jueves,18 agosto 2022
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Haskel y Westlake

Viajando a través de la materia obscura de los intangibles

Futurolandia
A principios de 2018 dediqué algún post y artículo al libro recién publicado del profesor Haskel (@haskelecon) y del consultor de empresas Westlake (@stianwestlake), titulado Capitalismo without Capital. The rise of the Intangible Economy. Hoy día su obra cobra aún mayor relevancia y exige una difusión más allá de especialistas.

El punto de partida es que, durante siglos, la economía de los países y la gestión empresarial se han centrado  en realidades físicas, tangibles, para valorar su actividad de presente y  su potencialidad de crecimiento futuro.  En particular,  la capacidad de crecimiento de un país o de una empresa se ha medido, tradicionalmente,  con criterios contables estrictos de sus activos físicos. Como señalan Haskel y Westlake (en adelante H&W) “los animales dan paso a las máquinas, factorías, vehículos y ordenadores, pero la idea es que los  activos son,  en su mayor partecosas que pueden tocarse y que invertir significa construir o comprar cosas físicas que acumulan un capital”.

Más que entrar en los complejos detalles técnicos de las sucesivas versiones sobre cómo valorar ese capital, H&W proporcionan en su libro unos criterios básicos para interpretar los resultados obtenidos, aún provisionales y en un proceso continuo de mejora.

La primera advertencia es la de no confundir el capital físico en nuevas tecnologías de la información (robots, ordenadores, chips, etc.) con el capital intangible de las ideas, conocimientos, software o relaciones sociales que esas nuevas tecnologías potencian. La inversión ha ido cambiando gradual pero significativamente, pero el cambio principal no es el incorporado a los nuevos productos tecnológicamente evolucionados, sino a los avances intangibles que les acompañan.

La lista de estos activos intangibles que se van acumulando año a año es muy amplia y va desde la información digital (software y bases de datos), hasta los activos científicos, de diseño, artísticos o culturales, así como las mejoras en organización, capital humano o incluso imagen y relaciones.

Utilizando como ejemplo un supermercado, destacan que los cambios físicos en baldas, refrigeración, tarjetas de compra, almacenes o transporte son de carácter menor comparados con los cambios en activos intangibles, tales comomejoras ensistemas de precios, campañas de venta, formación de personal, marketing online o nuevos procesos de gestión de almacenes u oficinas centrales.

En el libro de H&W se incluyen algunos datos que ayudan a valorar la importancia relativa de la inversión empresarial en intangibles respecto a la tradicional en activos físicos. Sólo un dato: desde  2009 la inversión en intangibles supera a la tangible en Europa y EEUU. Desgraciadamente una comparativa internacional muestra una situación aún retrasada en nuestro país: “En general, los países mediterráneos se sitúan en la parte baja de esta relación, con los nórdicos, EEUU y RU en cabeza”.

Lo primero a aprender se refiere a las que denominan las cuatro eses de los intangibles. En inglés scalable, sunk, spillovers y synergies. La primera característica se refiere a que los activos intangibles son, normalmente, más escalables o ampliables que los activos físicos; pueden utilizarse una y otra vez, sin nuevas inversiones y en múltiples localizaciones. Esta propiedad supone la posible existencia de efectos de red: el activo es más valioso cuanto más se utiliza y puede producir una concentración en un número reducido de grandes empresas dominantes.

La segunda característica es el hundimiento o irrecuperabilidadde la inversión. Un activo físico se puede vender en caso de necesidad; un intangible pierde, en muchos casos su valor completo. Por tanto, esta inversión es más difícil de financiar y una burbuja de intangibles puede tener efectos especialmente acusados y en cadena.

La tercera propiedad diferencial de los intangibles es sus mayores efectos de derrame, lo que implica que sea relativamente fácil a otras empresas el aprovechar inversiones intangibles externas. En general el mundo de las ideas está, comparativamente, poco protegido para su copia o utilización y, por ello, tiene mayor justificación la financiación pública.

Por último están las sinergias entre intangibles o de estos con los activos físicos, en particular con los correspondientes a las tecnologías de la información. Esto supone un incentivo para compartir conocimiento, para el avance interdisciplinar, para la innovación abierta.

A partir de aquí, H&W analizan las consecuencias del creciente capital intangible en cinco campos de amplio debate actual y de futuro: productividad y estancamiento secular, desigualdad, infraestructuras, financiación, competencia/gestión en empresas y política pública.

El primer argumento de H&W es que la inversión recogida en las Contabilidades Nacionales no incluye aún una parte importante de los activos intangibles lo que, además, tiene efectos sobre las mediciones del PIB y la productividad.

La segunda consideración se refiere al efecto combinado de las características de escalabilidad y derrame del capital intangible. La posibilidad de utilizar los activos intangibles a diferentes escalas estimula la inversión de las empresas líderes de un sector, con el incentivo adicional de aprovechar los efectos de derrame. Sin embargo, puede reducir el apetito inversor de otras empresas, que pueden ver reducido su mercado, limitando su margen de beneficios y quedar a la espera de tiempos mejores o de aprovechar los intangibles de libre acceso desarrollados por las líderes.

La consecuencia podría ser un aumento de la brecha de rentabilidad y de productividad entre empresas líderes y retrasadas, potenciada por unas políticas públicas que aún están tratando de adaptarse al mundo en cambio de los intangibles. Mientras, es posible que, en este fase de transición, encuentren alternativas algunas empresas para gastar más en buscar rentas indirectas (rent-seeking)que en crear nuevos activos intangibles productivos. “Según los efectos de escala y derrame se hacen más importantes, los impuestos existentes y las normas de competencia y propiedad intelectual pueden ir hacia su eliminación, y se hace más patente la labor de grupos de presión, argumentación legal y renovación institucional”.

El segundo gran tema de debate es el de la desigualdad (capítulo 6), tanto en renta como en riqueza. H&W reconocen que la Economía de los Intangibles puede explicar parte del crecimiento, que parece observarse, de esa desigualdad a largo plazo. Sus cualidades no impiden distorsiones que deben ser detectadas y corregidas.

Tres motivos para incidir en la desigualdad de rentas: 1) Las sinergias y derrames potencian la desigualdad entre empresas competidoras, que se traducen en diferencias salariales. 2) Gestionar intangibles requiere cierto nivel educativo y habilidades y hace que los trabajos mejor retribuidos se concentren en empresas intensivas en intangibles. 3) La importancia económica creciente del tipo de personas que gestionan intangibles, ayuda a crear mitos que pueden utilizarse para justificar pagos excesivos, particularmente en la alta dirección.

Dos motivos adicionales para influir en la desigualdad a nivel de riqueza y no ya de renta: 1º) Las ciudades son los lugares donde más se concentran los derrames y sinergias de los intangibles, incrementando la atracción como lugar de residencia y los precios de alquiler o compra-venta de viviendas y oficinas, que suele favorecer a los más ricos. 2º) La alta movilidad de los intangibles hace a estos más difíciles de gravar y reduce la posibilidad de políticas redistributivas.

En mi opinión, una de las aportaciones más interesantes del nuevo libro de Haskel y Westlake es el incidir en lo intangible en el terreno de lacompetitividad, como oportunidad estratégica para la empresa, más allá de ser un mandato ineludible de supervivencia: “En una economía rica en intangibles, la presión para competir empuja a las empresas hacia un mayor tamaño y un énfasis en la gestión”. Las empresas que utilizan activos intangibles pueden crecer más rápidamente y alcanzar mayores tamaños que las que se basan en activos tangibles por razones de escalabilidad, derrame y sinergias.

Las grandes empresas del momento, con crecimientos espectaculares y un elevado capital intangible, desde Amazon a Google, desde Disney a Tesla Motors, son referencias a valorar. Pero hay otras muchas en las actividades más diversas; como ejemplo de escalabilidad H&W citan el caso de Uber respecto a las empresas tradicionales del taxi. Aumentar la flota mediante el uso conjunto de una plataforma, es mucho más flexible y permite una rapidez incomparable con respecto a la exigencia de inversiones físicas en una flota de automóviles. Pero, además, hay que añadir la rápida difusión de las empresas de intangibles por el mundo entero. Las empresas frontera desde un punto de vista de base intangible, expanden su actividad a escala internacional en menor tiempo y obtienen resultados en plazos más cortos.

En resumen, para H&W y con una visión a largo plazo, el futuro de una empresa está más en activos diferenciales, estratégicos, que no suelen ser físicos (una nueva maquinaria por ejemplo) sino  intangibles: reputación, diseño de productos, formación de empleados y una organización que permita gestionar bien todos estos activos.

De aquí el énfasis en gestión y liderazgo. La dirección de las empresas en general y de las de capital intangible en particular, se reconoce como un factor clave de éxito, incluso llevando a un culto excesivo al directivo por encima de la organización en su conjunto. H&W comparten la idea de que la organización es la clave y prefieren el liderazgo a la dirección por autoridad, ya que esta puede conllevar algunas debilidades, tales como no estimular el flujo de información y la participación: “el liderazgo es importante en una empresa intensiva en intangibles, dado que complementa la autoridad en las relaciones y formas organizativas”.

El libro finaliza con un capítulo de reflexión sobre cinco cuestiones clave en relación con la nueva política públicaque exige una Economía Intangible: una lista de dilemas y problemas graves de los que reconocen no tener respuestas y sólo ofrecen algunas consideraciones y alternativas ¿Qué hacer, con un horizonte a diez o más años, en un imaginario mundo futuro en que las inversiones en intangibles puedan representar, si las tendencias continúan, 3/5 o 2/3 de la inversión anual de las empresas?

La lista incluye:1) tratamiento de  derechos de propiedad, 2) uso del suelo y la infraestructura física, 3) arquitectura financiera, 4) desfase inversor 5) lucha contra la desigualdad. Para avivar la reflexión por parte de sus lectores, H&W proporcionan algunas respuestas en dos países imaginarios: Republic of Foo (que intenta responder efectivamente a los retos) y Kingdom of Bar (que no se adapta al nuevo mundo), a los que añade un pequeño país (Ruritania) que se beneficia del aumento de los intangibles.

Espero que este pequeño resumen ayude  a difundir las ideas de Haskel y Westlake,  que están de plena actualidad. Como ejemplo, hace unos dias (11/7/19) Westlake dió una conferencia sobre estos temas en el Comité de Economía/Financiación de @Cotec_Innova.

Antonio Puludo http://www.twitter.com/@PsrA

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