jueves,18 agosto 2022
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Las juventudes socialdemócratas aportan las mayores dudas

Merkel y SPD afrontan críticas de sus bases al nuevo Gobierno de coalición a ratificar el 4 de marzo

Redacción
El bloque conservador de la canciller alemana, Angela Merkel, y los socialdemócratas de Martin Schulz afrontan con dificultades sus respectivos congresos y consultas a la militancia sobre su acuerdo de este miércoles para formar otro gobierno de coalición.Las críticas cristiano-demócratas se suman a las de las juventudes socialistas, que votarán el 4 de marzo. Merkel ha cedido Trabajo y Asuntos Sociales y se queda con Sanidad y Educación, tras añadir a esta 10.000 millones de euros anuales.

El malestar por la derecha añadido al de los jóvenes del SPD se hará patente  con toda probabilidad en el congreso del partido el próximo 26 de febrero, donde los 1.000 delegados de la CDU están llamados a votar el acuerdo alcanzado el miércoles. Ese dí se convertirá también en el mayor test de la autoridad política de Merkel después de más de doce años como líder de Alemania. "El diseño del gabinete, como se ha hecho ahora, es un error político", ha declarado Christian von Stetten, otro abogado de la CDU, en la televisión pública alemana ARD. "El hecho de haber prescindido del Ministerio de Finanzas no será algo que entusiasme a la mayoría de miembros de la CDU", ha añadido.

SPD se quedará a con las importantes carteras de Finanzas, Exteriores ( para el dimisionario líder del partido), Justicia, Familia y Trabajo y Asuntos Sociales, a pesar de ser el socio menor del futuro Gobierno de coalición. Mientras, la CDU que lidera Merkel y que en los comicios generales del 24 de septiembre fue con gran diferencia la fuerza más votada, se conforma con los ministerios de Defensa, Economía y Energía, Sanidad, Educación y Agricultura y se despide además del Ministerio del Interior, que va a parar a manos de su partido hermanado de Baviera, la Unión Cristiano Social (CSU).

Desde el ala empresarial de los conservadores han criticado duramente la concesión del todopoderoso Ministerio de Finanzas al SPD, que en las últimas dos legislaturas estuvo en manos de la CDU."El hecho de que la cartera de Finanzas esté en manos del SPD hace prever un final de la sólida política presupuestaria", ha declarado a DPA Werner M. Bahlsen, presidente del consejo económico de la CDU, sobre el acuerdo alcanzado el miércoles entre conservadores y socialdemócratas.

El acuerdo puede acabar con un largo período de incertidumbre política en Alemania, después de que en noviembre fracasara el primer intento de Merkel, una alianza con liberales y verdes.Además de discrepancias en política laboral y sanitaria, los equipos negociadores afrontaban también el complicado reparto de adjudicar esas carteras ministeriales.  Pero la principal incertidumbre sigue siendo el voto de los 464.000 afiliados del SPD en una consulta vinculante.La incógnita es cuántos de ellos se han afiliado en respuesta a la campaña de las juventudes socialistas (Jusos), que hicieron un llamamiento para que simpatizantes del SPD se suscribieran como militantes para votar “no” a la gran coalición con Merkel.

Los partidos alemanes alargaron  los plazos en la recta final de las negociaciones para formar Gobierno, después de más de cuatro meses de parálisis política en la mayor economía europea. El pasado domingo era el límite que se habían fijado la canciller, Angela Merkel, y CDU/CSU con el líder socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, para sellar un pacto que lance la gran coalición, que deberá gobernar Alemania los próximos cuatro años.

Entre los asuntos  consensuados destaca el acuerdo para la estabilidad de las pensiones, mejoras para la atención a la dependencia, e inversiones de hasta 11.000 millones de euros en educación. También hay compromiso en medio ambiente, en cultura y en política migratoria, uno de los huesos más duros de roer para el SPD. De hecho, los negociadores socialdemócratas no han logrado imponer sus reivindicaciones. Habrá una nueva ley sobre inmigración que fomentará la llegada al país de mano de obra cualificada y medidas para controlar el flujo migratorio procedente de países en conflicto. Los tres partidos acordaron limitar la llegada de nuevos solicitantes de asilo a entre 180.000 y 220.000 personas al año, una concesión a los conservadores bávaros, que han venido exigiendo un techo de 200.000 entradas anuales. En contrapartida, el SPD ha logrado levantar la suspensión del derecho a la reagrupación familiar de las personas con proyección subsidiaria. Ese derecho, suspendido en 2016, se reactivará en agosto, pero limitada a un millar por al mes.

El bloque conservador  y el Partido Socialdemócrata (SPD) han acordado invertir unos 10.000 millones de euros en educación mediante un acuerdo clave que recoge desde nuevas medidas para la educación preescolar hasta un aumento de las ayudas para estudiantes universitarios

En el ámbito de la investigación, el acuerdo bipartito prevé que para 2025 las inversiones hayan pasado del tres al tres y medio por ciento del PIB.

El pacto en educación se suma al alcanzado en materia de jubilaciones, donde el SPD impuso que las cotizaciones al seguro de pensiones no suban por encima del 20 por ciento del salario.

La última encuesta sobre intención de voto, divulgada por la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD), el Partido Socialdemócrata muestra una clara tendencia a la baja: del 25 por ciento que obtuvo en las elecciones generales de septiembre, su peor resultado histórico, pasaría al 18 por ciento.Ambos bloques políticos sufrieron  merma de apoyos electorales el pasado septiembre  y temen ahora por la reacción su electorado menguante. 

El SPD quiere acabar con la dualidad del sistema de salud, según la cual los pacientes privados tienen un acceso privilegiado a los médicos que comparten con los usuarios públicos. La eliminación de los contratos temporales encadenados y sin justificación era otra de las exigencias de los socialdemócratas.

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