jueves,18 agosto 2022
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También hacía dos ecosistemas tecno-digitales:EE.UU y China

Tendencia a la desglobalización de comercio, capitales y personas, según «Economistas»

Redacción
La globalización 4.0 ya iniciada incluye una tendencia actual a la desglobalización tanto en comercio, como en flujos de capitales y movimiento de personas, después de décadas de crecimiento. Así lo reflejan las cifras del monográfico presentado este miércoles por "Economistas", la revista académica con mayor difusión de España en este ámbito, pues se distribuye entre unos 50.000 colegiados. También apunta otra tendencia hacía dos ecosistemas tecno-digitales, encabezados por EE.UU y China.

Desde hace más de cinco siglos no había una expansión globalizadora de tal calibre como la de la actual Globalización 4.0, pues según Economistas (revista editada conjuntamente por el Colegio de Economistas de Madrid y el Consejo General de Economistas) trasciende el impacto económico del cambio tecnológico (al  desbordarse las interconexiones digitales) en el comercio, flujos de capitales o rentas a escala internacional, para incluir las alteraciones geopolíticas, el nuevo orden mundial o la transformación del trabajo, la educación o los movimientos migratorios. Pero dentro de esa globalización la tendencia actual es a la desglobalización tanto en comercio, como en flujos de capitales y movimiento de personas, después de décadas de crecimiento. Economistas trata de proporcionar una visión amplia y actualizada a partir de 19 artículos repartidos en cuatro secciones: Claves de la Globalización 4.0, Globótica y empleo del futuro, Innovación global y Gestión empresarial global. Un nuevo orden está surgiendo con crisis del capitalismo,desaparición de clases medias y emergencia de China como potencia tecnológica y científica.

 

En una visión de conjunto, tras las recientes globalizaciones de las máquinas de vapor antes de la I Guerra Mundial, la nueva gobernanza institucional después de la II Guerra y la hiperglobalización de las cadenas globales de valor, la globalización 4.0 ( nombre arbitrario y confuso pero comunicativo) trasciende el impacto económico del cambio tecnológico en el comercio y flujos de capitales o rentas, para incluir alteraciones geopolíticas, nuevo orden internacional y transformaciones en trabajo, educación o movimientos migratorios. La 4.0 es precedida por tres olas previas de innovación, primero en tecnologías TIC ligadas a Internet y la generalización de los móviles; luego en la ámplia transformación a través de redes sociales, correo electrónico, búsquedas y aplicaciones (apps), y en tercer lugar al alterar lo que hacemos en red y fuera. Esta y otras profundas transformaciones sacuden las bases más tradicionales de la economía (el centro de gravedad se desplaza a China) y la sociedad, e incluyen organización, procedimientos y gestión pública y privada, locales, nacionales o internacionales. Lo que empieza como llamada a un cambio radical de la tecnología industrial (Industria 4.0), va transformándose, progresivamente, en una exigencia de adaptación para el conjunto de la sociedad (Sociedad 4.0 o 5.0), para todo el entorno económico (Economía 4.0) o para el proceso integrador de la economía mundial y sus múltiples impactos (Globalización 4.0). En el Foro Económico Mundial de Davos desde 2018 se utiliza la denominación globalización 4.0 para rediseñar un proceso que ha producido también efectos de amplia inseguridad y frustración que parece exigir acciones correctoras para hacerlo más inclusivo (G-20 de Buenos Aires). Así lo indica en su articulo  

Una visión de conjunto de la Globalización 4.0 el profesor Antonio Pulido San Román, coordinador de la revista y fallecido una semana antes de presentarse este monográfico.

Después de décadas de creciente globalización, tanto en el comercio como en los flujos de capital, pero incluso en los movimientos de persona a persona, hay evidencias desglobalización en mercancías, capitales y, en menor medida, flujos de personas, según documenta especialmente con sus cifras y diversas ilustraciones Alicia García Herrero, investigadora sénior del think tank europeo Bruegel y economista jefe para Asia Pacífico de Natixis:, en su  articulo De la globalización a la desglobalización: enfoque sobre el comercio.

La competencia estratégica entre EE.UU. y China fomenta aún las tendencias a la desglobalización, más en el espacio tecnológico y financiero: "Podría afirmarse que la guerra comercial entre China y EE.UU. ha sido un acontecimiento histórico para las fuerzas de la desglobalización en el ámbito del comercio (añade la misma autora). De hecho, desde 2018 el comercio mundial se ha deteriorado tanto en valor como en volumen y se han producido importantes perturbaciones en la cadena de suministro mundial. La incertidumbre económica resultante ha ejercido una presión a la baja sobre la inversión, lo que ha llevado al Fondo Monetario Internacional, en su edición de julio del World Economic Outlook, a rebajar las previsiones de crecimiento mundial, pero especialmente para China y Asia (gráfico 11). En general, las constantes bajadas y subidas de tensiones en la guerra comercial entre EE.UU. y China han aumentado significativamente el riesgo de proteccionismo, lo que ha afectado a la confianza del mercado y ha deteriorado la perspectiva de riesgo mundial. Es más, en respuesta a un mayor riesgo geopolítico en China y Asia (a medida que EE.UU. amenaza con imponer sanciones cada vez mayores a Vietnam), se está produciendo una huida masiva de China, y posiblemente de Asia, hacia los países de origen. Esta tendencia va a distorsionar considerablemente el comercio mundial y los flujos de capital, empujando a la economía mundial hacia la desglobalización".

Finalmente, la desaparición de la OMC podría ser uno de los puntos de inflexión más relevantes hacia la desglobalización, especialmente en lo que respecta al comercio. Se han hecho varias propuestas para reformar la OMC, incluso desde la Unión Europea, pero ninguna de ellas puede realmente dar cabida tanto a China como a los EE.UU. bajo el mismo paraguas. Esto debería generar una presión a la baja para el crecimiento a nivel mundial. El escenario más probable es que la OMC se convierta en una institución zombi a medida que EE.UU se vaya retirando, según indica también Alicia Garcia Herrero. Así, el tenue mecanismo de negociación internacional será incapaz de mediar en las disputas comerciales internacionales y de crear confianza multilateral, lo que impulsará a las economías a buscar sus propias ventajas y soluciones.

  • La lucha por la supremacía puede llevar a dos ecosistemas tecno-digitales, económicos y políticos, en buena parte incompatibles (Andrés Ortega)

El enfrentamiento EE.UU-China, que no cabe calificar de nueva Guerra Fría ni Comercial, puede marcar al conjunto del mundo en los próximos lustros, llevar a dos ecosistemas tecnológicos, esencialmente digitales, pero también económicos y políticos, en buena parte incompatibles entre sí, según Andrés Ortega, Investigador Asociado del Real Instituto Elcano y Director del Observatorio de las Ideas, quien en su articulo Geopolítica de la Cuarta Revolución Industrial dice que la 4ª Revolución Industrial conlleva su propia geopolítica, su geotecnología, centrada por una China que ha despegado y unos Estados Unidos que no vieron ese ascenso y ahora, tardíamente, buscan asfixiar al gigante asiático para mantener su supremacía tecnológica, civil y militar. En medio hay otros jugadores, otras posibles potencias, como Europa e India, que buscan su propio modelo. Es una competencia en la que los actores no son sólo los Estados, sino también unas empresas esencialmente estadounidenses y chinas.. A Europa, sujeto y objeto de la tensión, el conflicto le coge con el paso cambiado. Muchas empresas europeas empiezan a padecer la tirantez en sus tratos con otras empresas chinas. La idea de un modelo europeo para la 4ª Revolución Industrial no acaba de materializarse. Todo ello en un mundo más complejo donde las nuevas tecnologías empoderan también a los grupos e incluso a los individuos, y plantean nuevos problemas geotecnológicos, desde la radicalización, a la desinformación, pasando por la ciberseguridad.

  • Ante un panorama nacionalista, neo-imperial y de rivalidad geoestratégica China-EE.UU, urge en la UE una política exterior sólida (Federico Steinberg)

La Unión Europea ante un escenario internacional convulso. Federico Steinberg, Profesor de Análisis Económico UAM, investigador del Real Instituto Elcano:El escenario es cada vez más incierto, sobre todo en la Unión Europea, ante un panorama nacionalista, neo-imperial y de rivalidad geoestratégica entre China y EE.UU. La Unión Europea tiene que articular una política exterior más sólida, tanto en los campos económicos como de seguridad. Con Donald Trump la UE ha dejado de tener en EE.UU su principal valedor internacional; ya no puede separar las consideraciones económicas de las geopolíticas. Debe entender que el mundo camina hacia una lógica de rivalidad que podría derivar en una lógica neoimperial de bloques que promueva una progresiva desglobalización y una erosión de los mecanismos de cooperación internacional. La UE debería esperar lo mejor y prepararse para lo peor, aunque muchos políticos y actores de la sociedad civil norteamericana siguen pensando que debería ser un socio preferente y que es más útil trabajar juntos para redefinir el nuevo orden internacional al que nos aboca el auge de China. Importa mantener buena interlocución con esos actores y trabajar en los posibles consensos. Pero el mundo de los años sesenta no va a volver; camina hacia un nuevo (des)orden internacional, en el que la Unión Europea puede aspirar a jugar un papel relevante, aún por definir, con EE.UU más aislacionista, China más asertiva, Rusia golpeando por encima de su peso durante bastantes años y unas instituciones multilaterales más débiles. Un mundo menos cooperativo y con creciente rivalidad geoeconómica, donde los paí ses emergentes reclamarán las cuotas de mayor poder e influencia por su mayor peso económico (y militar). Urge una auténtica política exterior de la UE desde una Unión cada vez más estrecha, o se verá condenada a ser una provincia de otro imperio, que los europeos no quieren.

  • El orden mundial liberal se tambalea ante medidas proteccionistas, aunque la mayor integración eleva los costes de una guerra y la disuade (Claudia Canals) 

El America First y el orden mundial liberal. Claudia Canals, Economista Sénior de CaixaBank Research: La irrupción de grandes potencias económicas con visiones económicas y políticas distintas a las tradicionales del mundo occidental, junto con el giro de la política exterior estadounidense, hacen tambalear el orden mundial liberal establecido hace más de setenta años ante medidas proteccionistas que tienen el potencial de mermar el crecimiento económico global de forma considerable, entre tres y ocho décimas, a medio plazo. Cuanto más integrados están dos países, mayores son los costes de una guerra (un buen argumento disuasorio). La expansión de las libertades políticas en el mundo ha ido de la mano de una mayor integración económica, relación debilitada a partir de finales de la década de 1990, al detenerse entonces la tendencia democrática mundial (o incluso disminuir, según otros índices, como los elaborados por Bertelsmann o The Economist), mientras que la integración económica siguió avanzando, hasta que sufrió un parón muy posterior a raíz del estallido de la crisis económico-financiera global. Hay desconexión temporal entre el aumento de la integración económica y la expansión de las libertades políticas en un entorno de relativa paz entre las grandes potencias. La actual crisis democrática en numerosos países de Occidente supone una pérdida de legitimidad al internacionalismo liberal. Nuestra sociedad debe trabajar en la solución a los problemas que nos rodean (como la creciente desigualdad o el deterioro medioambiental) si quiere volver a encarnar un liderazgo global, pero quizá ya no sea posible ni siquiera resolviendo estos grandes retos. La pujanza de grandes emergentes con visiones distintas sobre gobernación y economía puede que nos empuje hacia un nuevo orden con varios bloques, o quizá seamos capaces de forjar un nuevo orden suficientemente seguro para la diversidad, en palabras de politólogo Graham T. Allison, de la Universidad de Harvard. 

  • La aplicación de tecnologías digitales a la energía facilitará reducir las emisiones de CO2 (+43% los últimos 20 años) (Silvia Iranzo Gutiérrez) 

La Globalización 4.0: eficiencia energética y emisiones de CO2. Silvia Iranzo Gutiérrez, Doctora  y Técnico Comercial y Economista del Estado: La  aceleración de la digitalización como vía de un crecimiento global más equilibrado, que respete el medio ambiente y no contribuya a mayor desigualdad, se traslada al sector energético, donde la mejora de la eficiencia (clave para reducir las emisiones de CO2), depende de fuentes tecnologías digitales. El mayor crecimiento global impulsó el consumo de energía primaria y las emisiones de CO2 (+ 46,6% los últimos 20 años), correlacionadas con el PIB mientras no baje el peso de las energías fósiles como el carbón de China. La eficiencia mejora sobre todo en los países OCDE, donde cada unidad de PIB requiere menos energía para su producción. Según organismos internacionales y consultoras, la reducción global de las emisiones de CO2 será insuficiente para cumplir los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático. Pero la aplicación de tecnologías digitales a la energía con la Globalización 4.0 facilitará reducir las emisiones de CO2.

 

Globótica y empleo del futuro

  • La globalización futura y sus “telemigrantes”, mejor si la demoramos, será sobre lo que hacemos, no tanto lo que fabricamos (Richard Baldwin)

Globalización 4.0 y el futuro laboral. Richard Baldwin, analista del CEPR y VoxEu.org y autor de un libro de época (Globotics Upheaval. Globalization, Robotics and the Future of Work): La globalización evoca distintas imágenes a distintas personas: Mi último libro intenta cambiar esa imagen. La globalización futura será sobre las cosas que hacemos y no tanto en las que fabricamos. Además, se acerca deprisa con formas increíbles e impensables, gracias a que ya también la telemigración es posible y rentable. Entre 1969 y 2015, los procesadores de los ordenadores se convirtieron en 120 millones de veces más rápidos de lo que eran, y en 2017 el iPhone X multiplica por 2,5 veces la velocidad del iPhone 6S. Y, cada dos años, la velocidad se duplicará de nuevo. Algo inverosímil en 2015, como la traducción automática instantánea y gratis, ya extendida en el 2018. El ser humano tiende a proyectar el progreso en una línea recta pero la tecnología digital lo hace de acuerdo a una curva exponencial. ¿Cómo debemos prepararnos para el futuro de nuevas globalizaciones y automatizaciones impulsadas por la tecnología digital? Si hasta ahora la norma más importante y destacada era conseguir más habilidades, educación, preparación y experiencia, desde ahora lo primero será buscar trabajos que no automaticen tareas y así no conlleven una competencia directa con la inteligencia artificial (IA), ni en segundo lugar con los telemigrantes, dándose cuenta que el ser humano es una ventaja y no un obstáculo, pues IA y telemigrantes fallan en intuición humana e inteligencia emocional. La globalización del futuro nos llevará a un mundo mejor si nos preparamos bien y si nuestros gobernantes se encargan de que no llegue demasiado rápido. En el pasado, el cambio económico explosivo también conllevó revueltas sociales explosivas. Nuestros gobiernos tienen que ayudar a que la gente se adapte.

  • Sustituir empleo y tareas es diferente. Invención y nuevas máquinas siempre elevaron empleos, pero la 4ª revolución industrial costará (Manuel Hidalgo) 

La dialéctica entre el hombre y la máquina: consecuencias y acciones para un futuro incierto. Manuel Hidalgo, profesor de la Universidad Pablo de Olavide y Secretario General de Economía de la Junta de Andalucía:  La percepción de que la tecnología, y las máquinas resultantes de ellas, vienen a quitarnos el empleo existe desde los albores de la primera revolución industrial. Mi libro El empleo del futuro: Un análisis del impacto de las nuevas tecnologías en el mercado laboral parte de un enfoque amplio de la dialéctica histórica hombre-máquina, con dos ejes claves (robots e inteligencia artificial) y una llamada a la diferenciación entre sustitución de empleo y de tareas. La sustitución es el factor más temido de la relación entre trabajo y capital. Sin embargo, esta supuesta dialéctica corresponde tan solo a una parte de las posibles consecuencias del cambio tecnológico. A lo largo de la historia, la evidencia es que invención y nuevas máquinas tuvieron resultado neto positivo. ¿Será igual en el futuro? No debemos esperar diferencias, aunque los costes de la 4ª revolución industrial quizá sean elevados y concentrados en algunos protagonistas. Políticas diversas minimizarían esos costes y maximizarían los beneficios. El cambio tecnológico recurrente genera desde la 1ª revolución industrial una carrera hombre-máquina, cuya relación de amor-odio siempre tuvo resultado positivo; no hay rastro de desempleo tecnológico. La labor de todos para minimizar costes ha de tratar de compensar lo máximo posible a quienes se vean directamente perjudicados.

  • La digitalización potencia empleos de calidad y mejoras junto a riesgos de aumentar las desigualdades (Mónica Melle Hernández) 

Globalización y digitalización: ¿hacia el final del empleo (tal y como lo conocemos)?. Mónica Melle Hernández, profesora en UCM y Consejera en Cámara de Cuentas de Madrid: ¿Cómo será el final del empleo tal y como lo conocemos? La digitalización potencia empleos de calidad y mejoras junto a riesgos de aumentar las desigualdades entre trabajadores y alterar derechos y relaciones laborales. La globalización y la tecnología están polarizando asi el mercado laboral. Aparecen nuevos modelos organizativos empresariales en entornos virtuales, que precisan de un cambio completo en la regulación laboral. El futuro del trabajo dependerá de las políticas a desarrollar, ya que los empleos más rutinarios están siendo reemplazados por máquinas, pero fortaleciendo el sistema de I+D+i y los mecanismos de creación y difusión de tecnología, así como la formación del capital humano. Este se adapta a la economía digital y ofrece alto potencial de generación de empleos cualificados de mucho valor añadido. El reto en España es fortalecer nuestro sistema de investigación, desarrollo e innovación y los mecanismos de creación y difusión de tecnología, así como la formación del capital humano para adaptarlo a la economía digital, apostar por empleos de gran cualificación y minorar los déficits de competitividad española en una economía global.

  • La sustitución de trabajos manuales y de cuello blanco ha comenzado y es global: En España afectará a uno de cada dos empleos(Jacinto García) 

Los empleos del futuro. Conviviendo con la inteligencia artificial. Jacinto García, Ex-IBM y miembro de la Asociación Xtrategas: La posible asincronía entre destrucción del empleo y creación de nuevas oportunidades puede generar tensión social y requerir planes de capacitación y políticas de protección. La inteligencia artificial actual es específica, capaz de hacer muy bien una tarea pero ineficiente si requiere flexibilidad, inteligencia creativa o social. Aun así, la sustitución de trabajos manuales y de cuello blanco ya ha comenzado y es global. En España, por desaparición o modificación, uno de cada dos empleos se verá afectado. Comenzará por ocupaciones de menor nivel de formación y tareas rutinarias de cualquier sector. Los futuros trabajadores deberán potenciar sus características humanas para distinguirse de los robots. La velocidad de implantación dependerá del marco regulatorio y de su viabilidad económica. La posible asincronía destrucción de empleo y creación de nuevas oportunidades puede generar tensión social que requerirá planes de capacitación y políticas de protección social. Cuando hablamos de un horizonte de implantación de 20-30 años, no se han tenido en cuenta otros factores distintos de las previsibles capacidades de la IA y la robótica. La velocidad de difusión puede depender de la autoridad regulatoria, del mercado laboral, de la aceptación de la sociedad y, a nivel micro, si es o no económicamente sensato el esfuerzo de invertir en capital para sustituir trabajadores por algoritmos. No cabe pasividad al estudiar la regulación y la muy probable necesidad de brindar planes de capacitación adicional y protección social que faciliten el tránsito a la nueva realidad social. El proceso ya ha empezado, no podemos perder tiempo.

  • Las modificaciones del mercado de trabajo por innovaciones tecnológicas que se vislumbran pueden ser profundas (Juan Francisco Jimeno Serrano) 

Innovaciones tecnológicas, demanda de trabajo y empleo. Juan Francisco Jimeno Serrano, colaborador de Banco de España, IVIE y CEMFI, Universidad de Alcalá: ¿Efectos de las innovaciones tecnológicas derivadas de la digitalización, la robótica y la inteligencia artificial sobre la demanda de trabajo y la composición ocupacional del empleo?. Por diversas razones, estas innovaciones pueden tener efectos distintos a las de otras observadas en el pasado, así como otros canales de transmisión por las que la demanda de trabajo, el empleo y su composición sectorial y ocupacional pueden verse modificados. Aun siendo pronto para ir más allá de especulaciones y conjeturas, cabe concluir que las modificaciones del mercado de trabajo derivadas de las innovaciones tecnológicas que se vislumbran pueden ser profundas. Hay que a prepararse para un probable escenario de cambio radical en las formas de producción de bienes y servicios y en las regulaciones asociadas a ella. En particular, las políticas educativas, que deben orientarse a favorecer el conocimiento complementario con las nuevas tecnologías, y la regulación laboral, que debe reconocer la necesidad de superar definiciones anticuadas de los distintos tipos de empleo, son las que requieren una mayor atención. En cuanto a las políticas sociales, también los mecanismos tributarios y de gasto público para la redistribución, basados fundamentalmente en prestaciones contributivas, necesitan un replanteamiento profundo.

 

Innovación global

  • España ha de posicionarse como uno de los actores de innovaciones asociadas inteligencia artificial y otras tecnologías (Elena Pisonero)

 Un nuevo paradigma.Elena Pisonero,fundadora de Relathia y expresidenta de Hispasat: Los retos del siglo XXI no deben afrontarse con una mera revisión del modelo vigente.Nos enfrentamos a cambios de época, con nuevas referencias que determinan una realidad física y digital más compleja, híbrida y en acelerada transformación, donde la tecnología es determinante. La inteligencia artificial (AI) y, más particularmente, el Machine Learning (ML) van a transformar toda la actividad, con consecuencias sociales de primera magnitud. Es necesario un cambio de paradigma que ofrezca un nuevo enfoque, más que nunca sistémico, holístico y colaborativo, que facilite la recombinación más eficiente de losrecursos disponibles con nuevas políticas a la altura de los retos. A lo largo de la Historia, la globalización ha permitido alcanzar un mayor grado de integración e interdependencia económica entre los países, proceso de tres fases claramente definidas, cada una de ellas asociada a cambios en el liderazgo económico, al desarrollo de procesos de integración económica, al avance de la internacionalización de la inversión empresarial y a la aparición de revoluciones industriales con cambios profundos en la tecnología. Las transformaciones están configurando un nuevo centro de gravedad de la economía mundial, del orden geopolítico y del liderazgo tecnológico.Para garantizar el futuro económico, comercial y político del continente europeo y, por tanto, de España, es necesario posicionarse como uno de los actores principales del desarrollo de innovaciones asociadas a la inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas.

  • La posición innovadora internacional de España hace necesario adaptar el sistema educativo a la sociedad digital (Alicia Coronil y Rafael Pampillón)

 Globalización 4.0: innovación para impulsar el crecimiento y el posicionamiento estratégico de España. Alicia Coronil, Directora de Economía del Círculo de Empresarios, y Rafael Pampillón, Catedrático de Universidad San Pablo-CEU e IE Business School. La globalización será 4.0 si somos capaces de encauzar un nuevo marco de entendimiento en este mundo crecientemente híbrido y complejo. La posición innovadora de España en el contexto internacional refleja la necesidad de adaptar nuestro sistema educativo a la nueva sociedad digital. Con una visión lo más amplia y completa de la realidad, aunque individualmente no tengamos los recursos para conformar la solución, podemos y debemos ser parte de ella. Ese enfoque sistémico puede servir de marco de referencia para transformar las empresas y gobiernos en organizaciones capaces de gestionar esta sociedad compleja del siglo XXI, tarea ingente y que requiere del concurso de todos. Las empresas han de jugar un papel fundamental, procurando la adecuada combinación de recursos (propios y ajenos) con las transiciones adecuadas (especialmente en el ámbito del empleo) para dar una respuesta sostenible a las necesidades de nuestra sociedad, tecnología, economía y política al servicio de las personas.

  • La Universidad debe reinventarse, atender avances científico-tecnológicos, desarrollarlos, y ser más activa en la innovación (Ana María López) 

Transformación digital e innovación global en la Universidad 4.0. Ana María López, investigadora del Instituto LR Klein de la UAM: Es preciso adaptarse y potenciar resiliencia y adaptación al cambio universitario. La Universidad ha de reinventarse permanentemente para poder responder mejor a las necesidades y desafíos de un entorno siempre cambiante, ser también más activa en la estrategia de innovación e impulsar la innovación digital en la nueva universidad, la Universidad 4.0. Esta reinvención pasa por prestar atención a los avances científico-tecnológicos, desarrollarlos, asumirlos y ser más activa en la estrategia de innovación. Necesitamos una revolución similar en la educación superior (por supuesto, también en niveles previos de enseñanza, pues la educación ha de configurarse como un proceso permanente, diseñando currículos de formación y trayectorias continuas). Se trata no sólo de satisfacer las necesidades de la sociedad –ciudadanía, empresas y gobierno–, que a fin de cuentas invierten en la educación superior (especialmente en la universidad pública), sino también garantizar la mejor experiencia posible y formación de los estudiantes, además de optimizar el desarrollo de los procesos de aprendizaje y el uso de las instalaciones de forma más eficiente y productiva. Las universidades también deben proporcionar a los alumnos las habilidades y los conocimientos que necesitan para un futuro muy diferente, situar al estudiante en el centro del ecosistema y cambiar el enfoque desde la enseñanza al aprendizaje activo (from teaching to learning). Más allá de las voces que abogan por un nuevo marco legislativo universitario, algunas áreas de actuación e iniciativas correspondientes ya están implementadas en muchas universidades, aunque pueden requerir algún tipo de adaptación a nuevas herramientas tecnológicas.El marco señalado plantea una Universidad 4.0 como un sistema académico abierto, donde la comunidad local y la sociedad se convertirían en parte del ecosistema. La interacción entre la universidad, la industria y la sociedad tiene que convertirse en una plataforma viva con la difusión de ideas, conocimientos y necesidades de cada una de ellas atendidas por las otras. Debemos considerar que el verdadero desafío de la Universidad del futuro es potenciar la capacidad de resolver problemas reales, generando el conocimiento necesario y el espíritu crítico que aporte soluciones.

  • España invierte poco en I+D y en investigadores sobre empleo total, lo que dificulta afrontar la revolución digital(Javier Andrés y Rafael Doménech) 

La innovación para el crecimiento en la era digital. Javier Andrés y Rafael Doménech, Universidad de Valencia y BBVA Research: Pese a que ese esfuerzo es uno de los determinantes del crecimiento económico y del bienestar a largo plazo, España invierte poco en I+D y tiene un porcentaje menor de investigadores sobre el empleo total, lo que constituye una debilidad a la hora de afrontar la revolución digital. ¿Causas en comparación con otras economías avanzadas?. Menor nivel de capital humano, tamaño medio de empresas, y un entorno regulatorio y clima de negocios menos favorable. Si bien en términos de automatización de las actividades industriales y de avance de la economía digital España ocupa una posición intermedia respecto a otras economías europeas, esto se debe a la elevada robotización de algunos sectores productivos, como el automóvil, y a que cuenta con infraestructuras de conectividad, un uso de Internet y unos servicios públicos digitales por encima de la media europea (Comisión Europea, 2019). Aunque en su uso España no presente un retraso destacable respecto a otros países, nuestro escaso esfuerzo inversor en la generación de las nuevas tecnologías e innovaciones constituye una importante debilidad.l

 

Gestión empresarial global

  • Cambia cómo individuos, empresas e instituciones se relacionan con otros, hacia una nueva fase de cooperación (Antonio Grasso y Linda Grasso) 

Rol e impacto en la economía de las nuevas tecnologías en el paradigma de la Globalización 4.0. Antonio Grasso y Linda Grasso, Fundador-CEO y directora de Digital Business Innovation Srl: La globalización tiene muchos significados e incluye cambios importantes en la relación económica y social entre personas, empresas e instituciones. El proceso prevé reducir distancias y estandarizar estilos de vida, junto a una presencia cada vez más global de algunos sujetos. Cada vez más nos toca de cerca y nos permite asumir un rol activo en el favorecimiento de una globalización exitosa que se traduzca en un crecimiento inclusivo y equitativo en todos los países.Las nuevas tecnologías nos abren a un nuevo rol a cada uno, a centrarnos en implicaciones de la actual transformación del contexto económico, social, geopolítico y ambiental, definiendo los propósitos a nivel global para enfrentarse al futuro de manera constructiva y colaborativa.En la 4ª Revolución Industria el mundo digital y el físico biológico se combinan para dar vida a innovaciones que avanzan rápido y en escala sin igual en la historia, metamorfosis que cambia radicalmente el modo en el que los particulares, las empresas y las instituciones se relacionan unos con otros, hacia una nueva fase de cooperación global. A través del uso extendido de las tecnologías digitales emergentes, deberíamos igualar algunas de las disparidades existentes a nivel planetario, favoreciendo una innovación sostenible e inclusiva que permita un crecimiento justo y defendible a beneficio de todos, incluidos los que viven en áreas geográficas todavía subdesarrolladas. Las naciones más desarrolladas tienen que considerar el aspecto ético en la actuación de sus estrategias de desarrollo, sin perseguir solo el provecho, sino considerando también los beneficios a largo plazo que prevén la inclusión y la sostenibilidad como factores determinantes por el desarrollo global.

  • Europa no hizo política industrial mínima en medio siglo y queda ahora entre dos bloques antagónicos (EE.UU y China) que sí la hicieron (Xavier Ferràs) 

Innovación disruptiva: impacto a nivel empresarial, sectorial, nacional y global. Xavier Ferràs, profesor en ESADE y miembro de los 100 de Cotec: Las nuevas tecnologías digitales provocan olas de disrupción que afectan a todos los niveles: corporativo, sectorial, nacional y global. Las empresas deben estructurar sus procesos de exploración y absorción de nuevas tecnologías. A nivel sectorial, la disrupción crea etapas de turbulencia y competencia por el dominio de nuevas arquitecturas de producto y servicio. En lo nacional, los países se reposicionan y refuerzan sus políticas de I+D para controlar las tecnologías disruptivas. A nivel global, un nuevo orden está surgiendo por la crisis del capitalismo, la desaparición de las clases medias y la emergencia de China como potencia tecnológica y científica, como líder global, y la nueva guerra fría desatada por EE.UU. China hoy es el segundo país en esfuerzo bruto en I+D (solo por detrás de EE.UU.), supera a la UE en esfuerzo relativo (más del 2% de I+D/PIB) y lidera algunos ámbitos tecnológicos estratégicos como la inteligencia artificial, el reconocimiento facial o las redes 5G. Precisamente, la detención de la vicepresidenta de Huawei (empresa líder en tecnología 5G) en Canadá, a instancias de EE.UU., inaugura una nueva época de tensiones entre bloques. EE.UU está perdiendo la carrera en esas tecnologías y acusa a China de potencial espionaje en las redes 5G (donde circularán datos de todo tipo: financieros, empresariales, médicos…).¿Está China creando campeones nacionales tecnológicos que compiten en los mercados globales, con apoyo indiscriminado en I+D del gobierno? Si es así, las reglas globales de la competencia quedan seriamente alteradas. Europa, que ha sido escrupulosa en el respeto a esas reglas y no ha hecho una política industrial mínima en medio siglo, queda ahora entre dos bloques antagónicos: EE.UU. (que sí que la ha hecho, mediante apoyos a sus industrias estratégicas en programas de defensa y aeroespacio –solo la NASA tiene un presupuesto anual superior al esfuerzo total de I+D de la economía española–) y China (que parece no tener reparos en el apoyo institucional a sus empresas).

  • El único profesional con éxito es el “socialnetworker”, caracterizado por elevada capacidad de autoaprender en red (Virginio Gallardo

Trabajador en red: obsolescencia y aprendizaje continuo. Virginio Gallardo, Director de Humannova: La revolución digital permite niveles desconocidos de competitividad, y la clave del éxito es la capacidad de transformación de las organizaciones. La obsolescencia educativa debe mitigarse con un aprendizaje continuo, especialmente el autoaprendizaje en red. La transformación digital es un fenómeno de aceleración del entorno competitivo e incremento de la ratio de innovación que provoca una demanda de nuevos puestos de trabajo y nuevas habilidades que no para de crecer, mientras la obsolescencia de los profesionales que no se adaptan a las nuevas realidades provoca la expulsión de grandes colectivos del mercado de trabajo y graves problemas sociales. Sin mecanismos sociales ni educativos que ayuden a mitigar estas consecuencias, el único tipo de profesional que puede tener éxito es el socialnetworker, que se caracteriza por elevadas capacidades de autoaprendizaje en red.

  • Se reparten las cartas de nuevo en el juego global. La G 4.0 podría ser llave para mejorar asuntos globales complejos (Juan Pedro Moreno)

 ¿Estamos preparados para la Globalización 4.0?. Juan Pedro Moreno, Presidente de Accenture España, Portugal e Israel: Tenemos que aprender a vivir en una sociedad en constante cambio acelerado, plagado de incertidumbres. No es era de certezas y status quo, sino de oportunidades y cambio, transformación constante con coraje y arrojo y sin miedo al fracaso. Se están repartiendo las cartas de nuevo en este juego global. La Globalización 4.0 podría ser la llave para mejorar asuntos globales complejos. ¿Mejorará la condición humana? Va a depender de las decisiones de gobiernos y empresas a nivel local, nacional e internacional, y de si la sociedad es capaz de modificar códigos de valores y estándares hacia otra nueva sociedad donde la robótica, la inteligencia artificial o el uso de los datos sean el agua corriente. Esta segunda ola de competitividad en las empresas y la economía, apalancada esta vez no en ajustes laborales sino en el potencial de la innovación digital, no solo requiere de la inversión en tecnología, sino de actuaciones en innovación, talento, modelos de trabajo, sostenibilidad y en aceleradores (regulación e infraestructura).

 

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