jueves,18 agosto 2022
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Los miembros del Consejo en tensión por la crisis que acecha

El mensaje de Sassoli frente a la crisis no gusta entre los miembros del Consejo Europeo

Soraya Aybar Laafou
El pasado jueves, los eurodiputados del Parlamento Europeo aprobaron una serie de medidas que tratará de posicionar a la UE como el líder en el relanzamiento de la economía europea, además de ´proteger el empleo y nuestro modelo social´, como apuntó su Presidente, David Sossoli. Aun así, países como Países Bajos o Alemania, entre otros, frenaron la salida a flote de algunas medidas como los ´coronabonos´.
Para David Sossoli, los momentos a los que está haciendo frente la Unión Europea en estas últimas semanas son serios y el Parlamento Europeo no contempla en ningún momento quedarse con los brazos cruzados. 

Al comienzo de una videoconferencia el pasado 26 de marzo con los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea, dirigida a coordinar la respuesta de la UE ante el brote de COVID-19, Sassoli dijo que aunque ahora la prioridad son las medidas relacionadas con la salud, también hay que pensar en cómo "relanzar la economía europea, proteger el empleo y nuestro modelo social".

Ya sabemos con certeza que el brote de COVID-19 también desencadenará una contracción sin precedentes en la economía europea, en un momento en que ya sufría un bajo crecimiento y una inflación excesivamente baja”, recalcó. “No podemos permitirnos que la grave crisis de salud que estamos viviendo ahora se convierta en una crisis financiera, económica, social y política", añadió.

Sassoli recordó las importantes medidas que ya está tomando la UE, como las presentadas por la Comisión Europea, pero dijo que también es necesario diseñar nuevos instrumentos. Además destacó que es importante aumentar el capital del Banco Europeo de Inversiones para que pueda apoyar a las pequeñas y medianas empresas, y así contribuir a la consecución de los objetivos de la Unión Europea mediante la financiación de proyectos a largo plazo, la concesión de garantías y la prestación de asesoramiento. 

El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, durante la videoconferencia de la cumbre europea desde Bruselas

Mecanismo de deuda común

Otra iniciativa que mencionó el presidente fue la necesidad de un mecanismo de deuda común, "que nos permita recaudar fondos en el mercado sobre la base de los mismos términos para todos y financiar las políticas necesarias para relanzar la Unión después de esta pandemia". Sassoli agregó: “Nadie debería retroceder. Todos deben sentirse comprometidos con la protección de nuestros países. Esta crisis revelará nuestra capacidad real para construir el futuro de Europa o significará la derrota del proyecto europeo".

Dijo que es crucial asegurar la continuidad del trabajo de las instituciones de la UE. "Debemos demostrar a nuestros ciudadanos que la Unión Europea es la respuesta a esta emergencia y la crisis que seguirá".

“El Parlamento permanecerá abierto y esperamos tener las medidas necesarias para votar pronto. El momento es serio y el Parlamento no se quedará de brazos cruzados”, aseguró el presidente.

El Parlamento aprueba las primeras medidas de apoyo de la UE

Ese mismo día, el 26 de marzo en sesión extraordinaria y como parte de la respuesta conjunta al COVID-19, los eurodiputados respaldaron tres propuestas urgentes contra la enfermedad. Dichas iniciativas de apoyo a los ciudadanos y las empresas frente a la crisis sanitaria fueron adoptadas por el pleno menos de dos semanas después de ser presentadas por la Comisión.

Las propuestas aprobadas fueron:

1. La Iniciativa de inversión en respuesta al coronavirus, que canalizará 37.000 millones de euros de fondos comunitarios tan pronto como sea posible a los ciudadanos, regiones y países más afectados por la pandemia. El dinero se dedicará a los sistemas de salud, las pymes, los mercados laborales y otras partes vulnerables de las economías de los Estados miembros. La propuesta fue adoptada con 683 votos a favor, uno en contra y cuatro abstenciones.

2. La extensión del Fondo de Solidaridad de la UE para cubrir emergencias de salud pública. La modificación pondrá a disposición de los países europeos hasta 800 millones de euros en 2020. El dinero podrá utilizarse para asistencia médica, así como a medidas de prevención, control y vigilancia de la propagación de enfermedades. La propuesta salió adelante con el apoyo de 671 eurodiputados, tres votaron en contra y catorce se abstuvieron.

3. Suspensión temporal de las normas sobre franjas horarias de los aeropuertos, para evitar que las compañías aéreas operen vuelos vacíos durante la pandemia. De manera temporal, las aerolíneas no estarán obligadas a utilizar los tramos horarios asignados para despegue y aterrizaje si no quieren perderlos la temporada siguiente. La regla de "lo usas o lo pierdes" quedará en suspenso desde el 29 de marzo hasta el 24 de octubre de 2020. La modificación fue aprobada con 686 votos a favor y dos abstenciones.

Tras el visto bueno del PE, sólo estaba pendiente la adopción formal de los cambios por parte del Consejo. A pesar de que las medidas podrían haber entrado en vigor una vez publicadas en el Diario Oficial de la Unión Europea, el Consejo freno de seco el avance.

 

El Consejo Europeo pone de manifiesto la división de opiniones que existe dentro de la UE

Durante la jornada del jueves también se mantuvo una reunión del Consejo Europeo, en la que se esperaba que se pactase una estrategia común de recuperación ante los efectos del coronavirus, sin embargo, el texto borrador de conclusiones de la reunión, que no hacía mención ni a los ‘coronabonos’, ni al uso del Mecanismo Europeo de Estabilidad, fue bloqueado por España e Italia, por considerarlo falto de ambición.

Durante la videoconferencia celebrada entre los líderes ejecutivos de todos los países miembros, quedó de manifiesto la división de opiniones que existe dentro de la UE. Por una parte, un grupo de países defiende una actuación común para enfrentarse a la pandemia (Italia, España y Francia), mientras que el otro grupo se muestra reacio a compartir los costes (Alemania, Países Bajos, Austria y Finlandia), manteniendo que se debe esperar a analizar el auténtico impacto que tendrá la situación sobre la economía europea.

Las opiniones de los países que mayor frente están haciendo al coronavirus con los menores recursos y con el sistema sanitario más colapsado son evidentes. Mientras que Macron apuntaba que; 'Al igual que Giuseppe Conte (primer ministro italiano), no quiero una Europa con el mínimo común denominador. El momento es histórico: Francia luchará por una Europa de solidaridad, soberanía y futuro (…) 'actúan como si Italia o España fueran responsables de ello y son, por el contrario, las primeras víctimas y este virus no perdona a nadie', esto último en referencia a Países Bajos y Alemania. Por otro lado, Conte apuntaba que "ningún país puede excluirse" de luchar contra la crisis que se avecina y pide una respuesta "unida" de los europeos.Finalmente, Pedro Sanchez trasmitía a traves de sus redes sociales lo siguiente; 'El afecta a todos. No entiende de fronteras, género o clase. La UE debe aprender las lecciones del pasado y no volver a fallar a la ciudadanía. La respuesta europea debe ser solidaria, enfocada a los más vulnerables. Algunas instituciones de la UE ya lo están haciendo.'

Ante la falta de acuerdo, la reunión concluyó en que tanto el presidente del Consejo, Charles Michel, como la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen se encargarán de preparar un plan de recuperación con un calendario concreto, a la par que se ha concedido un plazo de 15 días para que el Eurogrupo, el grupo de ministros de Finanzas y Economía de la UE, presente un paquete de propuestas concretas para un plan de reactivación de la economía. 

Las complicaciones institucionales que traen consigo los altos organismos de la Unión Europea contrastan de forma abismal con el avance del G-20, el cual tras su reunión del 26 de marzo, apuesta por 'medidas inmediatas y vigorosas' con el fin de apoyar la economía, incuso inyectando más de 5 billones de dólares (4'5 billones de euros) en la economía global y como parte de las políticas fiscales y económicas de garantía para contrarrestar los impactos financieros, económicos y sociales. 

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