados para la formación y el aprendizaje, será la establecida en convenio colectivo, fijada conforme a lo dispuesto en el artículo 11.2.g) del Estatuto de los Trabajadores, y no podrá ser, en ningún caso, inferior al salario mínimo interprofesional en proporción al tiempo de trabajo efectivo”. Sin embargo, la implantación de dicha retribución depende de la negociación de cada Comunidad Autónoma con la empresa. Hasta ahora se ha intentado que dicha retribución no se considere un sueldo, sino una beca para que el empresario quede libre de cualquier reclamación posterior por parte del alumno/a en prácticas.

En palabras del exministro Wert “los alumnos de la FP dual no tendrán un contrato laboral con sueldo y Seguridad Social, pero pueden recibir una beca salario a cargo de la administración educativa o la empresa, o ser compartida entre ambas”. En cuanto a la cantidad, tampoco hay unanimidad, varía entre los 280 y los 500 euros. Por ejemplo en la comunidad de Madrid se cobra unos 450 euros en concepto de beca mientras que Bankia en el año 2014 financió 450 becas de FP dual, de 350 euros al mes cada. Por lo cual el sueldo varía y la financiación también pudiendo ser una fórmula de contratación, una beca o incluso sin remuneración; siendo la misma empresa la que decide el modelo a utilizar.

Estas controversias a la hora de implantar y desarrollar la FP en España se plantean en el discurso del profesorado. Como indica una profesora “no creo que España esté preparada para este tipo de formación, aquí la mayoría de los empresarios no están acostumbrados a formar a los alumnos, sino que quieren que ya sepan cuando van a las empresas para que les saquen trabajo”. O como indica un profesor “además para ello harían falta empresas grandes, y no en todos los sitios existen. En nuestro caso la mayoría son pequeñas empresas y autónomos, luego es bastante complejo poder organizar con ellas un programa de FP Dual, ya que la mayoría lo que acoge en FCT es a uno o dos alumnos ya que no disponen de más espacio ni recursos para ello”.

 

Por otro lado el profesorado ve como muy positivo la implantación de un sistema en el cual “el alumnado recibe un salario a la vez que estudia y realiza prácticas en empresas”, planteando también que el contacto directo entre empresa y sistema educativo puede producir un “acercamiento a las necesidades reales del sector productivo”. 

 

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